Nerja se une a la candidatura de las cuevas decoradas del Paleolítico de Málaga como Patrimonio Mundial
La propuesta conjunta agrupa 12 cavidades con pinturas rupestres, que aspiran a ser el segundo hito de la provincia en ser reconocido por la Unesco, tras los Dólmenes de Antequera
El Ayuntamiento de Nerja se ha adherido a la propuesta de inclusión de las cuevas decoradas del Paleolítico de la provincia de Málaga en la ... Lista del Patrimonio Mundial de la UNESCO. El pleno de la corporación adoptó, en su última sesión, un acuerdo institucional en este sentido, uniéndose así a los municipios de Antequera, Ardales, Benalmádena, Benaoján, Málaga, Marbella y Rincón de la Victoria.
El alcalde nerjeño, José Alberto Armijo (PP), ha destacado en un comunicado que «la obtención de este importante reconocimiento internacional contribuirá a reforzar el valor histórico y cultural de nuestra Cueva, favoreciendo su conservación y fortaleciendo su proyección turística y educativa». Con este acuerdo, Nerja se incorpora a una candidatura conjunta que engloba un total de doce cuevas repartidas en ocho municipios malagueños, «con el objetivo de preservar y poner en valor este excepcional legado histórico y cultural».
«Este importante reconocimiento internacional contribuirá a reforzar el valor histórico y cultural de nuestra Cueva»
José Alberto Armijo
Alcalde de Nerja
La milenaria Cueva de Nerja fue el escenario simbólico de la presentación el pasado mes de junio de la candidatura conjunta de las grutas malagueñas con pinturas paleolíticas que aspiran a formar parte de la Lista de Patrimonio Mundial (LPM) de la Unesco. Una propuesta en la que las 12 cuevas de la provincia se organizan en dos grupos. Por un lado, las grandes cavidades naturales, con zonas totalmente oscuras, que engloba las cuevas de Pileta, Ardales y Nerja; y las de mediano tamaño, también con zonas oscuras, que reúnen a las de Gato, Las Suertes, Toro/Calamorro, Pecho Redondo, Navarro IV (La Araña), Victoria, Higuerón/Tesoro, Gallinero y Doncella.
Esta propuesta mancomunada a Patrimonio de la Humanidad partió de los responsables de investigación y conservación de las cuevas de Ardales y Nerja, a la que se han adherido tanto los responsables de la cueva de la Pileta como los investigadores que actualmente centran sus trabajos en las demás cavidades de la provincia.
Apoyo político
De esta forma, la iniciativa científica y técnica ha tenido el apoyo político de los ocho ayuntamientos de la provincia en los que se encuentran las grutas: Antequera, Ardales, Benalmádena, Benaoján, Marbella, Nerja, Rincón de la Victoria y Málaga, unos municipios que cuentan también con el impulso de la Subdelegación del Gobierno central en Málaga y la Diputación, cuyos representantes se reunieron para poner en marcha la solicitud oficial ante la Unesco.
Para afrontar el itinerario de la candidatura para entrar en la Lista de Patrimonio Mundial de la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco) se necesitan varios requisitos, entre los que destaca certificar, al menos, un Valor Universal Excepcional (VUE) que, según han manifestado los representantes de las cuevas malagueñas, son varios en el caso de la provincia y, además, compartidos por diferentes cavidades.
El arte paleolítico se extiende en un periodo que comprende desde hace 65.000 años hasta hace 10.000
Así, el arte de los grupos paleolíticos en la actual provincia de Málaga se extiende en un periodo que comprende desde hace 65.000 años hasta hace 10.000 años, un arco temporal en el que las cavidades malagueñas muestran iconografía clásica de animales y representaciones antropomorfas con un amplio repertorio faunístico continental y marino desde las épocas gravetiense hasta magdaleniense. Una riqueza y variedad que la ha posicionado como vértice en la última década de los estudios de las grafías, símbolos y marcas que se corresponden con el primer arte de la humanidad.
La candidatura del arte paleolítico en Málaga cuenta ya con precedentes de conjuntos patrimoniales en la LPM de la Unesco, como es el caso de las cuevas prehistóricas de la Cornisa Cantábrica y las del Arte Rupestre Levantino del Arco Mediterráneo. Con la puesta en marcha del proceso se inicia un largo itinerario que deberá pasar por la inclusión de esta iniciativa en la Lista Indicativa de bienes -paso previo para la nominación de la candidatura-, el cumplimiento de exhaustivos parámetros de gestión y conservación, y la evaluación de los órganos asesores de la Unesco, como el Consejo Internacional de Monumentos y Sitios (Icomos) o la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN).
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