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El primer 28F, Día de Andalucía, del Gobierno del cambio estuvo marcado por un tono festivo con tintes reivindicativos, pero sin que la sangre llegue al río pese a la cercanía de dos nuevas elecciones. La coalición de PP y Cs exhibió sintonía. Tanto el presidente del Gobierno andaluz, Juanma Moreno, como la presidenta del Parlamento, Marta Bosquet, hicieron llamamientos al orgullo de ser andaluz y al consenso y mano tendida en discursos muy institucionales, aunque cada uno con algún pildorazo a los partidos de la oposición. En el acto de clausura de la entrega de las medallas en el Teatro Maestranza, Moreno instó a hacer de Andalucía «una tierra para trabajar y vivir», pidiendo para ello prestados los versos del autor de letras de carnaval de Cádiz, Antonio Martín García, uno de los trece galardonados.
También advirtió de que nadie «debe ni puede patrimonializar el Día de Andalucía», en alusión al PSOE. Bosquet, en su discurso en el Parlamento tras la izada de la bandera andaluza, alertó del auge de «supremacismos y populismos» e hizo una defensa del feminismo en la que dijo que no debe ser exclusivo «de una ideología de una opción política». «Los hombres no son el enemigo. El objetivo no es una lucha de géneros, es la igualdad». Una aseveración esta que los portavoces del PSOE y Adelante interpretan como un intento de no hacer enfadar a Vox.
Los doce diputados de este partido, con Francisco Serrano al frente, participaron como todos con ánimo alegre en los actos del Día de Andalucía, tanto en el Parlamento como en el Teatro Maestranza, pese a que dicen estar en contra de las autonomías e incluso han defendido considerar como día de Andalucía el 2 de enero, fecha conmemorativa de la toma de Granada por los reyes católicos.
La cordialidad política estuvo presente como otros años, aunque este con cambio de roles y sillones por el vuelco político. A la ceremonia del Parlamento acudieron representantes de los cinco partidos. Luego el grupo de Adelante Andalucía se sumó, como otros años, a la manifestación convocada en la capital andaluza bajo el lema 'Andalucía no se vende'.
Los socialistas decidieron no apuntarse a la manifestación y hacer gala de una oposición institucional, como en la jura del cargo de Moreno el pasado enero. La expresidenta Susana Díaz, que ha presidido cinco años la entrega de las medallas, acudió desde la primera fila de la platea del Maestranza a la ceremonia de este 28F, para sorpresa de los líderes del PP y de Cs, que no la esperaban. Susana Díaz tuvo su recompensa. El empresario de Almería Francisco Martínez-Cosentino, hijo predilecto de la región, la saludó durante su discurso: «Susana, me alegro mucho de verte».
Como invitados también estuvieron la ministra de Hacienda, María Jesús Montero; los expresidentes Rafael Escuredo y José Rodríguez de la Borbolla, así como varios exconsejeros socialistas. También los consejeros del Gobierno actual y dirigentes regionales y locales de sus partidos, PP y Cs. El ambiente distendido hizo a la expresidenta Susana Díaz gastar una broma a Juan Marín, diciéndole al presidente Moreno «ten cuidado que este quiere ser mi amigo», en alusión a unas declaraciones del vicepresidente.
El acto de la entrega de las distinciones arrancó con la comparsa 'Antología de los cleriguillos' del carnaval gaditano sobre el escenario cuando Martín García recibió la medalla de Andalucía. Fue la nota que avisaba de una ceremonia, presentada por el periodista Domi del Postigo con gran protagonismo, distinta a las de otros años, sobre todo porque varios de los premiados eran colectivos, como el equipo de trabajadores del parque nacional de Doñana, la IV Zona de la Guardia Civil, el Instituto de Biomedicina e Investigación, la Fundación Aguilar y Eslava o Cáritas Andalucía. El escenario se llenó de miembros de casi todos ellos durante la entrega de las medallas para compartir el homenaje, convirtiendo al Maestranza en trajín de gente subiendo y bajando entre aplausos y emociones como si fuera una de las famosas óperas que se representan en este teatro.
Especialmente emotivo fue el momento en el que el presidente Moreno entregó la medalla a la Brigada Central de Salvamento Minero de Asturias y a todos los «héroes reconocidos y anónimos» que participaron en las labores de rescate del pequeño Julen en Totalán. Todo el Maestranza se puso en pie cuando empezaron a subir representantes de los numerosos colectivos, desde bomberos, policías locales y los servicios de emergencias y Protección Civil, que colaboraron en el rescate del niño Julen. El Gobierno andaluz había decidido concederles una mención especial a su labor, dado que el reglamento de las medallas del día de Andalucía impide la entrega de una misma distinción a más de un colectivo.
Además del empresario Francisco Martínez Cosentino, presidente de la multinacional almeriense del mismo nombre, también recibió el título de hijo predilecto José Luis García Palacios, expresidente de la Fundación Caja Rural del Sur fallecido el pasado año, recogiéndolo su viuda, Pilar Álvarez Bustos. Entre las once personas y entidades también recibieron medallas la empresa almeriense Biosabor, que tiene algo más de medio millar de trabajadores y exporta sus productos ecológicos a 22 países; la actriz Inma Cuesta, el director de orquesta granadino Pablo Heras-Casado (actual director de la Orchestra of St. Luke's de Nueva York), y la cantante Pastora Soler. La artista sevillana puso el broche final cantando el himno de Andalucía acompañada de un pianista.
En su discurso, el presidente de la Junta instó a pelear por Andalucía «con diálogo, buscando y encontrando lo que tenemos en común para dejar atrás lo que nos separa». También expresó la confianza en la juventud andaluza como motor para ganar el futuro. «Mientras otros territorios de nuestro entorno se ven apremiados por el envejecimiento de sus habitantes, Andalucía cuenta con el ingenio, el dinamismo y la audacia de la juventud», dijo para añadir: «Las nuevas generaciones de andaluces están deseando aportar lo mejor de sí mismos a su tierra, con la ambición de un futuro mejor».
El empresario Francisco Martínez-Cosentino, hijo predilecto de Andalucía, habló en nombre de los premiados y su discurso gustó a todos. El empresario agradeció la distinción porque «rara vez un empresario alcanza tan alta distinción, un hecho que me llena de responsabilidad por representar hoy aquí a los motores de la sociedad moderna».
Recordó que su trabajo para que su empresa sea líder mundial, con ventas en 114 países, «no ha sido un camino fácil, y en él me he arruinado tres veces, una de ellas al poco de recibir la Medalla de Plata de Andalucía en 1992, donde, por un lado me estaban reconociendo, y por otro, por falta de apoyo financiero, nos quedábamos al borde de la quiebra». Se trata, añadió, de una metáfora sobre la vida del empresario, ya que «hoy estás arriba y mañana, con una mala racha, te pones al borde del precipicio».
El empresario pidió al nuevo gobierno de la Junta de Andalucía que apueste «por los jóvenes y su formación. Tenemos una juventud muy preparada, con valores, actitud de luchar y triunfar», afirmó antes de enfatizar que «tenemos la obligación de dejar a la siguiente generación una Andalucía más fuerte, más sostenible social y ambientalmente».
En su discurso, el presidente, Juanma Moreno, ensalzó la labor de los mineros de Asturias que vinieron «del otro extremo de nuestro país para, luchando contra el tiempo y las adversidades, rescatar al pequeño Julen», desgraciadamente encontrado muerto. «En ellos, que se jugaron la vida en esa misión, personalizamos la movilización de toda una sociedad» que ha hecho de Totalán un ejemplo de «humanidad y perseverancia en hacer el bien», Moreno también recordó a los demás colectivos de centenares de personas que colaboraron en una misión nunca antes vivida en España.
Los galardonados confesaron la emoción de recibir una distinción de reconocimiento por Andalucía. También el director de orquesta Pablo Heras-Casado reconoció que recibir la medalla fue «un sentimiento mucho más emotivo de lo que me imaginaba», informa Efe. «Siempre es raro estar en un escenario sin actuar», admitió. Decidió dedicar este premio a su abuelo Nicolás porque aseguró que le enseñó «muchos valores importantes de la tierra». «Era agricultor, pastor y emigrante que trabajó en Alemania», explicó, agregando que su abuelo es «una persona ejemplar que valora el esfuerzo, el trabajo y la familia».
La actriz Inma Cuesta resaltó que recibir esta medalla es «como un abrazo inmenso con mucha emoción». La medalla decidió dedicársela a su padre que siempre le acompaña y que vive «con mucha emoción e ilusión todo esto».
«Es un reconocimiento muy bonito, son muchos años de carrera, muchas cosas preciosas que me han pasado a lo largo de estos años y esto es especial», expresó por su parte la cantante Pastora Soler.
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