Las playas de Torremolinos mantienen un agua «excelente», a pesar de la basura recogida
Los resultados de los análisis de la Universidad de Málaga y los datos del servicio de limpieza del litoral de la Mancomunidad de Municipios de la Costa del Sol arrojan realidades aparentemente contradictorias; parte de la explicación está en las danas del invierno
Los resultados de dos informes, en parte contradictorios, permiten hacer una radiografía del litoral de Torremolinos al final de un verano en el que en ... todas sus playas ha ondeado la Bandera Azul, un marchamo de calidad, que ha recuperado La Carihuela tras casi 30 años, hecho que ha permitido este hito.
Y es que, mientras que, como ha destacado el Ayuntamiento, el análisis de aguas y sedimentos en la costa torremolinense, a cargo de la Cátedra de Ciencias del Litoral de la Universidad de Málaga, con la que colabora Aguas de Torremolinos, concluye que gozan de una calidad «excelente», los resultados de la campaña de limpieza del mar, cuyo servicio es sufragado por la Mancomunidad de la Costa del Sol y por los municipios, al 60 y 40 por ciento respectivamente, dejan claro que la cantidad de residuos recogidos se ha incrementado.
En concreto, en agosto en las aguas de Torremolinos se han extraído 4,53 metros cúbicos de basura, lo que equivale a otras tantas toneladas; una cifra que es superior con respecto al julio, cuando fueron 3,6 metros cúbicos. Entre los residuos destacan los plásticos y las maderas.
Francisco Franco Duro, director de la Cátedra Ciencias del Litoral Costa del Sol de la UMA, aporta una explicación que permite poner en contexto estos resultados.
Y es que, por un lado, hay que tener en cuenta que, cuando, por ejemplo, se cierra una playa, el factor determinante, conforme establece la legislación europea y española, es la presencia de bacterias E.coli y enterococos intestinales. Es lo que ha ocurrido en Benalmádena, a raíz del vertido en Torremuelle a consecuencia de la rotura de una tubería afectado por el incendio que se registró el jueves en el municipio. «Lo más importante es que se realicen las depuraciones de aguas residuales de forma correcta, que la cloración sea buena», aclara el catedrático, lo que significa que se trata de un agua apta para el recreo.
Es lo que mide el departamento que dirige, cada 15 días, en la costa de Málaga y de Torremolinos para dar traslado a los respectivos ayuntamientos. De forma añadida, también se revisa la presencia de patógenos en las arenas, ya que, donde más tiempo pasan los bañistas es, en realidad, en la playa, no es en el mar.
Ahora bien, para entender el incremento de los vertidos al Mediterráneo, además del incivismo de las personas, que, en ocasiones, son capaces de arrojar cualquier cosa, a pesar de los llamamientos al respeto a estos entornos, hay que tener en cuenta otro factor, las danas del pasado invierno y la escasez de episodios de terral este verano, cuando han sido más frecuentes los temporales de levante. Estos últimos vientos y el oleaje que generan son propicios para remover los fondos marinos y, por lo tanto, favorecen que salga a flote todo aquello que esté depositado.
En circunstancias habituales, esta combinación de elementos puede hacer que aparezcan objetos, desde botellas o bolsas, que llevaban años sumergidos, por lo que hay más posibilidades de que ocurra tras las fuertes lluvias de finales de 2024 y comienzos de 2025, que han favorecido el arrastre de una gran cantidad de sedimentos y residuos continentales, como indica Franco Duro.
De ahí, recuerda, la turbidez de las aguas en los días posteriores a las tormentas o la formación de «islas con miles de cañas de río» que se fueron desplazando, gracias a las corrientes, por toda la Costa del Sol.
Por supuesto, llegado el caso de que la concentración de este tipo de desechos fuera lo suficientemente relevante, también generaría episodios de contaminación. Pero, hasta el momento, durante este año, no se ha dado el caso, por lo que, en la evaluación de la calidad sanitaria de las playas de Torremolinos, sobre tres categorías, insuficiente, suficiente o excelente, ha primado la última, tal y como ocurrió el año pasado, ya que la presencia de microbios intestinales es inexistente, como hace hincapié el catedrático.
Esta clasificación es el resultado de las muestras recopiladas en La Carihuela, Bajondillo, Playamar y Los Álamos.
Otros municipios
El incremento de residuos no es exclusivo de Torremolinos. Conforme a los datos de la Mancomunidad, también crecen los hallados en las aguas de Benalmádena, de las que se extrajeron en agosto 6,79 metros cúbicos, «un incremento más que notable con respecto al mes de julio, cuando se recabo un total de 5,40». El organismo supramunicipal destaca que, entre estos desperdicios, además de plásticos, había cañas, tablones, chalecos salvavidas y hasta bolsas de basura con residuos dentro.
En Marbella, también subieron, 10,23, frente 8,41, entre los que había cajas de poliestireno o garrafas de combustible. Lo mismo ocurre en Estepona, 12,18 metros cúbicos, frente a 10,05.
En Fuengirola, hay un ligero descenso, 3,75 metros cúbicos en agosto, frente a 3,94, en julio, a pesar de haberse recogido hasta restos de un delfín, además de cojines, entre otros.
En Mijas, también cayeron los residuos, 5,63 metros cúbicos, frente a 5,90.
En Casares, la recogida total de residuos alcanza los 0,30 metros cúbicos, frente a 0,64 de julio y, en las aguas de Manilva, una reducción importante, 1,18 metros cúbicos, frente a 2,54. La Mancomunidad ha invertido 635.312,15 en el mantenimiento de la calidad de las aguas litorales en la temporada de 2025. Se han puesto en funcionamiento 15 embarcaciones, 4 de litoral y 11 de playa, para la recogida de sólidos flotantes o semi sumergidos, así como hidrocarburos y oleaginosos.
En total, han sido 44,59 metros cúbicos el pasado mes, por 40,48 en julio.
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