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En su primera comparecencia pública tras su ampliación de contrato con el Unicaja, Ibon Navarro se mostró muy feliz por haber podido extender su vínculo con el club cajista hasta 2027. El vasco dijo que el reto cara al futuro es mantener la actual ... filosofía y dar continuidad al trabajo que se ha hecho hasta ahora.
Navarro indicó que el presidente, Antonio López Nieto, le propuso que continúe con él hasta que acabe su mandato, de ahí que la ampliación haya sido hasta 2027 y no por más temporadas. «Muy contento, pero sorprendido porque no esperaba que el club fuese a moverse tan pronto teniendo un año más de contrato. Se me explicó cuál era la idea de Antonio de cómo empezamos el proyecto Antonio, Juanma y yo. Su etapa (la del presidente), acaba en junio de 2027 y con la idea de que acabáramos los tres, y que él lo veía un poco con romanticismo de que acabásemos los tres. Agradecido y contento de poder seguir trabajando junto a Antonio y Juanma. Cuando un entrenador está cinco años en un sitio habla mejor del cuerpo técnico, del club y de los jugadores que del técnico. Estoy agradecido a todos y a mi equipo de trabajo que son los grandes responsables de que el trabajo esté saliendo como está saliendo. A veces se valora sólo al entrenador, pero nosotros estamos en otra línea. Queremos generar un legado, de cómo se trabaja dentro y fuera de la cancha», explicó.
El técnico reconoció que una continuidad tan sostenida no es algo habitual en el baloncesto español ni casi en el deporte profesional y que indica que se están haciendo bien las cosas. «Habla mejor del club y de los jugadores que casi de mí. No es habitual que un club tenga esa fe en el trabajo que está haciendo un grupo. Estoy agradecido y me siento un privilegiado de poder estar aquí y poder seguir haciendo este trabajo, también de implementarlo y asentarlo. Es una rara avis. Habla bien del club», insistió.
Cara al futuro, el preparador navarro señaló lo que habrá que hacer, como mantener una línea continuista en los deportivo y también en el sistema de trabajo. «Una de las patas del proyecto era buscar una continuidad al bloque y no cambiar siete u ocho jugadores, porque eso no genera arraigo. Tuvimos la suerte de acertar de lleno y todo el mundo, patrocinadores y Fundación y Banco han hecho un esfuerzo para que podamos mantener el bloque. Es algo que no es habitual», aunque reconoció que no es frecuente dar con un grupo de jugadores tan fiable como el actual. «Muchas veces parece que es una cuestión de ensayo y error. En el primero hemos acertado. El reto es que el que venga sepa dónde viene. Se han hecho de una manera exitosa. Eso es un legado. El mejor legado de un grupo de personas en un club es dejar un estilo, una filosofía y una cultura de club. Ese es el reto. Van a seguir cambiando jugadores, no muchos, pero tenemos que demostrar que el sistema es válido con casi cualquier jugador dentro de unos perfiles. No creo que me sintiese mejor siendo entrenador de un equipo de la Euroliga, ni me siento peor no estando. He tenido la suerte de caer en un sitio en el que me han dado los medios para poder trabajar. El reto es demostrarnos que esto no es casualidad», finalizó.
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