¿Qué agua habrá en los lavapiés de las playas de Málaga capital?
El Ayuntamiento ultima un proyecto piloto para que se extraiga del mar y llegue a esta instalación a través de canalizaciones. Las duchas no podrán ser de agua salada porque la Junta exige que sea de agua potable
La sequía, de la que salimos lentamente, ha vuelto a recordar a las ciudades de la cuenca mediterránea que los periodos de escasez de agua ... las ponen en el disparadero, sobre todo a una urbe como Málaga, que es eminentemente turística. El área de Playas ya daba cuenta el año pasado, allá por el mes de marzo, de que el Ayuntamiento de Málaga estudiaba usar agua de mar para las duchas y lavapiés, pero según la Junta, la primera opción no es viable ya que las duchas deben incorporar agua potable, es decir apta para el consumo humano.
Pero lo que sí quedaba claro en la comisión de pleno de Medio Ambiente esta semana es la firme decisión del Ayuntamiento de acometer un proyecto piloto, para el que se dispondría tan sólo en una instalación de este tipo en una de las playas y se testaría para ver cómo funciona la captación del agua del mar, las canalizaciones y el uso de las mismas, como explicaba la concejala de Playas, Teresa Porras, a este periódico, después de que este asunto saliera a la palestra durante una iniciativa de Vox para la mejora de los servicios en las playas.
Como explicaba la concejala popular, la redacción de este proyecto está muy avanzada y a la espera de que tanto la Consejería de Medio Ambiente como la Demarcación de Costas (Gobierno central) le den el visto bueno, «una autorización que está a punto de llegar, y que supondría la puesta en marcha en tan sólo una playa de una instalación de lavapiés para ver cómo funciona», explicaba. En este proyecto, apuntó, se podría contar con fondos europeos por su función medioambiental.
Esta necesidad se puso sobre la mesa el año pasado cuando los municipios de Málaga y de otros puntos de la geografía andaluza cortaron el agua de las duchas y lavapiés de las playas a consecuencia de la sequía, que este año se ha moderado. Primero se habló de que se estudiaba el uso del agua del nivel freático, pero el hecho de que en las duchas deban ser de agua potable lo hizo inviable. De hecho, en los lavapiés se especificará, de salir adelante, con carteles, que es agua del mar, tal y como exige la Consejería de Medio Ambiente. De todas formas, y como afirmaba Porras, tampoco tendría mucho sentido que las duchas fuesen de agua de mar porque los ciudadanos cuando las usan no sólo quieren quitarse la arena sino también el salitre.
De hecho, en una iniciativa que presentaba la viceportavoz de Vox, Yolanda Gómez, a la comisión de Medio Ambiente, la concejala del ramo, Penélope Gómez, aprovechaba para incluir un acuerdo en el que instan al Gobierno de España para que deje a los municipios usar el remanente de tesorería para las inversiones financieramente sostenibles, un mecanismo que se puso en marcha durante los años de la pandemia y llegó hasta 2024, pero que ahora, según la regla de gasto debería ir para amortizar deuda. Y este es uno de los caballos de batalla del área de Economía y Hacienda del Ayuntamiento de Málaga y de su concejal Carlos Conde, que la ministra de Hacienda, María Jesús Montero, deje hacer uso de su superávit a los municipios.
Tras las lluvias. Una tonelada y media de cañas retiradas de la arena
La viceportavoz de Vox, Yolanda Gómez, se quejaba de que, a punto de empezar la temporada alta las playas tenían un aspecto lamentable, y que la página web del Ayuntamiento de Málaga no daba cuenta de haber cumplido los objetivos del área de Playas para 2024 ni la hoja de ruta para 2025. «En el inicio de la temporada alta están llenas de maleza, suciedad, vertidos y escombros», indicó a lo que la concejala de Medio Ambiente, Penélope Gómez, le indicó que tras las lluvias se habían producido muchos arrastres de cañas, que es una especie invasora, hasta las playas y se habían depositado en la arena, por lo que se habían retirado una tonelada y media de cañas y desperdicios.
El viceportavoz de Con Málaga, Nico Sguiglia, indicaba que las playas de Málaga eran, de lejos, el espacio público más visitado, e indicó que se podría invertir mucho más en su mantenimiento, al tiempo que criticaba que se iba a aumentar las dimensiones de los chiringuitos de la Malagueta «de manera obscena; el equipo de gobierno está aturdido por la promoción turística», indicó.
Para la viceportavoz socialista, Begoña Medina, es obvio que el área de Playas debería ofrecer más información de cómo ejecuta las mejoras. Finalmente, la concejala de Medio Ambiente enmendaba la iniciativa de Vox para que la web de Playas implementara la información sobre las mismas, que Gobierno autorice el uso del remanente para el proyecto del agua salada en los lavapiés, y que se garantice el servicio 'Disfruta la playa' en la Malagueta, Misericordia, El Dedo y que se doten de material los puntos accesibles autónomos en Guadalmar, San Andrés, Caleta, Pedregalejo, y El Palo, como se viene haciendo en años anteriores, que salieron adelante por unanimidad o mayoría absoluta.
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