Así se debe actuar ante la sospecha de sufrir un ictus

Pero, ¿cómo hay que actuar ante la más mínima sospecha de que se puede estar sufriendo un ictus?

Aunque los síntomas dependen de la zona de cerebro que se vea afectada, los más significativos son dificultad para hablar repentinamente o para comprender; boca torcida de manera repentina (parálisis facial); pérdida brusca de la fuerza y sensibilidad en un brazo; hormigueo en la cara, brazo, pierna o un lado del cuerpo y debilidad repentina; dificultad para caminar, pérdida de equilibrio o coordinación; dolor de cabeza muy intenso sin causa conocida, o pérdida de visión en un ojo total o parcialmente.

Noticia Relacionada

Síntomas que alertan de que se puede estar sufriendo un ictus

Ante cualquiera de estos síntomas, no se debe minimizar el peligro, ni esperar que estos pasen, ni ir conduciendo al hospital. Hay que llamar de inmediato al 061. Serán los profesionales sanitarios los que valorarán la situación y activarán, en caso de que sea necesario, el 'código ictus' (sistema que permite la rápida identificación, notificación y traslado de los pacientes con ictus a los servicios de urgencias). De este modo, puede ponerse en marcha el proceso intrahospitalario de diagnóstico definitivo y el potencial tratamiento mientras se traslada al paciente con ictus hasta el Servicio de Urgencias.

En Málaga, hay dos unidades especializadas en ictus destinadas de forma exclusiva a la atención a pacientes con esta patología. Una de ellas se encuentra en el Hospital Regional (antiguo Carlos Haya, situado en la avenida de Carlos Haya, 84) y la otra en el Hospital Clínico Universitario (Hospital Virgen de la Victoria, ubicado en el Campus de Teatinos, S/N). No obstante, como aclaran los especialistas, en un primer momento los pacientes con sospecha de estar sufriendo un ictus pueden tratarse en cualquier centro hospitalario, ya que lo primero que se precisa es realizar un TAC para comprobar si realmente se está ante un accidente cerebrovascual y, en caso afirmativo, si se trata de un ictus isquémico o hemorrágico. Los profesionales serán los que, en segunda instancia, deriven a uno de los dos hospitales con unidades de ictus en Málaga si consideran que la situación así lo requiere.

Las personas que están sufriendo un ictus en muchos casos no responden ni son capaces de pedir ayuda, por ello, ante la más mínima sospecha, los neurólogos recomiendan a los que estén cerca de ellas hacer una serie de comprobaciones. En concreto, que sonría, que levante los brazos y que responda a alguna pregunta.

Es lo que se conoce como la 'escala de Cincinnati', una de las más utilizadas para la valoración temprana de un accidente cerebrovascular. Esta escala evalúa la presencia o ausencia de parálisis facial, la debilidad asimétrica del brazo y posibles anomalías del habla.

Al pedir que sonría, se puede detectar si un lado de la cara no se mueve tan bien como el otro (aunque a veces a simple vista ya se aprecia que existe una asimetría en la cara o un ojo está más abierto que el otro). Al levantar los brazos, si uno de ellos no se mueve o cae respecto al otro puede indicar que algo no va bien. También son signos de alerta que hable arrastrando las palabras, utilizando palabras incorrectas o directamente no pueda hablar.

Si en alguno de estos tres casos los comportamientos no son normales, se debe llamar rápidamente al 061. Mientras se espera a la ambulancia, desde Cruz Roja aconsejan no dar nada de comer ni beber a la persona y vigilar cualquier cambio que haya. En el caso, de que pierda la conciencia, señalan que lo primero será cerciorarse de que respira; de ser así, se le colocará en la posición lateral de seguridad. Si no respira, habría que comenzar con las compresiones RCP hasta la llegada de la ambulancia.