Hollande afianza a Rajoy como aliado para diseñar una nueva UE más fuerte

Hollande invitó a Rajoy a participar el próximo 6 de marzo, en Versalles, en una cumbre a cuatro con la canciller alemana, Ángela Merkel, y el primer ministro italiano, Paolo Gentiloni. Una reunión que supondrá la vuelta de España al directorio de la UE tras la negativa del anterior presidente italiano, Matteo Renzi, a que entrara en dicho núcleo. En este encuentro se prevé que el cuarteto de las grandes potencias europeas fije posiciones comunes cara a la reunión de la UEque se celebrará a finales de marzo en Roma para conmemorar el sesenta aniversario del tratado fundacional de la Unión Europea y donde se pretende trazar la nueva hoja de ruta del proyecto común europeo. Además, en esa misma ocasión la primera ministra británica, Theresa May, deberá activar el artículo 50 del tratado de la Unión para la salida del Reino Unido tras el Brexit.

Hollande sostuvo que se ha entrado «en otro momento» del proyecto de construcción europea y defendió una Europa a varias velocidades en cuyo grupo de cabeza quiere contar con España, Alemania e Italia ya que, según dijo, para garantizar un continente próspero es necesario que aquellos países que abogan por una mayor integración vayan «más allá y más rápido». «Se trata de definir a cuatro lo que va a ser Europa. Somos los cuatro países más importantes y nos incumbe decir lo que queremos hacer junto a otros. No se trata de descartar a los demás. Seguimos en el grupo de los 27, pero queremos avanzar con nuestro ritmo y con nuestra voluntad de dar a los ciudadanos más progreso y bienestar», afirmó.

«Ha llegado el momento para que aquellos que creemos en Europa lancemos el mensaje nítido de que estamos más unidos que nunca y queremos más integración que nunca», subrayó Rajoy durante la rueda de prensa conjunta con el presidente francés en el Centro Pompidou.

Ambos mandatarios abogaron por una Europa más unida frente a los populismos y los nacionalismos y reafirmaron su compromiso «firme» con el proyecto europeo. A este respecto, Rajoy se mostró confiado en que los partidos populistas no conseguirán destruir Europa pero advirtió de que para ello es necesario adoptar decisiones para que la ciudadanía se convenza de que la UE es garantía de un futuro más próspero y seguro. En este punto, sostuvo que debe avanzarse hacia un verdadero mercado único de la energía, afrontar la revolución digital, o dar pasos hacia la unión fiscal.

Hollande, por su parte, alertó de que hay potencias extranjeras a la que les gustaría que la UE «desapareciese o no tuviese contenido ni ambición porque Europa es portadora de valores y ha definido un modelo único en el mundo; y eso no gusta a todos». El jefe de Estado francés abogó por una UE que sea una potencia mundial pero «no para someter a los demás, sino para ser una potencia de paz y progreso».

El jefe de Estado francés defendió la política migratoria de la UE frente «a los muros» de Donald Trump, presidente de los Estados Unidos, y arguyó que la Unión Europea es útil para el control de las migraciones ante hechos como los saltos de la valla en Ceuta y Melilla.

«Es la UE la que permite tener el control y aplicar unas reglas. ¿Cuál sería la situación si no estuviera Europa para definir lo que tenemos que hacer para proteger nuestras fronteras exteriores y para tener una política de cooperación con países terceros como Marruecos o Turquía? Si no estuviera Europa, ¿qué haríamos?, ¿construir muros como hacen otros países en otro continente? ¿Y les pediríamos a los vecinos que paguen el muro? ¿Qué seríamos si Europa estuviera construyendo muros pidiéndoles a los países africanos que los pagaran?», se preguntó Hollande en alusión al proyecto de Trump de construir un muro en la frontera con México.

Mariano Rajoy que no quiso entrar en polémica con Marruecos ante una posible flexibilización de sus controles fronterizos y calificó de «magnífica» la colaboración que presta el país alauita y François Hollande coincidieron en que los principales retos a los que se enfrenta la UE son la protección frente al terrorismo, especialmente el yihadista; la consolidación del crecimiento económico y ligado a ello la lucha contra el desempleo; el control de la inmigración y la defensa común.

Acuerdos bilaterales

Además de abordar el futuro de la UE, la cumbre, en la que los presidentes de ambos países estuvieron acompañados de los ministros de Exteriores, Justicia, Interior, Fomento, Educación y Cultura, Energía y Turismo y Economía de sus países, sirvió para firmar acuerdos bilaterales en varios asuntos. Así en materia antiterrorista, Francia entregará a España toda la documentación incautada a ETA por la justicia gala desde 1999, unos fondos que se custodiarán en el nuevo Centro Memorial de las Víctimas del Terrorismo de Vitoria.

En cuanto a interconexiones energéticas, el país galo se comprometió a acelerar el proyecto de cable submarino de alta tensión a través del golfo de Vizcaya y que se prevé sufragar este año con financiación europea. Para 2018 quedará el proyecto eléctrico a través de los Pirineos y el gasoducto del Midcat. Además, avanzaron en los trabajos de conexión por AVE en el País Vasco y en el corredor mediterráneo y el atlántico.

El traslado de cadáveres vía terrestre; el refuerzo de la cooperación en materia de lucha contra la droga; la asistencia y ayuda de emergencias en zonas fronterizas; la asistencia mutua en incendios forestales; la reforma del marco de propiedad intelectual o la cooperación en el ámbito de las actividades espaciales son otros de los acuerdos suscritos.

Fue el punto y final de una intensa jornada que comenzó pasadas las 11.30 cuando la comitiva, procedente del aeropuerto, llegó a as puertas del Rectorado, donde Mariano Rajoy y François Hollande fueron recibidos por el alcalde de la ciudad, Francisco de la Torre; la presidenta de la Junta de Andalucía, Susana Díaz, y el almirante de la Flota, Juan Rodríguez Garat.

Tras escuchar La Marsellesa y el Himno Nacional español, interpretados por la banda de música de la Brigada Alfonso XIII de La Legión, los presidentes de ambos países pasaron revista a la tropa, formada por una compañía y la escuadra de gastadores del IV Tercio Alejandro Farnesio de La Legión con sede en Ronda y al mando del coronel Armada. A su conclusión, saludaron a los ministros de ambas delegaciones y al público congregado en el Paseo del Parque.

Posteriormente, ambas delegaciones posaron juntos para la foto de familia en los jardines de Pedro Luis Alonso y con el fondo de la Alcazaba. A continuación comenzaron los trabajos en el Ayuntamiento, el Banco de España y el Rectorado, que fructificaron en los denominados Acuerdos de Málaga.