La «desideologización» de las políticas impositivas

«Aún así matiza los impuestos que dependen de los ayuntamientos suelen ser más indirectos, por lo que tienen menos capacidad para repartir las cargas». Rodríguez, además, sostiene que con las reformas de las últimas leyes relacionadas con el ámbito local, los consistorios tienen menos capacidad de endeudarse para poder presentar cuentas saneadas.

«Si para algo ha servido o algo ha tenido de positivo la crisis económica es para tomar conciencia de que para mantener la sanidad, la educación y el resto de servicios hay que recaudar fondos», apunta. El catedrático, que reconoce que en los últimos años las políticas impositivas son similares en casi todos los partidos políticos un hecho que se demuestra con los datos de la provincia hace referencia al profesor Michael Ignatieff y a su obra, Fuego y Cenizas, un catedrático canadiense reconvertido de manera fallida a la política, que se preguntó, según Rodríguez, «cómo era posible que defender unos impuestos progresivos para financiar los servicios públicos había pasado de ser patrimonio de los partidos e ideólogos socialdemócratas, a serlo de la extrema izquierda». «Creo que hay cierta desorientación en la socialdemocracia, hay una confusión que en parte es responsable de la crisis que vive en toda Europa», asegura.

«La política impositiva era un elemento central y se ha desideologizado, y ésta debería volver al centro del debate porque en España, por ejemplo, no paga más impuestos quien más tiene», explica Rodríguez, «y eso que la propia Constitución obliga a que haya un sistema fiscal progresivo». El experto, eso sí, avisa de recetas erróneas, como el excesivo proteccionismo. «Es lo que está haciendo Trump, y ya está probado que no funciona».

Tal como sostiene el catedrático de Derecho Constitucional, si se quiere mantener el estado social, «lo mejor que hemos inventado en los últimos 80 años», hay que sacar el dinero «de alguna parte», sentencia.