Oppo Find X3 Pro, un duro rival en la gama alta móvil

En cuanto se saca de la caja, tras haber testeado unas semanas el Xiaomi Mi 11 Ultra, lo primero que se siente frente a este es la reducción de peso y su cuidada parte trasera. Aunque solo sean unos 50gr, en la mano y con este volumen es una reducción de carga notable que hace que su manejo sea mucho más ergonómico. El tamaño entre uno y otro es similar, milímetro arriba, milímetro abajo, pero la trasera del Mi 11 Ultra con su gran relieve de cámaras y pantalla secundaria se convierten en un lastre, algo que en el Oppo Find X3 Pro no se da.

Sus cuatro cámaras, una principal de 50MP con estabilización óptica de imagen, una Ultra gran angular con la misma resolución, un teleobjetivo con zoom híbrido de cinco aumentos o de 20 en digital y la gran sorpresa: una microlente capaz de aumentar lo que tiene delante hasta 60 veces. A nivel cámaras, gracias a su velocidad de enfoque, a la IA que pone en marcha los algoritmos de mejora de imagen, a la posibilidad de captar 10 bits de color y a la calidad de las lentes, estamos ante un smartphone capaz de sacar unas fotografías de gran calidad en todos los aspectos, incluso de noche.

Ahora bien, su gran sorpresa, esa cámara microscópica que nos muestra lo que nos rodea desde otro punto de vista, no sirve de mucho más allá de la impresión inicial. Salvo que necesitemos sacar fotografías a ese nivel de cercanía y detalle tenemos una lente inservible en nuestro día a día. Sí, ha sido una novedad en el mundo móvil, pero nada funcional para el usuario medio. Si somos fotógrafos, da la sensación de llevar una lente que jamás vamos a usar siempre con nosotros.

Dejando a un lado las cámaras, que como indico, en general no palidecen frente a las de otros móviles de la misma gama, estamos ante un terminal cuyo hardware es muy potente. Monta un procesador Snapdragon 888 y 12GB de RAM, que le confieren en AnTuTU (un sistema de medición de potencia) más valor que al Samsung S21 Ultra comercializado en España, 746.368 frente a 710.251. Esto hace que los juegos o la edición de vídeo, que es lo que más recursos necesita, funcionen a la perfección.

En cuanto a su pantalla, estamos de nuevo ante 120Hz de tasa de refresco, con un lector de huellas debajo de esta que funciona de forma rápida y un notch reducido al mínimo tamaño en la zona superior izquierda, destinado a la cámara frontal de 32MP.

La capa de Android que monta, llamada ColorOS, es muy personalizable e incorpora muchas mejoras, aunque durante la experiencia de uso también han aparecido fallos con algunas aplicaciones, como WhatsApp, que se congelaban y había que reiniciarlas. Algo que seguramente quede en anécdota tras una actualización.

La experiencia se puede completar aún más con el Oppo Watch, el reloj que tiene la compañía de estética similar al de Apple, que incorpora WearOS como sistema operativo. Gracias a él podemos instalar aplicaciones y no depender del móvil para muchas cosas, aunque por contra, la duración de la batería con un uso medio es bastante escasa, llegando con suerte al día completo. Algo similar a lo que le ocurre al Oppo Find X3 Pro, aunque en ambos casos han sabido paliar el problema: la carga rápida hace que en pocos minutos ambos aparatos tengan batería suficiente para seguir funcionando durante horas.

Finalmente, en cuanto al precio, el Oppo Find X3 Pro tiene un PVP de 1.169 euros y el Oppo Watch de 249€, aunque en ambos casos se encuentran ofertas que reducen sustancialmente dicho valor.

En resumen, estamos ante un smartphone muy competente, que rebosa calidad por cada esquina curvada, al que solo se le puede achacar como punto negativo que una de sus cámaras es bastante inútil en el día a día. Salvo por ese detalle, nos encontramos en calidad-precio ante uno de los mejores terminales del momento.