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Una de las habitaciones de la prisión. :: R. C.
MUNDO

En una cárcel de lujo

R. C.

Miércoles, 27 de julio 2011, 03:48

Halden Fengel es la lujosa cárcel noruega en la que podría ingresar el autor confeso del doble atentado de Oslo. Una jaula de oro en la que no falta un detalle para que «la vida de todos los prisioneros tenga sentido dentro de estas paredes», explican los responsables del centro. Con capacidad para albergar a 252 presos, los internos disponen de celdas individuales de diseño similares a las de un hotel con televisión de pantalla plana, baño y ventana sin rejas. Además, cada doce habitaciones, los presos disponen de una cocina de gama alta y zonas de descanso con mesas de café.

Pero eso no es todo. La cárcel, inaugurada en abril del año pasado tras una década de obras, también cuenta con un moderno gimnasio, campo de fútbol, una pista cubierta multiusos, capilla, una escuela y hasta un estudio de grabación para que los internos hagan sus pinitos en el mundo de la música como terapia hacia su reinserción. Por si todo esto no fuese suficiente para que los presos «disfruten de un ambiente lo más hospitalario posible» -el sistema penal noruego se basa en el humanismo-, la segunda cárcel más grande del país alberga en sus instalaciones una casita individual con dos habitaciones en la que los presos pueden hospedar a sus familiares.

Su diseño impresiona por su estructura vanguardista también su y construcción. Costó a las arcas públicas noruegas 160 millones de euros, a los que hay que sumar los 750.000 que se llevó el artista Dolk por pintar un mural al estilo Bansky en el que se puede ver a un preso arrojando un grillete. La población carcelaria noruega apenas supera los 3.300 internos.

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