El Aula del Mar necesita una inyección urgente de 500.000 euros para no cerrar

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La institución hace un llamamiento a las instituciones malagueñas que puedan colaborar para que se repartan el coste, por lo que no sería una cantidad muy abultada. En el supuesto de que lo asumieran a partes iguales entre el Ayuntamiento, la Diputación de Málaga y la Junta cabrían a poco más de 150.000 euros cada una. «No queremos dinero para poder abrir durante un año, sino un convenio con las instituciones y un compromiso de colaborar a largo plazo para tener estabilidad y poder dedicarnos a nuestro cometido de investigación y educación ambiental».

A ello, se suma la deuda contraída durante la pandemia, sobre todo el alquiler de la costosa sede del Palmeral (unos 4.000 euros al mes) que se deben a la Junta, que es la propietaria del edificio. A pesar de que la situación es crítica, no pierde la esperanza. «Somos bastante optimistas, las instituciones conocen perfectamente la situación y vamos a buscar una solución», como ya se consiguió años atrás para permitir la continuidad del Centro de Recuperación de Especies (Crema). «El mensaje que nos transmiten desde Avra (Agencia de Vivienda de la Junta, titular de la sede) es que estemos tranquilos porque vamos a encontrar una solución». Actualmente, son 17 trabajadores, todos en Erte salvo los cuatro que se dedican al Crema.

Pero por encima de las cuestiones económicas, Cristina Moreno se queda con la «unión» de la sociedad malagueña que le ha mostrado masivamente su apoyo. La campaña Salvemos Juntos al Aula del Mar ha recabado en pocos días las firmas de casi 200 instituciones y empresas y más de 3.000 ciudadanos. «Después de un año de cierre habíamos perdido la perspectiva, pero ahora sabemos que tenemos que continuar, después de tantas muestras de apoyo». Entre las más llamativas hay vídeos de colegios y entidades medioambientales de México, Australia y Francia. «El Aula del Mar es un símbolo de Málaga construido entre todos, no pertenece a los socios ni a los que trabajan en ella sino que es un bien social, cultural y medioambiental; es de esos miles de personas que han pasado por ella y de los que quedan por venir».

De ahí el llamamiento a las entidades públicas para que se presten a llegar a un acuerdo que permita la apertura y la estabilidad: «Han mostrado su preocupación y sabemos que están buscando soluciones». La próxima semana mantendrán reuniones con el alcalde de la capital, Francisco de la Torre; con la delegada del Gobierno de la Junta, Patricia Navarro y con el presidente de la Diputación de Málaga, Francisco Salado. También quieren implicar a la Autoridad Portuaria, pues sus instalaciones se ubican en los muelles portuarios y ambas entidades han mantenido un vínculo histórico. «Nos sentimos responsables y respaldados por esa ola gigante de apoyos que estamos recibiendo».

Juan Antonio López, presidente de la entidad y del comité español de la UICN, añade que el Aula del Mar ha aportado su grano de arena para la conservación del medio ambiente en el mundo. «Tras más de 32 años de esfuerzo conservacionista (se fundó en 1989), cuando la protección de la naturaleza no era una prioridad política ni una preocupación de la sociedad, se ha convertido en un elemento educativo fundamental para decenas de miles de jóvenes y personas de todas las edades, por el sueño de preservar el medio ambiente y educar; el Aula del Mar no es uno lujo sino una necesidad».