Xiaomi Mi11 Ultra: ¿Merece la pena pagar 1.200€ por él?

Hasta hace un par de años, Xiaomi era sinónimo de terminales que ofrecían características similares a las de sus rivales solo que con un precio más reducido. Pero un vistazo a la evolución de la empresa china demuestra que eso es cosa del pasado. En 2020, el Mi 10 Pro ya rozó la cifra de los 1.000€, llegando este año a los 1.199€ con la salida de su smartphone más potente.

Con Xiaomi como patrocinador incluso de la 24 edición del Festival de Málaga, donde anunciaba su gama Mi 11 bajo el eslogan «una serie de cine, para un festival de película» estamos ante un teléfono con sistema de grabación de vídeo muy potente. No nos hará falta un gimbal o estabilizador externo, ya que el propio terminal incluye dos modos, el «Vídeo estable» y el «Vídeo estable Pro» que evitan trepidaciones más o menos ligeras. Esto, aunado a los filtros que trae preinstalados, al sistema de cámara lenta de hasta 1920fps y al editor nativo, permiten poder hacer vídeos muy profesionales u orientados al fenómeno Vlog que tanto se ve en redes sociales sin que echemos en falta una cámara tradicional.

Siguiendo con el apartado de los objetivos, el Mi 11 Ultra incorpora tres cámaras traseras muy potentes, destacando el gran tamaño de sus sensores, aunque las lentes que montan no estén a su altura. Disponemos de un Gran angular de 50MP, un Ultra gran angular de 48MP y un Teleobjetivo de 48MP. Los dos primeros son los pesos pesados, mientras que el zoom permite llegar a aumentar los objetos hasta 120 veces su tamaño, pero siendo sinceros, no merece la pena debido a la borrosidad que genera. El zoom óptico se queda en 5X, mientras que el híbrido, que da unos resultados decentes, llega a 10x.

Al margen de los sensores, lo mejor del Gran angular es su estabilización óptica, muy acertada, mientras que el Ultra gran angular tiene un campo de visión muy amplio, que llega hasta 128º, lo que nos permite abarcar todo lo que veamos delante de nuestra cámara. A estas opciones hay que sumar el sistema Night Mode 2.0 que hace que las fotos se comporten muy bien con escasa luz.

Pero si por algo destaca este terminal es por su pantalla trasera. Es lo que hace que sea tan llamativo, tanto por lo que muestra en ella, como por el tamaño del bloque de cámaras, que sobresale frente al de cualquier otro móvil. La pequeña pantalla, que es la misma que Xiaomi monta en las pulseras MiBand, permite varias cosas: controlar la música, observar la hora o utilizarla para vernos reflejados en ella cuando hacemos un selfi. Esto permite olvidarnos de la cámara frontal de 20MP para hacer este tipo de fotografías, logrando unos resultados increíbles.

A nivel hardware, como era de esperar, está a la última. Monta un procesador Snapdragon 888, que es una auténtica bestia capaz de mover cualquier juego con la configuración máxima sin despeinarse. Tampoco hay lentitud a la hora de editar vídeos desde el propio terminal, ni siquiera cuando abrimos la galería y la mayoría de fotos están en formato raw. Estamos ante un dispositivo, con 12GB de Ram y 256GB de memoria, que nos permite trabajar cómodamente desde cualquier lugar gracias a su conexión 5G. Toda una oficina portátil.

Por otro lado, su pantalla AMOLED WQHD+ de 6,81 pulgadas con 120Hz hace que navegar o moverse por los menús sea una maravilla, pero… también lo es la forma en la que drena la batería cuando tiene todas las opciones activadas al máximo. Eso sí, para solventar este problema de energía, el Mi 11 Ultra es capaz de cargar sus 5.000mAh al 100% en 36 minutos gracias a su cargador de 67W.

Pero no todo es tan bonito. Este móvil tiene también alguna que otra desventaja. En primer lugar está su tamaño, forma y peso, donde el bloque de cámaras hace que su agarre no sea muy cómodo o cueste habituarse. A esto le sumamos que el sistema operarito que usa, Miui 12.5, no está todo lo optimizado que debiera y en ocasiones se produce algún que otro error al abrir alguna aplicación. Por último, y más preocupante, es que aunque anunciaron su unboxing en agua salada, tras sumergirlo unos segundos en ella para sacar una foto, ha dado errores.

Eso sí, en nuestro país el recibimiento del terminal ha superado con creces las expectativas de la empresa china. Borja Gómez-Carrillo, Country Manager de Xiaomi España, explica que «hace dos años nadie habría pensado que un Smartphone Xiaomi estaría en la cima de las cámaras de dispositivos móviles, y eso ahora es una realidad que hemos podido demostrar tanto con Hardware como con software incluso en resultados oficiales como la puntuación de DxOMark». Prueba de esta afirmación es que las principales tiendas online que lo comercian lo tienen agotado desde su lanzamiento.

En definitiva, estamos ante un terminal que rebosa calidad por cada esquina, pero como es obvio, hay que pagarla. Xiaomi ya no es sinónimo de precio económico, sino que ahora es una «empresa más» que hace frente a los pesos pesados de la industria, aunque como les ocurre a estos, el smartphone perfecto no existe y 1.200€ es una cifra considerable como para valorar bien sus pros y contras.