La Cátedra de IA aplicada a la Salud, en el aire al recibir la UMA la mitad de la subvención que pidió
El presupuesto de este proyecto es de 900.000 euros y el Gobierno sólo va a aportar 499.379; la institución malagueña pide flexibilizar las condiciones de ejecución porque no puede poner el dinero que falta
A finales de enero de este año llegaba una (aparentemente) buena noticia para la UMA: el Gobierno la incluía entre las universidades que recibirán financiación ... europea para la constitución de cátedras dedicadas a la investigación, divulgación, docencia e innovación sobre inteligencia artificial (Cátedras ENIA). El proyecto presentado por la institución malagueña, con la farmacéutica Pfizer como aliada, se centraba en la investigación de las posibilidades que brinda la IA en el campo de las ciencias de la salud.
Estas cátedras tenían como fecha prevista de arranque el pasado mes de septiembre. Sin embargo, la resolución de concesión de las ayudas destinadas a la creación de estas cátedras tiene una letra pequeña que, a día de hoy, imposibilita su puesta en marcha. De los 900.000 euros que pidió la Universidad de Málaga sólo le han concedido 499.379, es decir, el 55,5% del presupuesto financiable. Y las condiciones de ejecución de las ayudas impiden que la UMA reduzca el presupuesto y adapte el proyecto a esta infrafinanciación: para poner en marcha la cátedra tendría que aportar, con fondos propios, los 400.621 euros restantes. Esto es algo que, en la actual situación financiera de la UMA, es «imposible». Lo dice el rector, Teo López, que habla de «convocatoria envenenada» y muestra su pesar ante la alta probabilidad de que esta cátedra «estratégica para la UMA» acabe en agua de borrajas.
«La Universidad tiene un interés estratégico en esta cátedra, igual que lo tiene en la Cátedra Chip, que afortunadamente sí ha recibido todo el presupuesto solicitado», afirma López, que destaca el valor de los científicos que están detrás de esta iniciativa, empezando por el investigador principal, José Manuel Jerez, del Grupo de Investigación de Inteligencia Computacional en Biomedicina de la Escuela Técnica Superior de Ingeniería Informática; y el prestigioso doctor Emilio Alba al frente de la Unidad de Gestión Clínica Intercentros de Oncología. «Son investigadores que están trabajando en la frontera del conocimiento», afirma el rector. Sin olvidar, añade, el «compromiso» de la farmacéutica Pfizer, que está dispuesta a aportar alrededor de 168.000 euros que se sumarían a los fondos públicos de esta Cátedra Universidad-Empresa.
El vicerrector de Transferencia, Empresa y Transformación Digital, Enrique Márquez, es claro al afirmar que la creación de la Cátedra de IA aplicada a la Salud «no es viable salvo que encontremos una solución para no tener que aportar de fondos propios todo ese dinero». «Hemos barajado devolver la subvención para no generar intereses, pero queremos explorar cualquier resquicio para evitar que se pierda esta oportunidad», añade.
Otras universidades, también infrafinanciadas
Ese resquicio pasaría necesariamente por una flexibilización de las condiciones de la convocatoria de Cátedras ENIA. No es sólo Málaga la que está en esta situación. A nueve de las 22 universidades que resultaron adjudicatarias de estas subvenciones se les ha asignado una cantidad sensiblemente inferior a la que pidieron. La Universidad de Sevilla pidió casi 1,5 millones de euros y le han concedido 823.000; la Politécnica de Cataluña, 1,2 millones y le dan 668.000; la Politécnica de Valencia, 900.000 y le han asignado algo más de 499.000; la Rey Juan Carlos, cerca de 480.000 y le corresponden 375.000; la de Oviedo, 600.000 y recibe cerca de 333.000; la Autónoma de Madrid, 655.000 y sólo se le asignan 363.000; la de Alicante, casi 440.000 y le conceden 240.000; y CEU San Pablo, 290.000 y recibe 233.000. Varias universidades, entre ellas la de Málaga, presentaron alegaciones para intentar que les financiaran todo el presupuesto solicitado, pero fue en vano. En cambio, hay instituciones, como la de Granada, que al haber recibido el 100% del dinero solicitado sí han podido poner en marcha sus cátedras de IA este curso.
Existe la percepción entre las universidades afectadas por la infrafinanciación de que el Ministerio ha querido repartir café para todos, pero para ello ha recortado las ayudas hasta un punto en que resulta inviable para estas instituciones suplirlas con fondos propios. En total, el Gobierno ha repartido en esta convocatoria 16 millones de euros entre 22 universidades.
Buscando una solución
Ante estos problemas, los investigadores principales de las cátedras de las universidades afectadas se han coordinado para abrir un diálogo con la Secretaría de Estado de Digitalización e Inteligencia Artificial, con el objetivo de buscar una solución a los problemas que ha generado esta convocatoria de subvenciones. «Tuvimos una primera reunión, tras la cual nos pidieron que cada universidad enviáramos un informe sobre nuestra situación. Ahora estamos a la espera de que nos vuelvan a convocar», informa José Manuel Jerez. «La idea es flexibilizar las condiciones de ejecución de las ayudas, tanto en plazo de ejecución como en inversión a realizar. Pedimos, por ejemplo, que se puedan computar las horas de investigación y los recursos computacionales», explica el investigador, que confiesa que en su larga trayectoria «nunca» se había enfrentado a unas condiciones tan rígidas.
«Ojalá se encuentre una solución; si no, hay muchas universidades que tendrán que acabar devolviendo el dinero. Eso sí, habrá que hilar muy fino para encontrarla porque son fondos europeos que tienen condiciones de ejecución muy concretas», admite.
¿Qué iba a hacer la Cátedra de IA en Ciencias de la Salud?
La Cátedra UMA-Pfizer de Inteligencia Artificial en Ciencias de la Salud se marca como objetivos «el desarrollo de actividades de investigación de la inteligencia artificial en su aplicación a las ciencias de la salud; la implementación y desarrollo de algoritmos, métodos, modelos, aplicaciones y productos que puedan ser distribuidos para su uso en otros centros de investigación, centros médicos y empresas, dentro del ámbito nacional e internacional; así como la divulgación de todas las actividades realizadas y la formación de nuevos expertos en el campo».
Esta cátedra no parte de cero, ni mucho menos: el Grupo de Inteligencia Computacional en Biomedicina de la UMA lleva muchos años investigando cómo aplicar esta tecnología ahora tan de moda para mejorar la atención sanitaria, concretamente en el ámbito de la oncología. En este camino ha ido siempre de la mano de la Unidad de Gestión Clínica Intercentros de Oncología, dirigida por el doctor Emilio Alba.
Bajo el paraguas de la Cátedra, el equipo dirigido por Jerez (en el que se encuadran ocho investigadores) tiene la intención de seguir profundizando en el análisis y extracción automática de información contenida en la historia clínica electrónica en salud y además se adentrará en otras vías de aplicación de la IA, como el diseño de sistemas de ayuda al diagnóstico por imagen; la extracción de información de redes sociales en el ámbito de la salud y el diseño de chats conversacionales de ayuda a la interacción de pacientes con el sistema de salud. Aplicaciones que, además, pretende extender a otros hospitales y a otras áreas de la medicina.
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