¿Por qué tres municipios de la Axarquía han declarado el agua no apta para el consumo?
Los ayuntamientos de Iznate, El Borge y Totalán han recomendado no beber del grifo al detectar niveles elevados de cloratos, un parámetro que antes no se medía
Tres pequeños municipios de la Axarquía, Iznate, El Borge y Totalán, que apenas suman 3.000 habitantes, han declarado en las últimas tres semanas el ... agua de sus redes municipales no apta para el consumo humano por la detección de niveles de cloratos por encima del límite fijado en la nueva normativa estatal, que establece un máximo de 0,7 miligramos por litro. No se trata de una contaminación puntual de los acuíferos, ya que se abastecen del embalse de La Viñuela, sino de un subproducto del propio proceso de desinfección con cloro, que hasta este año ni siquiera se controlaba de forma específica en los análisis rutinarios.
El Distrito Sanitario de la Axarquía emitió sucesivos informes desfavorables para las redes municipales de Iznate, El Borge y Totalán al constatar superaciones del nuevo valor paramétrico de clorato, lo que obligó a los ayuntamientos a declarar temporalmente el agua no apta para beber o preparar alimentos, aunque sí para otros usos domésticos.
Iznate, el primero en activar el protocolo, ya ha recuperado la normalidad tras recibir analíticas favorables
La situación, que ha generado preocupación entre vecinos y ayuntamientos, ha tenido distinta evolución en cada localidad. Iznate, el primero en activar el protocolo, ya ha recuperado la normalidad tras recibir analíticas favorables en todos sus depósitos. En El Borge y Totalán, por el contrario, la recomendación de no beber agua del grifo continúa activa mientras se completan las medidas correctoras y se esperan nuevos análisis.
Los tres episodios tienen un mismo denominador común: la entrada en vigor del Real Decreto 3/2023, que actualiza los criterios sanitarios del agua de consumo en España e introduce por primera vez un límite específico para el clorato, fijado en 0,7 miligramos por litro. Hasta este año, este compuesto -generado por la degradación de los productos clorados utilizados para desinfectar- no figuraba entre los parámetros obligatorios de control.
«No es un contaminante accidental»
Fuentes técnicas consultadas por SUR explican que la nueva normativa ha obligado a «endurecer los análisis de rutina», lo que ha permitido detectar superaciones puntuales que anteriormente habrían pasado inadvertidas. «No estamos ante un contaminante introducido de forma accidental, sino ante un subproducto del proceso habitual de desinfección. El problema surge cuando, por mantenimiento insuficiente o por un uso prolongado del hipoclorito, se produce una degradación que eleva la presencia de cloratos», detallan responsables del área de Salud Pública.
«Los vecinos pueden ducharse y usar la lavadora con normalidad, pero recomendamos que no beban del grifo ni cocinen con esta agua hasta nuevo aviso», trasladan desde uno de los consistorios, que ha habilitado puntos de reparto de garrafas y aconseja recurrir a agua embotellada. «Entendemos el malestar, pero estamos obligados a cumplir la normativa sanitaria ya extremar la prudencia», añaden fuentes municipales que insisten en la naturaleza preventiva de la medida.
«Entendemos el malestar, pero estamos obligados a cumplir la normativa sanitaria ya extremar la prudencia»
Iznate fue el primero en encender las alarmas. El pasado 30 de octubre ya se notificaron niveles alto de este parámetro en uno de los depósitos, que suministraba a una parte de la población, y el 14 de noviembre la situación se extendió al otro almacenamiento. El Consistorio habilitó un sistema de reparto gratuito de agua embotellada y procedió a la limpieza y renovación de los dos depósitos.
El pasado lunes, el alcalde iznateño, Gregorio Campos (PSOE), confirmó que las últimas analíticas realizadas «han sido totalmente favorables», lo que permite restablecer el uso normal del agua en todo el municipio. «Este avance es el resultado de un trabajo coordinado y dedicado para garantizar la seguridad y la calidad del agua para nuestros ciudadanos. Además, se ha establecido un decálogo de medidas preventivas junto con la empresa Axaragua, suministradora del agua en alta, para evitar que esta situación se repita en el futuro», ha explicado el alcalde iznateño a través de las redes sociales, en un mensaje en el que ha agradecido «profundamente la paciencia, comprensión y colaboración de la población durante este proceso, así como el apoyo brindado por los comercios y empresas locales que han facilitado el suministro de agua potable mientras se resolvía el problema».
Agua embotellada
En El Borge, la incidencia se detectó unos días después, también en los depósitos municipales. El Ayuntamiento mantiene el bando en vigor y continúa reforzando la cloración, limpiando las conducciones y ajustando la dosificación para evitar nuevas superaciones. Totalán es el tercer municipio afectado. La autoridad sanitaria aconsejó igualmente declarar el agua no apta para consumo directo, por lo que el Ayuntamiento ha pedido a los vecinos que utilicen el agua embotellada que están repartiendo gratuitamente a través de negocios locales, mientras se completan los análisis de confirmación.
Los expertos consultados por este periódico insisten en que la presencia de cloratos en niveles puntualmente elevados no implica un riesgo inmediato y grave, pero sí puede suponer un problema en casos de exposición prolongada, especialmente en bebés, embarazadas o personas con patologías tiroideas, dado que estos compuestos pueden interferir en la captación de yodo. Por ese motivo, el protocolo sanitario establece que cualquier superación del valor de referencia debe conllevar la declaración de «no apta» hasta que se confirme la vuelta a los niveles seguros.
Axaragua dice que los niveles a la salida del embalse y en los puntos de entrega están «dentro de los parámetros»
Los tres ayuntamientos coinciden en que parte del problema radica en las infraestructuras municipales, muchas de ellas con décadas de uso. La empresa pública Axaragua, responsable de la gestión en alta del sistema Viñuela-Axarquía, recuerda que los niveles a la salida del embalse y en los puntos de entrega se encuentran «dentro de los parámetros legales», por lo que las superaciones se están produciendo en las redes secundarias municipales, sometidas a condiciones muy variables de mantenimiento y almacenamiento.
En Iznate, la respuesta ya es una realidad: el agua vuelve a ser apta. En El Borge y Totalán, todo dependerá de la estabilización de los niveles de cloratos, la efectividad de las medidas de purga y limpieza, y los nuevos análisis que se realizarán en los próximos días. Las autoridades sanitarias esperan que las restricciones sean temporales, pero apelan a la prudencia: la red municipal «debe demostrar estabilidad» antes de levantar el bando. Mientras tanto, la Axarquía suma un nuevo episodio que pone de relieve un desafío recurrente: garantizar la calidad del agua en un territorio sometido a sequía prolongada, cambios normativos y una red de abastecimiento que necesita modernización urgente.
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