El esplendor comercial del Cerro del Villar: las ánforas malagueñas llegaron a Grecia
La cuarta campaña de excavaciones en el yacimiento de la desembocadura del Guadalhorce concluye con la confirmación de su uso en época púnica
La historia escrita en barro y arcilla está revelando muchos de los secretos del yacimiento fenicio del Cerro del Villar. Como adelantaba el pasado lunes SUR, el hallazgo de una factoría alfarera de época púnica ... (siglo V a.C.) en la cuarta campaña de excavaciones ha permitido prolongar la ocupación del asentamiento más allá de su época dorada (siglos VIII al VI) con lo que los arqueólogos han denominado un «polígono industrial» que servía a Malaka, donde se trasladó la población de la antigua isla situada en la desembocadura del Guadalhorce. Además, estudios realizados por miembros del equipo de investigación del proyecto han demostrado que conservas de pescado envasadas en estas ánforas malacitanas fueron consumidas en importantes ciudades griegas del momento, como Corinto. Lo mismo ocurrió en sentido contrario, lo que revela el esplendor comercial de esta colonia.
De esta forma, en las excavaciones se han identificado a su vez ánforas de importación procedente de diversas ciudades griegas, caso de Atenas o Corinto, que contuvieron aceite y vino de calidad, que evidencian la pujanza económica del asentamiento por estas fechas. También se ha localizado parte de un alabastrón, pieza de origen egipcio que contenía, a su vez, vino de calidad. El hallazgo de parte de una máscara de terracota fabricada en los propios talleres alfareros del Cerro del Villar del siglo V a.C. muestra la práctica de actividades de culto en el asentamiento.
Esta campaña se ha localizado parte de un alabastrón, pieza de origen egipcio que contenía vino de calidad
Con el hallazgo del centro de producción cerámica y ánforas, los expertos han confirmado que el Cerro del Villar «funcionó como un ámbito artesanal relacionado con la ciudad, pero con una entidad superior a lo que se había imaginado hasta el momento», explicó ayer el arqueólogo y director del equipo de investigación, José Suárez, durante la visita al yacimiento del rector de la Universidad de Málaga, Teodomiro López; la concejala de Juventud, Mercedes Martín; el delegado territorial de Cultura, Carlos García, y el gerente de la Fundación Málaga, Gonzalo Otalecu. Este viernes concluyen los trabajos de la cuarta campaña consecutiva.
También en el sector sur, las excavaciones, que están dirigidas por la UMA y financiadas por la Junta de Andalucía, han confirmado esta campaña el buen estado de la factoría de salazones romana de época altoimperial, cuyo abandono se sitúa a lo largo del siglo V d.C. Además, esta relevante factoría ha revelado este año la conexión directa con otras construcciones de la fase previa de ocupación fenicio-púnica.
Edificios de gran tamaño
Por su parte, el norte de la antigua isla, se ha continuado desenterrando una serie de edificios de grandes dimensiones y buen estado de conservación, destacando la existencia de escalones construidos con piedras de gran tamaño que permitirían el acceso desde uno de estos inmuebles a una de las orillas de la isla, que pudo haber sido una zona de atraque o varadero.
Dichos inmuebles, de los que se conservan evidencias de dos fases arquitectónicas a lo largo del siglo VII a.C., presentan muros con zócalos de piedra con alzados en tierra que, en algún caso, pudieron haber presentado más de una planta, conformando una de las fachadas de la antigua isla. En su interior destaca el descubrimiento de contenedores de cerámica fabricados en el propio asentamiento, así como vajilla de uso doméstico y de preparación de alimentos, fabricados a mano, siguiendo la tradición local y, también, a torno, que responden a formas procedentes de Oriente.
También se confirma la presencia de prácticas metalúrgicas con técnicas de tradición local (vasijas-horno para producción de cobre), escorias y objetos de hierro que evidencian la práctica de la forja, siguiendo técnicas propias de Oriente importadas por los fenicios.
Bajo el liderazgo del profesor del Departamento de Ciencias Históricas de la UMA José Suárez, en esta cuarta expedición han participado investigadores de la institución malagueña vinculados a las áreas de Arqueología e Historia Antigua, así como de universidades andaluzas (Cádiz, Córdoba y Sevilla) e internacionales, procedentes de Chicago (EE UU) y Marburgo (Alemania), entre otras. Igualmente, en esta campaña también se ha contado de nuevo con el apoyo de especialistas del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) y de los Servicios Centrales de Apoyo a la Investigación (SCAI).
La investigación está financiada por la Consejería de Cultura y Deportes de la Junta de Andalucía, colaborando a su vez otras instituciones locales, como el Área de Cultura, la Gerencia de Urbanismo y el Distrito de Churriana del Ayuntamiento de Málaga, la Fundación Málaga y la Diputación Provincial.
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