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Imagen de esta mañana del encamisado del pozo.

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Imagen de esta mañana del encamisado del pozo. Ñito Salas

El rescate de Julen, pendiente de que puedan bajar los mineros

Prosiguen los trabajos para encajar los tubos en el pozo

Martes, 22 de enero 2019

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El rescate de Julen volvía ayer a demorarse. La naturaleza, de nuevo, frenó los trabajos para acondicionar el pozo a través del cual descenderán los efectivos de la Brigada de Salvamento Minero para excavar una galería horizontal que les lleve hasta el crío. Un «tetón», en el argot de los ingenieros, que no es otra cosa que un saliente en las paredes, impidió este martes «encamisar» el interior de la perforación y obligó a buscar una solución técnica para solventar la situación. A las seis de la mañana,, tras una noche de trabajo sin descanso, la perforadora ha terminado de reperfilar el pozo, según ha informado la Subdelegación del Gobierno. Después se han acometido trabajos de limpieza del interior del túnel y se ha comenzado a introducir de nuevo los tubos que ayer tuvieron que sacar al comprobar que no pasaban del metro 42 por una mínima desviación en la perforación. Así, que si no hay nuevos contratiempos, los miembros de la Brigada de Salvamento Minero de Asturias, que ya se han trasladado a la zona del rescate, intentarán llegar hasta el pequeño a través de la construcción de una galería horizontal.

El delegado del Gobierno en Andalucía, Alfonso Rodríguez Gómez de Celis, ha evitado dar plazos sobre el rescate porque ya se trabaja «con suficiente presión como para añadir más» y ha insistido en que «siguen trabajando con el anhelo de llegar a Julen lo antes posible» teniendo en cuenta que se trata de «una situación extrema inédita». Por su parte, la subdelegada del Gobierno en Málaga, María Gámez, ha comentado este miércoles que el equipo de rescate cuenta con una energía «fuera de lo humano« y que tienen «la misma ilusión» que cuando empezaron los trabajos.

Y es que la noche del lunes acabó, después muchos avatares, con la noticia de que, por fin, después de 55 horas de trabajos, se había llegado a la cota -60 en la perforación de ese pozo paralelo al que cayó el niño, que se conectará a este en forma de u para tratar de localizar al menor. Pero la satisfacción, como dijo el propio Ángel García Vidal, que es delegado en Málaga del Colegio de Ingenieros de Caminos y coordinador de los técnicos que trabajan en el rescate, duró muy poco. A las 2.30 horas de la madrugada del lunes al martes comenzó el trabajo de «encamisado», pero a las 6.15 horas se toparon con un nuevo problema. Al introducir los tubos ya soldados en el interior del pozo con una grúa, comprobaron que no pasaban del metro 42. Ahí, exactamente a esa cota, se quedaban parados.

Vídeo. Juan Cano explica los detalles de los trabajos realizados durante la noche y en el primer tramo de la mañana.

Los técnicos optaron por extraer los tubos del encamisado ante el peligro de que se quedaran atascados dentro de la estructura, lo que hubiera sido un auténtico desastre para el operativo de rescate. A continuación, se introdujo una cámara para comprobar la verticalidad del pozo, que al parecer solo presentaba una mínima desviación propia de la profundidad a la que se está trabajando, algo inédito para el diámetro de la corona (la cabeza percutora, provista de dientes, que hace las veces de un taladro) que se utiliza. En palabras de uno de los técnicos del operativo, nunca se ha hecho en España un «pilotaje» (colocación de pilares) a semejante profundidad (-60 metros) con un diámetro tan pequeño (1,5 metros). «Lo normal con esas dimensiones es hacerlos a -15, como mucho a -40 metros», apostilla.

Tubo que recubrirá el pozo con la ventana por donde accederán los mineros para hacer la galería.
Tubo que recubrirá el pozo con la ventana por donde accederán los mineros para hacer la galería.

El motivo real del contratiempo, que supuso un nuevo mazazo para los integrantes del operativo de rescate (algunos operarios llevaban 30 horas trabajando sin descanso para terminar cuanto antes) y, sobre todo, para los padres, fue ese «tetón», un saliente en las paredes del pozo que, como explicó el propio Ángel García Vidal, son habituales en este tipo de perforaciones. Lo que no es habitual es la prisa, por las razones obvias de urgencia, con la que se está trabajando.

Mientras los ingenieros buscaban una solución técnica a este nuevo problema, los rescatadores proponían un atajo: miembros del Equipo de Rescate e Intervención en Montaña (EREIM) de la Guardia Civil de Málaga se ofrecieron voluntariamente a descolgarse con cuerdas (rápel) y eliminar a mano, con picos, el saliente que impedía encamisar el pozo. Los responsables del dispositivo se negaron rotundamente a que bajaran por su propia seguridad, ya que el interior de la excavación no estaba aún afianzado y podían producirse desprendimientos.

Se barajaron dos opciones, aseguran fuentes del operativo. La primera, que fue la que difundió por la mañana la Subdelegación del Gobierno, consistía en emplear una corona de mayor tamaño y, por así decirlo, «reperforar» el pozo, haciendo un agujero de mayor diámetro que después, al insertar los tubos, se rellenaría. Pero esa, por anunciada, no fue la operación que se llevó a cabo. Finalmente, los técnicos optaron por «limar» el interior del pozo para eliminarle todos los salientes e imperfecciones. Para ello, los dientes de las coronas con los que se horada la piedra, que normalmente están hacia abajo, se colocaron hacia los lados para pulir las paredes.

A última hora de este martes, los técnicos habían prácticamente acabado de terminar los trabajos de «perfilado» del pozo, en los que se ha utilizado la misma perforadora (no ha sido necesario, como se especuló, traer otra de mayores dimensiones) para que, durante la madrugada, se pudiera reanudar el «encamisado», con la ventaja de que ya había un tramo de tubos perfectamente soldado (el que hubo que extraer la noche anterior) y listo para ser colocado. Tras ello, estaban previstas las tareas de recrecimiento de la plafatorma de trabajo (esos 12 metros de cota que se ganarán para eliminar la inestabilidad de los taludes, y principalmente la de una roca que tuvo que ser asegurada. Y en cuanto acaben, seguramente esta misma mañana, empezarán a trabajar los mineros.

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