Cierra La Pachamama, el primer restaurante peruano que abrió en el Centro de Málaga
El establecimiento ubicado en la calle Beatas baja la persiana tras casi una década ofreciendo auténtica comida criolla, tragos y piqueos
La Pachamama, el primer restaurante peruano que abrió en el Centro de Málaga, está a punto de despedirse de Málaga. El establecimiento de la calle ... Beatas cerrará sus puertas el próximo lunes tras casi una década de tragos y piqueos. Motivos empresariales y económicos le ha obligado a dar un paso que nunca les hubiera gustado dar.
El restaurante abrió en julio de 2016 y desde entonces han contado con una amplia clientela que les ha acompañado y valorado la calidad de su comida. Decididos a crecer, el año pasado se trasladaron a un local más grande junto al mercado de Atarazanas, pero la jugada no les salió como esperaban y tuvieron que cerrar a los pocos meses y regresar al original. Ahora, a punto de cerrar también el original, avanzan: «Hacemos un parón con idea de reconstruirnos y poder volver a abrir pasado un tiempo».
La Pachamama es el proyecto personal de la malagueña Cristina González y peruano Carlos Chávez. Ambos se conocieron en Perú, hasta donde tuvo que viajar Cristina con su anterior empresa. Carlos ya se dedicaba a la hostería y decidieron regresar a Málaga para montar un proyecto personal con un tipo de comida prácticamente desconocido hasta entonces en la ciudad.
Inicialmente comenzaron con 'tragos y piqueos', pero debido a la gran aceptación que tuvieron desde el primer momento fueron introduciendo más platos tradicionales de la cocina criolla. «Nos quedamos con la buena acogida que hubo desde el primer momento. Era una comida que no había en el Centro y nos decían que te transportaba a Perú, que es la mejor crítica que podíamos recibir», recuerda Cristina.
Debido al numeroso público que les visitaban y a la gran cantidad de clientes fijos que tenían, Cristina y Carlos comenzaron a buscar un local más grande para ampliar el restaurante. Lo encontraron en la calle Olozaga, en el entorno del mercado de Atarazanas, y realizaron un traslado que no les salió bien. Su idea era trasladar el restaurante hasta la nueva ubicación y mantener el original más pensado en cócteles y tragos, pero «el momento no nos ha acompañado». «Con todo el dolor de nuestro corazón hemos tenido que cerrar y traspasarlo».
Días antes del cierre definitivo se han despedido de sus clientes a través de las redes sociales y con un mensaje de esperanza: «Después de casi 10 años La Pachamama se despide. Queremos agradecer a todos nuestros clientes y a todos los que han formado parte del equipo todo el apoyo durante este tiempo. Esperamos volver a veros pronto. Gracias por lo vivido y por lo soñado!»
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