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Llevaban ya varios años rondándoles. Era cuestión de tiempo que el Grupo Dani García acabara abriendo la puerta a un fondo de inversión. Y así ... ha sido. Con Kharis ha encajado. El fondo belga de capital riesgo ha entrado en la empresa con una participación de 44 millones de euros. Esta macrooperación, inédita en el escenario gastronómico nacional, dará pie a un nuevo modelo de negocio del grupo, en el que Dani García y los hermanos Laura y Javier Gutiérrez siguen manteniendo el control de la compañía como socios mayoritarios.
«Habíamos recibido muchas ofertas, pero en esta hemos visto conexión, compromiso y experiencia que nos puede ayudar a la hora de seguir creciendo», advierte el cocinero marbellí sobre un nuevo paso que, asegura, les permitirá «acelerar y profesionalizar» la expansión nacional e internacional con la apertura de locales con inversión propia, frente a la fórmula que habían seguido hasta ahora, basada en acuerdos con operadores locales, mayoritariamente hoteles. Algo que, no obstante, seguirán compaginando.
En total, son ya una veintena los restaurantes que el Grupo Dani García tiene repartidos en seis países: BiBo (Marbella, Tarifa, Madrid, Doha y Londres), Lobito de Mar (Marbella, Madrid, La Finca y Doha), Leña (Marbella, Madrid y Dubái), Tragabuches (Marbella y Madrid), Dani Brasserie (Hotel Four Seasons Madrid), Smoked Room (Madrid y Dubái), Casa Dani y El Pollo Verde (Nueva York), La Cabane (Marbella) y La Chambre Bleue (París). Además de la coctelería El Coleccionista, en BiBo Madrid. Un engranaje que mueven ya más de 1.200 empleados y que alcanza una facturación anual superior a los 60 millones de euros.
Pero en todas estas cifras de vértigo, también ha habido alguna baja. Es el caso de Alelí y Kemuri -restaurantes de cocina italiana y japonesa, respectivamente-, que se despiden del hotel Puente Romano en Marbella apenas dos años después de su nacimiento. «Me da pena porque son conceptos en los que sigo creyendo, pero si algo no cuaja y no es rentable, la mejor decisión que puedes tomar es la de cerrar. Marbella es nuestro banco de pruebas, hay cosas que nos gustan y salen, y otras que no y prescindimos de ellas. Pero somos una gran compañía y tenemos músculo financiero para hacerlo«, reconoce el cocinero.
«En realidad, los proyectos de Alelí y Kemuri no han salido mal del todo, el problema básico ha sido el elevado alquiler, eso y que en tres meses no se pueden abrir tres restaurantes en un sitio como Marbella. Creemos que tiene capacidad, pero como en muchas ciudades hay sus pros y sus contras», añade Dani García, en referencia a un tercer tropiezo: Babette, concepto de cocina afrancesada que cambió por BiBo el mismo año que abrió Alelí y Kemuri, pero que desechó al año siguiente para volver a recuperar BiBo. No fueron los únicos restaurantes que abría en 2022 en la localidad costasoleña. Sumaba además Tragabuches.
En cualquier caso, el marbellí seguirá apostando por su ciudad natal. Tanto que se plantea volver a la alta cocina en ella. De momento, la experiencia de Alelí no ha caído en saco roto. En menos de un mes estrenará este concepto de cocina italiana en Budapest, donde a finales de año abrirá también BiBo. No le frenan, por tanto, los errores. Al contrario. «No hay que tener vergüenza si algo sale mal, se asume y punto, no hay que esconderse». Se lo dice la experiencia. Su trayectoria no ha sido un camino de rosas. Por eso sabe que la «profesionalización» y el «músculo financiero» son fundamentales.
Otro traspié ha sido el de La Gran Familia Mediterránea, línea de comida a domicilio que el Grupo Dani García creaba en 2020 a raíz de la pandemia bajo la gestión de Rima Gastronómica, sociedad declarada recientemente en concurso de acreedores. «Iba bien pero el negocio del 'delivery' se estancó y se complicó la ampliación de capital», revela el cocinero marbellí, pese a todo, «muy motivado» ahora con la inyección de capital de Kharis. De hecho, Las Vegas, Nueva York, Londres o París son algunas de las ciudades en el punto de mira para seguir creciendo de forma independiente. Algo que ya hacía el pasado mes de diciembre en Dubai, con la apertura de Leña y Smoked Room. Un binomio que trasladará a finales de año también a Miami, donde ya han empezado las obras.
Considera marcas «muy exportables» Leña y Smoked Room. Esta última, además, le devolvía a la primera línea de la polémica al conseguir dos estrellas Michelin en menos de seis meses desde su apertura en Madrid en junio de 2021. Y todo, apenas dos años después de que cerrara su restaurante con tres estrellas Michelin en Puente Romano y dijera adiós a la alta cocina: «Volví como grupo y como avisé que haría algún día: con un espacio pequeño para un reducido número de comensales. No me arrepiento de haber tomado este rumbo, estoy disfrutando mucho, aunque no olvido aquella otra época, sin la que hoy no seríamos lo que somos».
Por delante aún le queda por andar al Grupo Dani García. En un año tienen previsto abrir una docena de restaurantes. Entre ellos, Leña Barcelona, en el Grand Hyatt. Además de Mallorca, Valencia, Amsterdam o Los Ángeles. Precisamente, su consolidación internacional fue una de las claves que convenció a Kharis para acercarse a ellos. Y ellos se acercan, además de compartir valores, por lo que les puede aportar su experiencia en el sector de consumo y en el 'quick service'. No en vano, el fondo belga tiene participaciones en compañías como la empresa alemana de marisco Nordsee, la cadena belga Quick o la francesa O'Tacos. Ahora entra por primera vez en España a través del Grupo Dani García, que precisamente la pasada semana celebraba el décimo aniversario de BiBo Marbella, el primero de muchos. Ahí empezó todo.
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