

Sánchez: «Comparezco con el corazón tocado pero con la determinación intacta»
El presidente vuelve a admitir su «error» con Cerdán y Ábalos, pero esgrime que el proyecto socialista «merece la pena más que nunca» porque hay que frenar a la derecha. Page pide una cuestión de confianza
«Soy consciente de que la decepción es grande pero la deteterminación de impedir que la derecha siga avanzando aun mayor», ha dicho hoy Pedro ... Sánchez ante el comité federal del PSOE, reunido en Ferraz para abordar la grave crisis abierta por las revelaciones que el pasado lunes llevaron al juez Leopoldo Puente a decretar prisión provisional sin fianza para el, hasta hace poco más de 20 días, secretario de Organización de la formación, Santos Cerdán, tras su imputación por pertenencia a organización criminal, cohecho y tráfico de influencias.
Con un discurso que no ha distado mucho del que ya pronunció el pasado 16 de junio, pocos días después de conocerse el contundente informe de la UCO contra el exnúmero tres del partido, el presidente del Gobierno ha insistido en que presentar la dimisión y convocar elecciones por lo que ha calificado de «error»-la elección de dos secretarios de Organización ahora imputados por pertenencia a organización criminal, tráfico de influencias y cohecho- sería una «irresponsabilidad» y ha argumentado que la mayoría de la ciudadanía mira hoy al PSOE con «esperanza» frente al avance de una derecha que es, ha aducido, una «amenaza para las libertades».
«Me elegisteis como capitán de este barco. Y el capitán no se desentiende cuando viene mala mar. Se queda a capear el temporal, a salvar el rumbo y a ganar el puerto. Y lo hacemos, lo hago, por algo que es indeleble a nuestro compromiso socialista, la responsabilidad», ha insistido.
Sánchez sí ha vuelto a pedir perdón por depositar su confianza en «personas que no la merecían» y ha tratado de transmitir que lo ocurrido no le es indiferente. Pero una y otra vez ha reivindicado su labor y la de su Gobierno y ha insistido en la idea de que mantiene intacta el propósito de regeneración y lucha contra la corrupción con el que llegó a la Moncloa, en una moción de censura contra Mariano Rajoy defendida, paradójicamente, por Ábalos. «Comparezco, evidentemente, con el corazón tocado pero también con la determinación intacta y mismas ganas de plantar cara la adversidad y volver a superarla».
«Os digo que no vamos a a fallar a la regeneración que persigue nuestro país desde hace décadas porque nosotros no somos como los otros, como la derecha ni como los corruptos que han manchado nuestras siglas -ha llegado a afirmar- así que, que nadie intente igualarnos porque este partido está hecho de gente honrada, humilde, trabajadora, que jamás metería la mano en la caja».
El círculo de Cerdán persiste
El discurso del jefe del Ejecutivo ha sido respondido con aplausos de la mayoría de los asistentes. Con una clara excepción, el presidente de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page. Pero eso no quiere decir que la incertidumbre, el nerviosismo y el desánimo que se instalaron en la formación hace tres semanas se hayan diluido. Ni mucho menos.
El hecho de que esta misma mañana ya se haya visto obligado a renunciar a todos sus cargos una de las personas que Sánchez había elegido la víspera para llevar las riendas del partido en esta nueva etapa, tras una información de eldiario.es que apunta a que pudo cometer acoso sexual contra sus subalternas, Francisco Salazar, no ayuda. Tampoco que, pese a lo que se trasladó el jueves, en la ejecutiva permanezcan personas del círculo de Cerdán como Juanfran Serrano, apartado de su puesto como número dos de Organización pero reubicado como secretario de Política Municipal.
Page ha sido contundente en su intervención, hasta el punto de pedir a Sánchez que presente una cuestión de confianza y advertir de que, si no logra superarla («Y no -ha remarcado- a cambio de más chantajes obscenos de los independentistas»), debe convocar elecciones. Pero sobre todo, ha dejado claro que nada de lo que Sánchez ha puesto hoy sobre la mesa palía la situación. «La gravedad de la crisis que tenemos encima no se soluciona con este comité», ha avisado.
En su intervención, el jefe del Ejecutivo ha planteado una serie de medidas internas, en concreto 13, para reforzar los controles y prevenir la corrupción. Pero él mismo ha admitido que pueden resultar «en exceso técnicas y burocráticas». Entre ellas, está por ejemplo la exigencia de doble firma para los secretarios y secretarias de Organización o regular los plazos máximos de resolución de expedientes informativos y disciplinarios en supuestos casos de corrupción (después de haber tenido más de un año abierto el de Ábalos).
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