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Ocho escapadas de verano al interior de Málaga como alternativa a la costa

Ocho escapadas de verano al interior de Málaga como alternativa a la costa

Cada año son más los municipios malagueños del interior que reciben a visitantes que buscan un refugio de sosiego y naturaleza lejos de las playas. En ese sentido, la provincia cuenta hoy con un amplio abanico de opciones

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Sábado, 26 de junio 2021, 00:40

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Cuando aprieta el sol en verano, la única opción para descansar o desconectar no pasa únicamente por el litoral. De hecho, cada año son más los municipios malagueños del interior que reciben a visitantes que buscan un refugio de sosiego y naturaleza lejos de las playas. En ese sentido, la provincia cuenta hoy con un amplio abanico de opciones.

Las temperaturas no tienen que ser necesariamente más elevadas que en el litoral. De hecho, hay muchos destinos que suelen tener noches mucho más frescas e incluso zonas ribereñas donde el calor se mitiga mucho más que junto al Mediterráneo. Si a ello se añade los distintos pulmones verdes que salpican las comarcas malagueñas, no hay motivos para descartar este verano una escapada al interior de la provincia de Málaga. Éstas son algunas de las posibilidades:

  1. Sierra Bermeja

Vista desde el pinsapar de Los Reales.
Vista desde el pinsapar de Los Reales.

Esta zona montañosa que cobija a la Costa del Sol bien podría haber sido declarado parque natural por sus atributos ecológicos. Hoy sigue siendo uno de los enclaves naturales de mayor interés de Andalucía, gracias a su singular biodiversidad, pero también a sus ríos, que llevan sus aguas a la costa de Estepona o al Genal, dejando espectaculares recorridos fluviales y pozas de aguas cristalinas. Además, hay que tener en cuenta que en la parte más elevada de este macizo, donde manda la peridotita, se encuentra en paraje natural de los Reales de Sierra Bermeja, en los que se pueden hacer bonitos caminos, como el que propone el Paseo de los Pinsapos, o disfrutar de panorámicas sorprendentes tanto del interior como de la costa. A todo ello hay que añadir el encanto de los pueblos que tienen parte de su territorio en este zona, como son Genalguacil, Casares, Estepona o Jubrique.

  1. Bajo Genal

Aguas cristalinas en el río Genal.
Aguas cristalinas en el río Genal.

Uno de los pulmones verdes de la Serranía de Ronda se ofrece cada verano como un lugar idóneo y muy exclusivo para una escapada estival. Gracias al Genal y a algunos de sus afluentes y a la abundante arboleda que hay entre castaños, encinas, alcornoques y pinos, entre los pueblos de Jubrique, Genalguacil, Gaucín, Benarrabá y Algatocín conforman un repóker propicio para disfrutar del verano de una forma diferente. Los dos primeros pueblos, que miran también a Sierra Bermeja, son los que se encuentran en la cara sur del Valle del Genal. Ambos se unen por una bonita ruta que discurre entre castaños. Comparten cierta fisionomía tradicional en sus calles, si bien Genalguacil sobresale especialmente por ser desde principios de este siglo un auténtico museo al aire libre. Por su parte, Algatocín, Benarrabá y Gaucín, no sólo están unidos por la carretera Ronda-Algeciras, que es la principal vía de acceso, sino también por su relación con el Genal.

  1. Valle del Guadiaro

Parque natural de los Alcornocales, dentro de Cortes de la Frontera.
Parque natural de los Alcornocales, dentro de Cortes de la Frontera.

Montejaque, Benaoján, Jimera de Líbar y Cortes de la Frontera forman parte de la ribera malagueña del Guadiaro, uno de los cursos fluviales más importantes de Andalucía. Unidos por una sinuosa carretera, estos cuatro municipios cuentan con numerosos atractivos. No en vano, en ellos se pueden encontrar dos parques naturales, el de Los Alcornocales, en Cortes de la Frontera, y el de Grazalema, en Benaoján y Montejaque. A ello hay que añadir una interesante relación de puntos de interés, tanto naturales como históricos. Entre ellos, están las cuevas del Gato, La Pileta y el Hundidero, las Angosturas y las Buitreras del Guadiaro, la Casa de Piedra, la plaza de toros de Cortes de la Frontera o las aldeas de La Sauceda, El Colmenar, Benaoján Estación y Jimera Estación. Además de casas rurales y algunos hoteles, hay dos campings en los que es posible alojarse cerca del río Guadiaro. Entre ellos, está el de Villa Sandía, uno de los más curiosos de toda Andalucía.

  1. Los Tres Embalses

Vista panorámica de los embalses.
Vista panorámica de los embalses.

Hay un mar de interior entre las comarcas del Guadalhorce, del Guadalteba y de Antequera. Es de origen artificial, pero hoy se convierte en un conjunto único en España gracias la disposición de esos embalses, que confluyen en uno de los lugares más espectaculares de la provincia de Málaga, el paraje natural del Desfiladero de los Gaitanes. Esta conocida garganta es atravesada por el Caminito del Rey, que es una de las joyas de esta zona del interior, aunque hay que recordar que no es ni mucho menos el único lugar de interés allí. Los restos visibles de la antigua ciudad de Bobastro, la necrópolis de las Aguilillas, el mirador de los Tres Embalses o las llamadas Escaleras Árabes son algunas de las posibilidades que ofrece esta abrupto, pero espectacular territorio en el corazón de la provincia, donde no hay que perdersa una excelsa oferta de cocina de calidad en sus ventas y restaurantes.

  1. Valle del Genil

Aguas bravas del río Genil.
Aguas bravas del río Genil.

El afluente más importante del Guadalquivir nace en tierras granadinas y recorre la provincia de Córdoba, pero también atraviesa parcialmente la de Málaga. En concreto, tiene un trepidante recorrido por los pueblos de Cuevas Bajas y Cuevas de San Marcos, ambos situados en la Sierra Norte de Málaga. Gracias a que el cercano pantano de Iznájar desembalsa durante buena parte del año, allí las aguas son especialmente bravas e idóneas, por tanto, para el rafting, un descenso en canoa para los que van buscando adrenalina en cursos fluviales. Allí prestan servicio varias empresas de turismo homologado para hacer este descenso de la forma más segura. Pero, además, de esta modalidad de turismo activo, en la ribera malagueña del Genil se pueden dar paseos junto a su orilla para descubrir sus antiguas norias o incluso un observatorio de aves. Ambos pueblos, unidos también por su historia, también cuentan con una rica gastronomía, que va desde el pan de cortijo, un dulce artesanal de almendras, hasta el relleno, un embutido muy arraigado en esta comarca malagueña.

  1. Falda sur de Sierra Tejeda

Canillas de Aceituno.
Canillas de Aceituno.

A los pies de La Maroma aguarda un territorio inclinado que mira al mar. Alcaucín, Canillas de Aceituno y Sedella conforman una singular trilogía en la falda malagueña de Sierra Tejeda, que está llena de alicientes para los amantes de la naturaleza y el turismo rural. Así, la joya de la corona en esta zona es hoy el paraje del Saltillo y su espectacular puente colgante, que forma parte de una de las etapas más espectaculares de la Gran Senda de Málaga. Eso sí, para acceder a este enclave hay que tener en cuenta que se trata de una ruta de dificultad elevada y no apta para experimentados, que es incluso desaconsejable en días con temperaturas elevadas. Pero, más allá del Saltillo, en estos pueblos aguardan otras posibles experiencias con adrenalina, como subidas nocturnas a La Maroma (sobre todo con luna llena), ya sea desde Canillas de Aceituno o desde el área recreativa del Alcázar, en el territorio de Alcaucín. Tampoco hay que olvidar el valioso legado andalusí de estos pueblos. No en vano, dos de ellos forman parte de la denominada Ruta Mudéjar de la Axarquía y el otro alberga la antigua fortaleza árabe de Zalia. Indispensable es dar buena cuenta de la cocina más tradicional, donde brilla con fuerza el chivo lechal malagueño al horno de leña.

  1. La Viñuela

Pantano de La Viñuela y, al fondo, Periana.
Pantano de La Viñuela y, al fondo, Periana.

La Axarquía del interior también tiene su propio mar en el embalse de mayor tamaño de la provincia. Aunque en los últimos años, la falta de lluvias y el aumento del regadío para subtropicales haya mermado mucho el caudal que retiene la presa de La Viñuela, sigue siendo un atractivo importante para atraer a visitantes. De hecho, en el propio pantano hoy se pueden realizar algunas actividades acuáticas, como kayak, paddle surf o hidropedal. A ello hay que añadir la amplia oferta de restauración y alojamiento que hay en su entorno, ya sea dentro del término municipal de La Viñuela o en otros del entorno como en Periana o Alcaucín (Puente Don Manuel). Entre las opciones para almorzar o cenar cerca del embalse hay desde establecimientos de cocina tradicional a incluso otros exóticos, como el hindú Chez Spices. En lo que se refiere al hospedaje, hay, además de casas y complejos rurales, un hotel de cuatros estrellas y un camping, entre otras opciones.

  1. Sierra de Almijara

Frigiliana, con el telón de fondo del Mediterráneo.
Frigiliana, con el telón de fondo del Mediterráneo.

La zona más oriental del parque natural de las Sierras de Tejeda, Almijara y Alhama también se comparte con la provincia de Granada. En la parte malagueña hay un destino de lo más completo para disfrutar en cualquier época del año, incluso en el verano, gracias a su situación en una zona montañosa que mira también al Mediterráneo. Así ocurre, con los municipios de Frigiliana, Cómpeta (y su aldea del Acebuchal), Árchez y Canilas de Albaida, que están situados a los pies de este macizo calizo. El verano no es el mejor momento para atreverse con subidas a sus principales cumbres, como el Lucero o El Cielo, pero sí para disfrutar de sus ríos de aguas rápidas, como el Torrox o Patalamara o el Higuerón, entre otros. A ello hay que unir la belleza que ofrecen los respectivos cascos antiguos de estos cuatro pueblos de evidente origen andalusí. Por sus calles y plazas, en paseos peatonales a última hora del día se puede descubrir monumentos y rincones que recuerdan el pasado árabe de estas cuatro villas axárquicas. La gastronomía, que ahonda en sus raíces medievales, y las vistas panorámicas son otros alicientes para disfrutar de esta zona de la comarca más oriental de Málaga.

  1. La segunda línea de playa de la Costa del Sol

Embalse del Guadalmina, en Benahavís.
Embalse del Guadalmina, en Benahavís.

Benahavís, Istán u Ojén son pueblos que no tienen orilla mediterráneo, pero de una forma u otra tienen muy presente el mar por cercanía y, en algunos casos por avistamiento. Estos tres pueblos, de raíces andalusíes, están oficialmente en distintas comarcas, pero comparten paisaje, fisionomía urbana y el privilegio de estar en plena montaña, pero relativamente cerca de la playa. Además, también cuentan con ríos importantes por donde se pueden dar agradables paseos o hacer rutas de senderismo. Así, desde Benahavís se puede disfrutar del Guadalmina, en sus famosas Angosturas o en senderos como el de la Acequia y el de las Libélulas. Ojén tiene a un paso de su cuidado casco urbano el Charco de las Viñas, mientras que Istán es el punto de partida idóneo para hacer la ruta que lleva al Charco del Canalón, en el cauce del río Verde.

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