Más reservas bajo tierra que en los embalses: el mapa de las aguas subterráneas en Málaga
A pesar de contar con 639 hectómetros cúbicos anuales, este recurso, que ha vuelto a la agenda durante la última sequía, sigue siendo todavía un gran desconocido
El agua subterránea sigue siendo una gran desconocida fuera de ámbitos especializados a pesar de que tiene una importancia estratégica. No hay información bien cribada, ... accesible al público en general y actualizada sobre el estado de las masas en el subsuelo. Y eso que la provincia de Málaga cuenta con unos 639 hectómetros cúbicos anuales de recursos. Por poner el dato en contexto: es más que la capacidad de almacenamiento de los siete grandes embalses malagueños, 603,14.

Acuíferos de la provincia de Málaga
El Torcal de Antequera
Sierra Almijara-Alberquillas (Chíllar)
Bajo Guadalhorce
Aljaima-Fahala (Cártama)
Guadalmansa (Estepona)
Río Fuengirola
Acuíferos detríticos. Gravas, conglomerados, arenas, calcarenitas y limos. Permeabilidad variable a media.
Acuíferos carbonatados. Calizas, dolomías y mármoles. Permeabilidad alta.

Acuíferos de la provincia de Málaga
El Torcal de Antequera
Sierra Almijara-Alberquillas (Chíllar)
Bajo Guadalhorce
Guadalmansa (Estepona)
Aljaima-Fahala (Cártama)
Río Fuengirola
Acuíferos detríticos. Gravas, conglomerados, arenas, calcarenitas y limos. Permeabilidad variable a media.
Acuíferos carbonatados. Calizas, dolomías y mármoles. Permeabilidad alta.

Acuíferos de la provincia de Málaga
El Torcal de Antequera
Acuíferos detríticos. Gravas, conglomerados, arenas, calcarenitas y limos. Permeabilidad variable a media.
Acuíferos carbonatados. Calizas, dolomías y mármoles. Permeabilidad alta.
Sierra Almijara-Alberquillas (Chíllar)
Bajo Guadalhorce
Aljaima-Fahala (Cártama)
Guadalmansa (Estepona)
Río Fuengirola
Las aguas subterráneas son un recurso sensible. Los acuíferos pueden sobreexplotarse y se pueden contaminar con facilidad con fertilizantes, biocidas, sustancias químicas etc. Su calidad es muy variable y eso determina que su uso principal sea abastecimiento urbano o riegos agrícolas.
Uso al alza
Durante la última sequía, que ha azotado a la provincia durante seis años, han sido determinantes. De hecho, en la Costa del Sol Occidental han tirado mucho de los pozos de Guadalmansa y río Fuengirola, capaces de aportar hasta el 11% del suministro necesario. En este ámbito geográfico, es de sobrada importancia el acuífero de la Sierra de Mijas, uno de los más notables de la provincia.
En Málaga capital es un recurso al alza. Hace años que Emasa está inmersa, en conjunción con la Junta de Andalucía, en la recuperación y puesta en carga de los acuíferos de Aljaima y Fahala (en Cártama). Son permanentes los trabajos de mantenimiento para tener siempre a punto maquinaria de bombeo, encamisados, sistemas eléctricos, etc. A estas reservas cruciales se les acaban de sumar las del Bajo Guadalhorce, un gran 'pantano' subterráneo capaz de proveer hasta 800 hm3 al año, más de la mitad de lo que necesita la ciudad. Ya está produciendo en fase de pruebas.
Hidrogeología
En toda esta estrategia de garantizarse casi dos tercios de consumo en épocas difíciles es muy importante conocer bien las características de las reservas, sus analíticas, qué nivel de bombeo y aprovechamiento es sostenible... En Málaga lo han tenido claro y han contado con el equipo del Centro de Hidrogeología de la Universidad de Málaga, capitaneado por el catedrático Bartolomé Andreo. Ha sido clave para recuperar los viejos pozos de Puente del Rey y Perales, sino que también lo serán en la monitorización de su uso.
Es cierto que la calidad de las aguas subterráneas es muy variable. Y aquí es importante no sólo este factor, sino la capacidad de tratamiento y potabilización con que cuente cada ayuntamiento. En este sentido, la desalobradora de El Atabal es crucial para obtener agua de gran calidad pese a que pueda ser peor en origen por dureza (cal), conductividad (sal) o cualquier otro factor.
En la otra costa, en la Axarquía, los pozos del Chíllar también han estado aportando más del 10% del consumo urbano de la comarca.
Los pozos y aguas subterráneas son fundamentales en muchas zonas de la provincia en las que no se bebe agua de embalse. Hablamos fundamentalmente del Guadalhorce, Ronda y Antequera.
Los acuíferos detríticos son formaciones geológicas donde el agua se almacena y fluye a través de los poros (espacios) que existen entre los granos de sedimentos, como arenas y gravas. Su permeabilidad, o capacidad para dejar pasar el agua, depende de factores como el tamaño, la forma y la cohesión de los granos, y la presencia o ausencia de cementación o fracturas.
Los acuíferos carbonatados son formaciones geológicas que almacenan agua en rocas como la caliza y la dolomía, principalmente a través de fracturas y cavidades (karstificación).
Atlas
El último gran estudio global realizado en la provincia se encuentra en el Atlas Hidrogeológico de Málaga, realizado por el propio Cehiuma en colaboración con la Diputación y el Convenio de Colaboración entre la Diputación y el Instituto Geológico y Minero de España.
El documento determina que la provincia cuenta con recursos (renovables) de 639 hm3 al año (435 en carbonáticos y 205 en detríticos). De ellos, se bombean unos 188 hm3 al año (84 en carbonáticos y 104 en detríticos). Más o menos la mitad de los recursos de los acuíferos detríticos se aprovecha. De los carbonáticos, se utiliza solo el 20% en las inmediaciones de los acuíferos y gran parte de sus descargas va a alimentar directamente los embalses.
Por volumen, la masa de agua subterránea más importante de la provincia de Málaga se encuentra en la Sierra de Líbar, con unos 100 hm3 estimados al año; le sigue la Sierra de las Nieves, con 75; el Bajo Guadalhorce, con 55 hm3 y Sierra Almijara-Alberquilla, con 50. Por dentrás, los Llanos de Antequera-Archidona, con 45 y Sierra Hidalga-Merinos-Blanquilla, con 30.
Uno de los planteamientos ambientales al alza es el de la recarga artificial de acuíferos. De hecho, en Málaga el Ayuntamiento estudia modificar el punto de vertido del emisario de la depuradora de aguas residuales del Guadalhorce para este fin. Se trataría de agua que, pese a su origen y gracias a los avances tecnológicos, saldría con estándares de calidad muy altos. En la Costa del Sol Occidental, Acosol, la empresa de aguas de la Mancomunidad, también ensaya un proyecto en la depuradora de La Víbora, en Marbella, con Cetaqua (iniciativa Life Matrix). También, hace años, que Hidralia ejecuta recargas de acuíferos en Marbella.
Precisamente, la importancia de los recursos subterráneos para la provincia fue el hilo conductor del discurso de ingreso de Andreo en la Academia Malagueña de Ciencias. En su alocución, reflexionó sobre la necesidad de una gestión inteligente de las reservas subterráneas, que deben mantener un equilibrio entre el agua que reciben y la que evacúan. Además, advirtió de que una sobreexplotación no sólo merma las bolsas de agua, sino también toda la naturaleza que depende de ellas (cauces, por ejemplo). «Se sigue acudiendo a este recurso para la mitigación de la sequía sin el adecuado conocimiento y gestión», sintetizó.
Poco divulgado
Andreo subrayó que históricamente la mayor parte de los municipios de Málaga se situó allí donde había agua subterránea, manantiales que garantizaban el abastecimiento. «Sin embargo, nunca ha habido un reconocimiento político, social o económico de acuerdo con esa importancia que tienen las aguas subterráneas. La divulgación es fundamental. Tenemos la obligación de transmitir el valor de las aguas subterráneas y de la hidrogeología como ciencia», abundó.
El experto señaló que los acuíferos kársticos, carbonatados, pueden definirse como las torres del agua. Alimentan a los ríos en sus cabeceras y así se deben mantener.
Andreo refirió las obligaciones legales comunitarias, pero alertó que faltan medios y tiempo. «Tenemos un reto especialmente en cuestiones como las relacionadas con la contaminación», dijo y puso como ejemplo la creación de un perímetro de protección en torno a un manantial kárstico que abastece a Villaluenga del Rosario.
«En Málaga, las aguas subterráneas tienen una importancia estratégica. Están en todas las zonas. Hay más agua subterránea que en los embalses, lo que ocurre es que una gran parte se drena y fluye río abajo y termina en los propios embalses», incidió.
Propuestas de gestión
El catedrático propuso la creación de una red de pozos activados y en perfecto estado de revista para las sequías recurrentes que sufre la comunidad: «No se trata de hacer más pozos para generar más consumo. Se trata de tenerlos mantenidos y operativos y que permitan ser aprovechados en momentos críticos. Y hace falta mantener la red de control, que esté actualizada, que sea accesible y pública». También abogó por la presencia al alza de expertos en la Administración y la creación de un plan de evaluación andaluz similar al que ha puesto en marcha el Ministerio de Transición Ecológica.
Precisamente, la importancia de los recursos subterráneos para la provincia fue el hilo conductor del discurso de ingreso de Andreo en la Academia Malagueña de Ciencias hace unos días. En su alocución, reflexionó sobre la necesidad de una gestión inteligente de las reservas subterráneas, que deben mantener un equilibrio entre el agua que reciben y la que evacúan. Además, advirtió de que una sobreexplotación no sólo merma las bolsas de agua, sino también toda la naturaleza que depende de ellas (cauces, por ejemplo).
«Se sigue acudiendo a este recurso para la mitigación de la sequía sin el adecuado conocimiento y gestión», sintetizó. Andreo subrayó que históricamente la mayor parte de los municipios de Málaga se situó allí donde había agua subterránea, manantiales que garantizaban el abastecimiento. «Sin embargo, nunca ha habido un reconocimiento político, social o económico de acuerdo con esa importancia que tienen las aguas subterráneas. La divulgación es fundamental. Tenemos la obligación de transmitir el valor de las aguas subterráneas y de la hidrogeología como ciencia», abundó.
«Torres del agua»
El experto señaló que los acuíferos kársticos, carbonatados, pueden definirse como las «torres del agua». Alimentan a los ríos en sus cabeceras y así se deben mantener.
Andreo refirió las obligaciones legales comunitarias, pero alertó que faltan medios y tiempo. «Tenemos un reto especialmente en cuestiones como las relacionadas con la contaminación», dijo.
«En Málaga, las aguas subterráneas tienen una importancia estratégica. Están en todas las zonas. Hay más agua subterránea que en los embalses, lo que ocurre es que una gran parte se drena y fluye río abajo y termina en los propios embalses», incidió.
El catedrático propuso la creación de una red de pozos activados y en perfecto estado de revista para las sequías recurrentes que sufre la comunidad: «No se trata de hacer más pozos para generar más consumo. Se trata de tenerlos mantenidos y operativos y que permitan ser aprovechados en momentos críticos. Y hace falta mantener la red de control, que esté actualizada, que sea accesible y pública». También abogó por la presencia al alza de expertos en la Administración y la creación de un plan de evaluación andaluz similar al que ha puesto en marcha el Ministerio de Transición Ecológica.
Créditos
-
Mapa y gráficos Alba Martín Campos
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