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A primera hora de esta mañana, seguía llegando material para la construcción del túnel. Ñito Salas
La inestabilidad del terreno obliga a cambiar de planes en el rescate del pequeño Julen

La inestabilidad del terreno obliga a cambiar de planes en el rescate del pequeño Julen

Los técnicos reactivan la opción de llegar al niño a través de un pozo paralelo en vertical y aplazan el túnel en horizontal

Jueves, 17 de enero 2019, 01:08

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Las labores de rescate del pequeño Julen continúan sin descanso en la Sierra de Totalán. El operativo, integrado por guardias civiles, bomberos y un equipo de ingenieros de caminos, entre otros especialistas, ha acometido tres líneas de trabajo al mismo tiempo para intentar llegar cuanto antes hasta el niño de dos años, que está atrapado en un pozo de prospección desde el pasado domingo, cuando cayó por un agujero de 25 centímetros de diámetro, según su familia. Sin embargo, la inestabilidad del terreno ha obligado a modificar la hoja de ruta: ahora, el pozo vertical, paralelo al otro, ha pasado a ser prioritario.

El primero de esos planes de trabajo se centra precisamente en el pozo al que cayó Julen. Tras superar el contratiempo que supuso el atasco de la manguera de succión, los técnicos comenzaron ayer a «entubar» el interior del agujero; según sus cálculos, invertirán entre 14 y 16 horas de trabajo en colocarle una funda metálica por dentro que evite posibles desprendimientos de tierra al ejecutar las otras dos obras, es decir, la construcción de los túneles horizontal y vertical. Ahora, es en este último en el que los especialistas confían más para poder llegar hasta el pequeño, según las fuentes consultadas por este periódico.

Gráfico. Las tres opciones para llegar al pequeño Julen
Gráfico. Las tres opciones para llegar al pequeño Julen

El delegado en Málaga del Colegio de Ingenieros de Caminos, Ángel García Vidal, detalló ayer cómo se ha ido desarrollando el operativo desde que los profesionales de este colectivo se incorporasen el pasado lunes a las tareas de rescate. Lo primero que se ha estado haciendo, según relató, es una labor de succión del desprendimiento que hay a unos 73 metros de profundidad y que ha formado un tapón en el pozo.

Con esta fórmula, se ha intentado extraer todo el material de esa obstrucción, compuesto de trozos de roca pequeña, piedra y arena, para llegar a donde presumiblemente puede estar Julen. Al tratarse de una labor «compleja y dificultosa», con la que se ha avanzado muy poca distancia en los últimos días, los especialistas han buscado otras soluciones. En estos momentos, los efectivos de rescate han descartado momentáneamente la succión del material que forma el tapón, para la que han probado incluso un artilugio con una especie de cuchilla para horadar la tierra.

El equipo de mineros asturianos excavará de forma manual una galería para unir los pozos

Al cierre de esta edición, se trabajaba también en acometer los dos túneles con los que se pretende llegar hasta Julen, los planes B y C, que convierten el operativo de rescate en una «obra de ingeniería civil», en palabras del propio García Vidal. Uno de ellos es vertical, paralelo al pozo donde está el menor. Para hacerlo, los operativos tienen que construir una plataforma de trabajo a 30 metros de la superficie, ya que la 'pilotadora' tiene un recorrido máximo de 50 metros y se pretende llegar a una cota de 75 metros. De hecho, los operarios se afanan en crear ese espacio para la plataforma y siguieron trabajando en ello toda la noche. Los esfuerzos se centran en esta opción porque es la que resulta más factible para los expertos.

Tras establecer esa plataforma, se ejecutará una perforación con un diámetro de 1.200 milímetros para llegar a la cota en la que se encuentra el tapón y, debajo, el menor. Tras ello, se excavará, de forma manual por el equipo de mineros asturianos, otra galería horizontal de unos cuatro metros de longitud para acceder hasta el pozo del menor.

El representante de los ingenieros de caminos manifestó ayer por la mañana que, por otro lado, los especialistas ya están acabando una segunda plataforma de trabajo que se está llevando a cabo para poder acometer el túnel horizontal. «Queremos tener dos puntos de trabajo y de acceso al pozo, para así dar más seguridad en el hallazgo de Julen», apuntó.

Pese a que adelantó que el túnel horizontal se empezaría a excavar por la tarde, estas labores aún no habían comenzado al cierre de esta edición. No ha querido vaticinar cuánto tiempo se va a tardar en llegar hasta el pequeño. Ha aseverado que los operativos están trabajando en una zona compleja, tanto orográfica como geológicamente. Los equipos de rescate pueden toparse con distintas dificultades, según los materiales o la dureza de las rocas con las que se encuentren en el camino. «Esto, por supuesto, condiciona para ir más deprisa o más lento», aseguró.

De hecho, otras fuentes consultadas por este periódico han aseverado que las esperanzas de rescate se centran en el túnel vertical, ya que los operarios se están encontrando con numerosas dificultades a la hora de la ejecución del horizontal. En condiciones normales, esos trabajos se harían después de un proyecto que llevaría varios meses ejecutarlo, mientras que en el caso de Julen se ha hecho sólo en unos días.

Las mismas fuentes han explicado que se están produciendo continuamente desprendimientos y corrimientos de tierra, ya que el terreno en el que se trabaja es inestable. Así, los plazos que se dieron por el delegado del Gobierno en Andalucía, Alfonso Rodríguez Gómez de Celis, de 24 o 48 horas para tener listos los túneles, previsiblemente no se cumplirán.

Los ingenieros han insistido en la importancia de la seguridad de los trabajos que hay que acometer, ya que será por esas galerías por las que pasarán los equipos de rescate. Un impresionante despliegue el que se está realizando en Totalán, en el que los efectivos de emergencias están trabajando sin descanso. Pero también los empleados de numerosas empresas y colectivos que se han ofrecido a los coordinadores del dispositivo y a los que la Guardia Civil ha querido mostrar su agradecimiento. Han sido más de un centenar de empresas de todo el mundo, como es el caso de la arraigada en Suecia que permitió la geolocalización de los mineros chilenos atrapados a más de 600 metros bajo tierra. Ellos dieron el punto exacto en el que se encontraban, y ahora trabajan para guiar a los especialistas bajo tierra e indicarles la trayectoria para llegar hasta el tapón de tierra.

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