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El virus y las polillas

LA ROTONDA ·

Sábado, 17 de octubre 2020, 10:10

La frase es de Mario Benedetti: «Un pesimista es sólo un optimista bien informado». Sales a la calle y ves desánimo, mucho desánimo. Se nota en un ambiente que está llevando a este país a una situación cuanto menos extraña por no decir límite. El Covid, este maldito bicho, es el desencadenante de que hoy en España la sonrisa y el mirar al futuro no tengan horizonte. Son muchos muertos, son muchos afectados, son muchos días ya aguantando al coronavirus, que no sólo no desaparece de nuestras vidas, sino que cada vez deja constancia con mayor claridad de que va a quedarse mucho tiempo. Ocurre como con las visitas no deseadas. El virus chino nos está robando la felicidad. Nos queda el amargor, la mala leche, y la mezcla de ambos da de comer a las redes sociales... Además, el bicho nos hurta la cultura y el ocio, y nos quedamos 'solos en casa' con la televisión y sus canales, lo que en este país no sólo no une ni entretiene, sino que agrava el pesimismo. Curiosamente, los líderes de los programas que más enfrentan y dividen a los ciudadanos se están haciendo multimillonarios. Es la torpeza del pobre, que siempre hace más rico a otros. En este ambiente, en esta soledad de reuniones sociales capadas, de calles vacías (paseen por Málaga o por La Carihuela o por donde quieran); en esta ruina económica y de salud que nos ha caído encima, en este pesimismo instalado en el ambiente, nos movemos: «No es ésta la mejor época para nacer», esta frase no es de ningún escritor famoso, sino de una matrona malagueña, y lleva más razón que un santo. Ni para nacer, ni para casi nada... Encima si miramos buscando una mínima esperanza de solución y nos topamos con nuestra clase política de hoy, entonces el motivo para la desesperación no escuece, sino que duele entre las costuras.

Afrontamos la peor situación en un siglo con la peor clase dirigente de este país desde que estalló (hoy no hay ni un término gratis en el artículo) la democracia en nuestro país gracias a la magnífica y loable Constitución de 1978, hoy vilipendiada y pisoteada desde dentro gracias a las 'polillas', que suelen crecer entre la podredumbre para ya destruirlo todo... España está triste. Málaga está triste. La sociedad está triste. Sólo quien no sepa (o no se dé cuenta) lo que está ocurriendo puede ser optimista. Ya lo dijo Mario Benedetti...

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