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Un Málaga blando permite la remontada en Burgos (2-1)
No fue capaz de conservar la ventaja inicial tras el gol de Dani Lorenzo en dos graves despistes atrás en otra mala actuación colectiva, que le acarrea la tercera derota consecutiva liguera
Burgos
Cantero; Lizancos, Aitor Córdoba (Sergio González, m.69), Grego Sierra, Miguel; Atienza, Morante; David González (Cantero, m.84), Appin (Fermín m.68), Íñigo Córdoba (Curro, m.57), y Fer Niño (Mario González, m.69).
2
-
1
Málaga
Alfonso Herrero; Murillo, Galilea, Montero, Dani Sánchez (Gabilondo, m.46); Juanpe (Haitam, n.80), Dani Lorenzo, Rafa (Dorrio, m.70); Larrubia, Chupete (Jauregi, m.70) y Lobete (Dotor, m.59).
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Goles: 0-1, m.10: Dani Lorenzo, en acción individual, tras recuperar el balón en una presión alta del equipo y hacer la pared con Lobete, irse de Aitor Córdoba y marcar de tiro cruzado. 1-1, m.28: Appin, de volea en una falta lateral botada por David González, ganando la espalda a Chupete. 2-1, m.76: Miguel, marca sin la vigilancia de Dorrio ni Gabilondo, tras un centro de David González desde la derecha.
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Árbitro: Palencia Caballero (Comité vasco), asistido en el VAR por López Toca (cántabro). Amarilla a Fer Niño, Aitor Córdoba, Atienza, David González, Curro, y a los visitantes Rafa, Murillo y Galilea, este dos veces (expulsado en el m.92). También hubo roja a Pellicer tras el partido por protestas de este.
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Campo: El Plantío. 8.808 personas.
El Málaga cada vez huele peor. Diluida la fragancia veraniega, ha caído en picado con tres derrotas seguidas y un punto sobre doce. Ni siquiera ... comenzando el partido con un gol a favor, a los diez minutos, obtuvo botín de El Plantío, un escenario extraño, en el que el Burgos, cada semana que pasa con menos fútbol para la categoria, obtiene réditos increíbles. Este domingo, tres remates entre los tres palos y dos goles. Suficiente ante un rival blando, al que le pesa un número de bajas que no soporta hoy ningún equipo de categoría profesional, y que le hizo acabar el partido con un once de circunstancias (con Gabilondo, Dorrio, Haitam, Murillo o Jauregi) o, mejor dicho, con un diez al autoexpulsarse Galilea en el añadido.
Dicho todo esto, el Málaga ofrece una blandura desesperante, muy poco competitiva. Los dos goles encajados son una buena muestra, de marcajes con la vista, y en ataque, cundo este equipo actúa a domicilio hay que celebrar cada remate como un hito. Su presión sin balón tampoco es constante y empieza a pagar un partido tras otro, con un calendario que cada vez pinta más cuesta arriba, también porque al mismo tiempo aparecen más motivos para dudar.
Grandes desatenciones en los goles de Appin y Miguel para el cuadro local que premiaron en exceso a un Burgos con tres remates a puerta
Partió sólo con tres cambios en su once el Málaga, porque no hay más cera que la que arde. En otro contexto, sus dos últimas derrotas habrían dado para más, pero con ocho bajas en sus filas, las únicas variantes fueron la apuesta por Dani Sánchez (en lugar de Víctor García), Lobete (por el lesionado Adrián Niño, para la banda izquierda), y Rafa, con la intención de que Dani Lorenzo jugase más retrasado y participase más en la génesis del juego de ataque.
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La salida inicial del Málaga no fue mala, pero se diluyó pronto, justo tras el gol, que pareció sentarle mal al equipo, con lo traumático que podría ser para su rival verse abajo en el marcador a los diez minutos. La acción del tanto, el primero en 260 minutos del equipo, tuvo mucha miga, porque partió del esfuerzo solidario del equipo presionando hasta el área rival, con Chupete acosando a Cantero en su salida con el pie. Tal desgaste casi siempre suele tener premio a corto medio plazo. Recupero Dani Lorenzo en la zona de tres cuartos, hizo la pared con Lobete y se fue de Aitor Córdoba para definir en una diagonal mortífera, en su primera diana en diez meses.
Debutaron de forma testimonial en la segunda mitad los extremos Dorrio y Haitam, este que llevaba sin jugar más de un año
Partió sólo con tres cambios en su once el Málaga, porque no hay más cera que la que arde. En otro contexto, sus dos últimas derrotas habrían dado para más, pero con ocho bajas en sus filas, las únicas variantes fueron la apuesta por Dani Sánchez (en lugar de Víctor García), Lobete (por el lesionado Adrián Niño, para la banda izquierda), y Rafa, con la intención de que Dani Lorenzo jugase más retrasado y participase más en la génesis del juego de ataque.
La salida inicial del Málaga no fue mala, pero se diluyó pronto, justo tras el gol, que pareció sentarle mal al equipo, con lo traumático que podría ser para su rival verse abajo en el marcador a los diez minutos. La acción del tanto, el primero en 260 minutos del equipo, tuvo mucha miga, porque partió del esfuerzo solidario del equipo presionando hasta el área rival, con Chupete acosando a Cantero. Tal desgaste casi siempre suele tener premio a corto medio plazo. Recuperó Dani Lorenzo en la zona de tres cuartos, hizo la pared con Lobete y se fue de Aitor Córdoba para definir en una diagonal mortífera, en su primera diana en diez meses.
Sin embargo, el Málaga reculó. Sin mucho tiempo con el balón, empezó a ser más vulnerable en las disputas individuales, y el Burgos fue capaz de empatar a balón parado. La eficacia era máxima en las áreas en lo que iba de partido. Ahora centró David González en una falta lateral y Appin, el mejor de los locales, irrumpió ganándole la espalda a Chupete para empalmar una volea demoledora. Media hora, dos remates entre los tres palos, otros tantos goles.
El fornido volante francés, tras un largo periodo de lesión la pasada campaña, fue una pesadilla para el Málaga. Provocó una amarilla de Rafa y estuvo en casi todas desde su puesto a la espalda de Fer Niño. De más a menos los de Pellicer le perdieron el hilo a su propuesta. Cada vez con menos posesión, con Chupete muy solo, Larrubia desaparecido y sin manejo alguno de balón en el centro del campo, un pecado este que se viene repitiendo desde jornadas atrás, con propuestas cambiantes en la alineación.
En un saque de esquina casi marca Miguel, al que ganó la partida Galilea, y antes lo intentó desde lejos David González. A Pellicer le preocupaba también una amarilla absurda que le sacó Fer Niño a Murillo en la línea de banda en una acción intrascendente y, dado que se vio al técnico dando instrucciones a Gabilondo antes del intermedio, se preveía su salida, pero la sorpresa fue ver que se iba Dani Sánchez, con el manchego pasando ahora a la izquierda. También se cambió de banda Larrubia, con Lobete tratando de aparecer por la derecha.
Como en el primer tiempo, el Málaga salió más metido tras el paso por los vestuarios, con una gran oportunidad de Rafa, el llegador por excelencia del equipo, tras una pérdida de Morante. Sufría menos el equipo, pero ahora sí que el partido cumplía claramente con el guión. Se jugaba con armadura, con continuos parones por faltas y la ruleta de cambios, y en este escenario, aunque el cuadro de Martiricos parecía un punto mejor, estaba expuesto a lo que sucedió.
Pudo parecer tan cruel como en Huesca, pero fue un castigo a la escasa propuesta ofensiva. Tras un tiro a puerta de Larrubia, en el minuto 73, lo único que anotar para el equipo, llegó el centro de David González (doble asistente en los goles) y la definición de Miguel, al que Dorrio no siguió, ni Gabilondo vigiló a su espalda. Tras el 2-1, con algunos minutos por jugar y el debut de Haitam, no hubo reacción alguna.
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