Seis escapadas por Málaga para aprovechar los días festivos del puente de diciembre

La gastronomía, la naturaleza y el patrimonio histórico de muchos pueblos y ciudades del interior son buenos motivos para planear una excursión a la Serranía de Ronda, la Costa del Sol, el Valle del Guadalhorce, la Axarquía o la Vega de Antequera, entre otras comarcas. Éstas son algunas de las sugerencias para estos próximos días.

Las lluvias previstas para estos días van a acelerar la caída de las hojas de los castaños en el Valle del Genal. Pese a ello, lo más probable es que aún se pueda disfrutar del espectáculo cromático del Bosque de Cobre en algunas zonas. Parauta, Pujerra, Igualeja, Cartajima, Júzcar, Jubrique o Genalguacil son algunos de los municipios a los que se puede ir en estos días. Desde la ciudad de Málaga, las distancias están entre la hora y media y las dos horas en carretera, pero bien merecen la pena, sobre todo, si se llega a tiempo antes de la caída definitiva de las hojas. Para ello, lo más recomendable es ir a esta zona en algunos de los primeros días de diciembre. Hay que tener en cuenta que en pueblos como Faraján el 8 de diciembre hay actividades deportivas y gastronómicas.

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Es conocido por ser el pueblo natal de Blas Infante, el padre de la patria andaluza, y también por la espectacular fisionomía de su casco urbano, que parece desparramarse sobre una de las estribaciones de la Serranía de Ronda. El pueblo en sí es ya una buena excusa para hacer una escapada, ya que cuenta con notables monumentos, como el castillo y la antigua parroquia de la Encarnación, hoy reconvertida en centro cultural. Pero, además, lo recomendable es disfrutar de su entorno. A tan sólo 5 minutos se puede llegar a los pies del paraje natural de Sierra Crestellina, donde hacen parada los numerosos buitres leonados que sobrevuelan tanto estas montañas abruptas como el propio pueblo. Además, hay otro enclave menos conocido e igualmente recomendable como la sierra de la Utrera, donde se encuentra el karst más meridional de Europa. Es un enclave que recordará indudablemente al Torcal de Antequera. Otro aliciente es la vertiginosa tirolina sobre el pueblo que ha vuelto a ponerse en funcionamiento. Muy cerca de allí, en Manilva, durante la primera parte del puente se celebra una feria gastronómica, donde se pueden comprar productos de la zona. En Casares, además del pan, sobresalen los quesos ecológicos de cabra payoya que hacen en la empresa familiar Sierra Crestellina.

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Si en los días festivos llueve, pero hay ganas de hacer alguna escapada por el entorno, una buena opción es ir a Los Montes de Málaga, donde sus tradicionales ventas son una buena excusa para conocer su territorio. Las migas, el conejo al ajillo, los callos con garbanzos, el lomo de orza y, por supuesto, el plato de los Montes son alguno de los contundentes y sabrosos argumentos que esperan en estos establecimientos de restauración. En todos ellos, lo recomendable es reservar mesa con cierta antelación. Hay más de una decena de posibilidades para disfrutar de la cocina tradicional mientras llueve o hace mucho frío. Si no es así, se puede complementar el almuerzo con una ruta de senderismo previa por algunos de los itinerarios homologados.

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Este pueblo está situado oficialmente en la comarca del Valle del Guadalhorce, pero tiene también contacto directo con la localidad de Antequera. De hecho, la sierra de Abdalajis guarda muchas similitudes con el paraje natural del Torcal, si bien es mucho menos conocido. La localidad y su entorno tienen argumentos suficientes para ser un buen destino para este mes de diciembre. Por un lado, se puede pasear por sus calles y descubrir más allá de su iglesia, un sorprendente palacio o la Peana, una piedra que sirvió para sostener la imagen que luce hoy en el Arco del Gigante de Antequera. Además de hacer incursiones senderistas por sus escarpadas montañas, es recomendable subir hasta el mirador del Gangarro, situado junto a la ermita del Santo Cristo de la Sierra. Tanto de un sitio como de otro se obtendrá una vista espectacular del pueblo y su entorno. Para almorzar, además de los bares que hay en el propio casco urbano, es muy recomendable hacer una parada para almorzar en la Venta Los Atanores, un restaurante situado a pie de carretera en la entrada del pueblo (desde Antequera), donde se podrán probar estos días platos contundentes para mitigar el frío, como las migas u otras especialidades de cuchara.

La Ruta de la Pasa no termina en el pueblo de El Borge. Conviene continuar por la misma sinuosa carretera y llegar hasta la localidad de Cútar para dejarse hechizar por una villa axárquica con claras reminiscencias andalusies en sus calles. En los últimos meses, el pueblo ha puesto aún más en valor su historia medieval con un interesante centro de interpretación que gira en torno a los manuscritos hallados hace dos décadas tras un muro de una vivienda. A ello hay que unir la fuente de origen árabe situada en la entrada del casco urbano, conocida como Aina Alcaharia. A este pueblo, situado a los pies de Comares, también se puede llegar a través de la carretera que lo une con Benamargosa y a través de esta localidad a su vez con el valle del río Vélez. En cualquier caso, el viaje se hará por sinuosas carreteras que invitan a disfrutar de la Axarquía más profunda.

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Lejos de rivalizar, estas dos ciudades, que ejercen de 'capitales' de la Vega de Antequera y de la Sierra Norte de Málaga, forman un binomio único para disfrutar de la buena gastronomía y del patrimonio histórico en este mes de diciembre. Sus museos, sus iglesias, sus castillos o sus miradores son parte de su atractivo. A ello hay que añadirle en esta época del año la gastronomía. Los amantes de los mantecados más tradicionales pueden buscar en conventos y confiterías tradicionales éstos y otros dulces típicos de la Navidad, como polvorones o roscos de vino, entre otras posibilidades. También en sus restaurantes estos días se pueden pedir platos tradicionales de la zona, como las migas. Entre las muchas visitas obligadas en la ciudad de Antequera, está el conjunto de los Dólmenes, la Alcazaba, la Real Colegiata de Santa María la Mayor o el Museo de la Ciudad. En el caso de Archidona, destacan los restos de su fortaleza, donde se encuentra un santuario cristiano que conserva restos de una anterior mezquita, o la emblemática Plaza Ochavada, que deslumbra con su singular arquitectura.

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