Beluga, cocina mediterránea sin complejos

Este alicantino de la isla de Tabarca ha traído a nuestra ciudad una cocina mediterránea sin complejos, donde los arroces, en especial de la zona levantina y otros surgidos de su propia imaginación, junto con otros platos tradicionales de la cocina mediterránea española, han sido readaptados a los gustos actuales. Todo ello ha hecho que Beluga se haya convertido en uno de los restaurantes del centro de la ciudad más frecuentados por los propios malagueños.

La carta de esta casa suele cambiar con bastante frecuencia atendiendo a la demanda y al producto de cercanía, estando la mayoría de estos platos en el apartado de sugerencias, seguido de unas pocas entradas, donde destacan las almejas con una salsa de fabes y piparras fritas, una readaptación de este plato tan asturiano y cántabro, y el tartar de vaca con trufa y huevo. Pero donde la cocina se torna más personal es en el apartado de arroces. Para empezar, Diego no se corta un pelo y previamente explica al cliente el tipo y la variedad de arroz que utiliza para cada uno de los que figuran en su carta, incluida su procedencia con nombre propio, es decir, el Molino Roca de la Albufera de Valencia. Pincipalmente usa tres variedades para su amplia gama de arroces, Bombita Dinamita, Gran Reserva y Carnaroli, este último para los llamados arroces melosos.

No hay duda, en Beluga es donde más variedad de arroces vamos a poder comer. Pero lo mejor de todo es que estamos ante un cocinero que domina la técnica de los arroces secos y melosos como nadie, lo que ya es de por sí toda una garantía. Si lo que buscamos en un arroz tradicional, entonces hay que inclinarse por el arroz a banda con salmonetes de roca o el negro con calamaritos y pimientos, tal y como siempre se ha hecho en tierras valencianas. Si por el contrario, lo que queremos es comernos un arroz más actual, creativo, ahí está el de pato con calabaza y foie o el de pollo con chistorra y tirabeques.

Beluga no sería Beluga sin esta gran variedad de arroces, ni sin la complicidad en sala de Andrea.