Las claves de los últimos tiroteos en Marbella
Los agentes de la UDYCO avanzan en las pesquisas para esclarecer los incidentes con armas de fuego registrados desde febrero, que en su mayoría tuvieron lugar en la zona de Nueva Andalucía
Marbella ha sido escenario de cinco tiroteos que han dejado tres heridos e importantes daños en un establecimiento desde febrero. El último ocurrió la semana pasada, cuando una ráfaga de detonaciones puso en alerta a los vecinos de la urbanización Los Naranjos ... , en Nueva Andalucía -donde se han registrado cuatro de estos incidentes-, nada más entrar la madrugada. Al parecer, instantes antes de que abrieran fuego contra la víctima se produjo un forcejeo en el que dos individuos intentaron arrebatar una bolsa deportiva. Su contenido continúa siendo una incógnita para los investigadores, según aseguraron a SUR fuentes próximas al caso.
Las pesquisas, sin embargo, apuntarían a que tanto los agresores como el perjudicado -un varón de 21 años y nacionalidad británica- serían conocidos y a que dentro de la mochila habría dinero o una importante partida de droga. Los autores se dieron a la fuga en un automóvil y los agentes hallaron a la víctima tendida junto a otro coche que estaba estacionado y con las puertas abiertas. Lo auxiliaban un hombre y una mujer, a la que encontraron llorando junto al chico, que presentaba lesiones de bala en una rodilla y en la zona de la pelvis.
Pese a la rapidez de los policías, supuestamente ya no había ni rastro de la bolsa. No obstante, los efectivos continúan haciendo gestiones para tratar de identificar y arrestar a los autores de los disparos. Lo que parece claro es que estaría relacionado con el crimen organizado y el tráfico de drogas, de ahí que la investigación haya recaído en los funcionarios de la UDYCO -algo común en prácticamente todos los casos ocurridos desde febrero- y que pudo tratarse de un vuelco de sustancias estupefacientes o de un intento de robo de dinero.
En esta ocasión, como suele suceder cuando hay armas de fuego de por medio, la víctima se acogió a la ley del silencio. Pese a que esta falta de colaboración es habitual, la Policía Nacional ya ha resuelto dos de los tiroteos ocurridos desde el 10 de febrero en la zona de Nueva Andalucía. Las últimas detenciones se produjeron en Semana Santa, cuando se arrestó a los dos presuntos autores -de origen británico- de los disparos efectuados a plena luz del día el pasado 11 de marzo contra el restaurante La Sala. La investigación, no obstante, continúa abierta.
Según pudo saber este diario, la noche anterior al suceso, al parecer, se produjo una discusión en el local entre uno de los encargados y uno de los detenidos en la que, supuestamente, ya hubo amenazas. No obstante, los investigadores estarían convencidos de que ese encontronazo tendría un trasfondo que todavía no se ha esclarecido del todo y que los disparos fueron una especie de aviso. En este caso, siempre según las fuentes, las cámaras de seguridad fueron claves para identificar a los presuntos autores.
La minuciosa labor de visionado de las imágenes permitió reconstruir lo que sucedió antes de las doce de aquella mañana, cuando el establecimiento recibió 15 disparos desde las inmediaciones. Un individuo abandonó una vivienda de Nueva Andalucía a bordo de una Honda 750 con el rostro oculto bajo un casco integral. La moto, en ese momento, portaba una matrícula británica. El motorista se desplazó a otra casa situada a poca distancia y se introdujo en un garaje. A continuación, las cámaras mostraron a dos hombres que salían de dicho domicilio.
Al emprender la marcha, el anterior individuo ahora viajaba como copiloto y la placa había sido cambiada por otra española. El restaurante, al parecer, estaba a punto de abrir al público, por lo que se sospecha que los autores sabían que habría trabajadores en su interior. El conductor esperó con la motocicleta de gran cilindrada encendida mientras el otro se apeó de la misma y efectuó una quincena de detonaciones, que impactaron en su mayoría contra la cristalera. Las balas, de calibre 9mm Parabellum, también quedaron incrustadas en algunos sillones. A continuación se dieron a la fuga.
Los dos detenidos, que rondan los 30 años y son de origen británico, ingresaron en prisión provisional tras ser detenidos. Según fuentes próximas, entre otros delitos se les imputan delitos de tentativa de homicidio, amenazas graves, tenencia ilícita de armas -en la vivienda de uno de ellos se halló una pistola, aunque el estudio balístico tendrá que aclarar si fue la misma que se empleó en el atentado-, falsificación de documentos e infracción de la Ley de Extranjería. Asimismo, en estas inspecciones los funcionarios intervinieron un machete de grandes dimensiones y 31.190 euros.
El Cuerpo Nacional de Policía también ha esclarecido el primero de esta serie de tiroteos ocurridos en la ciudad marbellí, que tuvo lugar en Nueva Andalucía la noche del 10 de febrero y se saldó con un joven de origen sueco herido tras ser alcanzado por las balas en una pierna y un brazo. De acuerdo con fuentes policiales, se trató de un ajuste de cuentas enmarcado en un conflicto entre clanes rivales de Suecia. Todo apunta a que fue una doble tentativa de asesinato, ya que la víctima iba acompañada de otro hombre que huyó a la carrera en cuanto empezaron las detonaciones.
En este caso, una de las hipótesis que se barajan es la de la lucha entre grupos criminales por territorios y, por supuesto, se sospecha su presunta relación con el tráfico de drogas. Los tres arrestados, de entre 24 y 31 años, fueron puestos a disposición de la autoridad judicial, que decretó el ingreso en prisión para dos de ellos.
Auténticos profesionales
Los expertos lo llevan tiempo alertando: la Costa del Sol se ha consolidado como lugar de referencia y asentamiento de las bandas dedicadas al narcotráfico, cuya violencia no entiende de límites cuando se trata de conquistar territorios y perseguir sus fines. SUR ha contactado con el delegado de la Fiscalía Especial Antidroga en Marbella, Carlos Tejada, quien, sin entrar en detalles relacionados con las investigaciones abiertas por estos últimos incidentes con armas de fuego, asegura que tras los mismos hay «auténticos profesionales».
Prueba de ello, incide, es la adopción de «todo tipo de precauciones» -como en el caso del tiroteo al restaurante, en el que se cambió de posición el conductor de motocicleta, usaron placas de matrícula falsas y desde el inicio iban ocultos con cascos integrales- para «despistar» a la policía. «No estamos hablando de personas que actúan sin pensar; al contrario, cuando van a cometer un acto de estas características lo llevan todo planificado en su cabeza», hace hincapié.
Asimismo, Tejada está convencido de que estos sucesos están, de algún modo, estrechamente conectados con el tráfico de sustancias. De hecho, no es anecdótico que en estos casos ni los tiradores cuenten con un permiso para la tenencia de armas -lo que en sí ya constituye un delito- ni empleen armas que estén debidamente registradas, lo que suponen indicios bastante claros de la posible pertenencia a una organización criminal, como pone de manifiesto.
«El negocio de las drogas mueve tanto dinero que los que están dentro lo que quieren es tener su territorio, y si para ello tienen que disparar a otros para echarlos o porque hay algo que ha salido mal, no van a pestañear», sostiene al respecto el fiscal. Como reconoce, la presencia de estas bandas, que normalmente se toman la justicia por su mano, también llega a salpicar a establecimientos comerciales y hosteleros, bien porque los dueños de los locales se vean sometidos a extorsiones o atrapados por una deuda que, de no hacerse frente, «tendrá consecuencias violentas».
Para el delegado de la Fiscalía Especial Antidroga en Marbella, tampoco resulta extraño que Nueva Andalucía haya sido el escenario en el que han ocurrido la mayoría de estos tiroteos. «Se trata de un sitio con infinidad de urbanizaciones, muchas de ellas de lujo, con muchísimos locales y restaurantes y varios campos de golf; allí es muy fácil pasar desapercibido por la gran comunidad extranjera que hay, por lo que no es raro que sea un sitio también de asentamiento o en el que se mueven los criminales», detalla Tejada.
Contra esta situación, incide en que la labor de los grupos policiales como la UDYCO o el GRECO es esencial y que las pesquisas, al cabo del tiempo, acaban dando sus frutos. «Contamos con agentes que están muy especializados y también con medidas tecnológicas autorizadas que están siendo de gran ayuda para resolver estos casos», comenta.
Más medios
Los sucesos con armas de fuego registrados este año en la provincia de Málaga -a estos cinco hay que sumar otros dos en Mijas hace una semana y otro que se produjo a primeros de marzo en Fuengirola- también han llevado a los sindicatos policiales a demandar más medios humanos y materiales para luchar de manera ágil contra el crimen organizado.
«Hace un par de años ya se alertaba de que en la Costa del Sol había asentadas unas 80 o 90 bandas», mantiene al respecto la portavoz en Málaga del Sindicato Unificado de Policía (SUP), Mariló Valencia, quien subraya que en Marbella hacen falta, al menos, unos 200 policías nacionales más de los que actualmente dispone su comisaría.
La representante sindical lamenta que «se están normalizando los ajustes de cuentas o los vuelcos» en la provincia malagueña, principalmente en la ciudad marbellí. «Lo ideal sería que tuviera, como mínimo, el mismo número que en Algeciras, más de 500 funcionarios», puntualiza.
Precisamente, una de las demandas que viene manteniendo SUP tiene que ver con la actualización del catálogo de puestos de trabajo, que data del año 2008, a pesar del enorme crecimiento de población que ha experimentado toda la provincia y, sobre todo, los municipios que integran la Costa del Sol.
Para Valencia, también es vital que los funcionarios puedan ejercer su labor en condiciones de seguridad. De ahí que ponga de relieve que continúa habiendo policías a los que no se dota de chalecos -que en muchos casos acaban adquiriendo ellos mismos- o pistolas eléctricas, además de que falta una inversión en vehículos de alta gama que permita realizar persecuciones eficaces, entre otros medios.
«El uso de pistolas o subfusiles se está normalizando cuando no debería ser así», agrega la portavoz del SUP en Málaga, quien aboga por una modificación en relación a la normativa relativa a las armas de fuego para que su tenencia en ningún caso quede en una mera sanción administrativa. «Eso únicamente significa dinero, y precisamente dinero es lo que le sobra a estas organizaciones criminales», reflexiona Valencia.
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