El nuevo obispo de Málaga, José Antonio Satué, tomará posesión en septiembre

Los últimos meses de Catalá al frente de la diócesis malagueña, en la que ejercerá como administrador apostólico hasta septiembre, han estado marcados por la grave crisis de salud que padeció tras la pasada Semana Santa, al contraer una fuerte septicemia, tras ser operado en tres ocasiones de la vejiga y la próstata, que lo mantuvo varios días ingresado en la UCI e hizo que se temiera por su vida.

Dos meses después de este episodio, que impidió la presencia de Jesús Catalá en los actos por el Jubileo de las Cofradías que se celebraron en Roma y que tuvieron como protagonista a la Virgen de la Esperanza de Málaga, junto al Cristo de la Expiración de Sevilla, se ha conocido quién es el sustituto del mitrado valenciano al frente de la diócesis malagueña, después de un periodo de gobierno episcopal que ha durado 17 años. El Derecho Canónico establece un plazo de dos meses desde el nombramiento para que un obispo ya consagrado y en el ejercicio de su ministerio tome posesión de su nueva diócesis, por lo que Satué tomará posesión de la sede malagueña en septiembre. En concreto, lo hará el sábado día 13, una ceremonia solemne que tendrá lugar en la Catedral, a las 11 horas.

José Antonio Satué, de 57 años de edad, fue consagrado por el cardenal arzobispo de Barcelona Juan José Omella el 18 de septiembre de 2021 para colocarlo al frente de la diócesis turolense. Nacido el 6 de febrero de 1968 en Huesca, vivió su infancia en la localidad oscense de Sesa. En 1987, con apenas 19 años, obtuvo el título de técnico especialista en electrónica industrial, pero gracias al testimonio de sacerdotes y del obispo oscense Javier Osés, descubrió su vocación sacerdotal, que le llevó a entrar en el seminario metropolitano de Zaragoza ese mismo año.

Fue ordenado sacerdote el 4 de septiembre de 1993 por el obispo Osés en la Catedral de Huesca, de cuya diócesis fue vicario general, delegado de Medios de Comunicación, vicario judicial, y deán de la catedral, entre otros cargos en diferentes parroquias. Además, el año pasado pronunció el pregón de la Semana Santa oscense. En 2015 fue destinado a Roma como miembro de la Congregación para el Clero, en la que trabajó como oficial hasta su designación como obispo en 2021.

Satué es un prelado afín a la línea del Papa Francisco. De hecho, el ya fallecido pontífice lo designó en 2022 como juez en un proceso canónico que ordenó abrir contra un profesor de un colegio del Opus Dei de Vizcaya, al que la Iglesia había absuelto anteriormente, en 2015, por un delito de abusos sexuales continuados contra un alumno, por el que sí fue condenado por la Justicia española a dos años de cárcel que finalmente no tuvo que cumplir. La presencia de este alumno en el documental 'Amén' que protagonizó Francisco, con la dirección de Jordi Évole, llevó al anterior Papa a ordenar que se volviera a instruir una causa canónica contra este profesor. Finalmente, el nuevo proceso canónico únicamente derivó en su expulsión del Opus Dei, sin condenar a la prelatura ni fijar indemnizaciones.

Hace dos años, Satué entró a formar parte del Dicasterio de los Obispos, donde trabajó de cerca con el actual Papa León XIV, ya que el cardenal Robert Prevost estuvo también desde 2023 al frente de este departamento vaticano, antes de ser designado como sucesor de Francisco el pasado 8 de mayo.

Asimismo, este obispo goza del respaldo del cardenal Omella, que lo consagró para el episcopado, y del madrileño José Cobo, dos figuras de gran peso actualmente en la Conferencia Episcopal Española. Su nombre ha llegado a sonar incluso para otras diócesis de mayor peso en la estructura de la Iglesia en España, pero finalmente viene para Málaga.

En una reciente entrevista con 'El Diario de Teruel', al ser preguntado por los rumores sobre su designación como obispo para Málaga, Satué respondió: «el día que la Iglesia me pida que vaya a servir en otro sitio, estaré también disponible». En esa entrevista también se mostró muy satisfecho por los cuatro años de obispo en Teruel, una diócesis pequeña y «familiar», y confesó su deseo de ejercer su labor eclesiástica «como un cura de pueblo que ayuda a las personas concretas en cuestiones pequeñas y que intenta ser transparencia de ese amor y de esa ternura que experimento de Dios en cada momento».