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Saint-Supéry, un debut para la historia del baloncesto malagueño
Se convierte ante Eslovaquia en el jugador más joven de la provincia en estrenarse con la selección absoluta en un triunfo agónico
La selección española de baloncesto salvó los muebles ante Eslovaquia en un partido loco y que se resolvió después de dos prórrogas (72-76). La ... fe mantuvo con vida a la selección porque un triple de Yusta a cuatro décimas del final del primer tiempo extra evitó la derrota y dio cinco minutos más de vida a España, que entonces sí pudo cerrar el encuentro. España tendrá que hacer bueno este resultado el próximo lunes en Orense, donde se volverá a enfrentar a los eslovacos. Los dos jugadores del Unicaja que participaron, Díaz y Sima, pero el angustioso encuentro pasará a la historia por el debut de Mario Saint-Supery con el equipo nacional absoluto.
Como se ha explicado no fue una victoria fácil para España, que se presentó al partido con un equipo muy joven, pues además de Saint-Supéry también se estrenaron Sergio de Larrea e Izan Almansa. A pesar de esto, España aguantó el empuje de los eslovacos, que fueron a más a medida que avanzaba el encuentro.
Mientras que Díaz salió titular, Sima saltó al campo en el primer cuarto y Saint-Supéry lo hizo en el segundo. El joven canterano del Unicaja, que juega cedido en el Baxi Manresa, estuvo casi perfecto en su estreno con tres asistencias casi seguidas que fueron clave para que España llegase con una clara ventaja al descanso (30-38).
Sin la referencia interior que fue Fran Guerra en los primeros minutos del partido, España sufrió y vio cómo el conjunto eslovaco se fue creciendo hasta empatar el encuentro en el último cuarto. La complicada situación del encuentro no cambió el plan de Sergio Scariolo que a nueve minutos del final y con 47-48 en el marcador sacó a pista a Alocén, Saint-Supery y Almansa. El malagueño jugaba de escolta y la dirección del equipo quedó en manos del base del Gran Canaria que estuvo brillante para permitir que España se estirase en el marcador (51-57) a cinco minutos para el final. Ahí se atascó España, que vio cómo Eslovaquia remontaba comandada por Brodziansky. A dos minutos para el final España perdía 58-59. Tocaba remontar y fallar poco.
No hubo reacción y Brodziansky le dio una vida a España al fallar un tiro libre a cinco segundos del final. A la prórroga se llegó después de que los árbitros no quisiesen mojarse en la última acción con el tiempo cumplido en la que Yusta recibió falta. Los cinco minutos extra fueron un suplicio para España. Se empeció en lanzar de tres y sólo fue capaz de anotar dos puntos para acabar perdiendo. Todo parecía perdido, pero Yusta, providencial, robó un balón cuando quedaban cuatro décimas y logró empatar el choque a 67. En la segunda prórroga, ahora así, con más aplomo, España pudo cerrar el encuentro gracias en parte a su mayor acierto desde la línea de tiros libres
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