

Sergio Pellicer: «Ahora ya no nos vale con mantener la categoría, tenemos que ser ambiciosos»
El entrenador del Málaga da un paso adelante en sus pretensiones, anuncia cambios en el trabajo y se muestra ilusionado con el nuevo proyecto: «Vamos a pelear por conseguir lo máximo»
Sergio Pellicer se muestra más ambicioso e ilusionado que nunca. El entrenador del Málaga ya no piensa en la permanencia ni en el sufrimiento, aunque ... recuerda que es necesario tener los pies en el suelo. Está convencido de que el equipo crecerá un poco más y que los nuevos ayudarán para elevar el nivel de la plantilla. Admite que habrá alguna baja más y también considera necesaria la llegada de un central y un extremo, aunque sin prisas. A sus 51 años, este malagueño de adopción repasa toda la actualidad del equipo blanquiazul, analiza los cuatro fichajes llegados hasta ahora y explica los cambios en su cuerpo técnico, empezando por su inseparable segundo entrenador, Manolo Sánchez, que se ha marchado.
-Tras las bajas, ahora tiene cuatro fichajes y el arranque de la pretemporada ha sido esperanzador. ¿Qué primer balance hace?
-Es nuestra tercera semana de pretemporada. El balance es muy positivo, y no por el resultado. Creo que los partidos de pretemporada son situaciones en las que el resultado es lo menos importante de todo. Pienso que es un poco volver otra vez a reencontrarnos. Y este año queremos tener nuevas ideas, diferentes estructuras, tanto en ataque como en defensa, porque al final el fútbol va evolucionando. Estoy muy ilusionado, sobre todo con la gente que se quedó del año pasado, que ya tiene esa experiencia, y luego con los nuevos. Los cuatro jugadores que han venido tienen un perfil muy marcado, más los que puedan aparecer, pero ahora no hay que tener prisa.
-¿Tiene ya una valoración clara de los cuatro nuevos?
-Adrián (Niño) es un jugador que viene con hambre, que ha pasado por Primera RFEF, un delantero que creo que tiene un gran margen de mejora y que pienso que nos va a ayudar, junto a otro jugador joven, que es Chupete. Este ya lo hizo el año pasado, y tiene que seguir evolucionando. Joaquín, que ya lo conocemos, y además viene sobre todo con ese plan de madurez, pasó aquí una mili con nosotros, el año de las 18 fichas, y estuvo muy bien. Y ahora viene con muchísimo más poso, con más experiencia, haciendo un año bueno en el Huesca. Y también ha llegado un jugador que teníamos muy marcado, Dotor, que viene justamente de una cesión, que no ha jugado lo que él pensaba, pero sí es verdad que, tanto en la dirección deportiva como yo, lo teníamos controlado, incluso cuando jugaba en el Castilla. Puede dar esa mejor versión, porque lo ha demostrado. Como Eneko (Jauregi), un jugador más experimentado, que viene de una buena primera vuelta, y luego las circunstancias que sabemos, sobre todo de equipos que descienden. Tenemos sobre todo mucha ilusión con él.
«Tiene que haber alguna salida; los jugadores ya lo saben, es lo que peor llevamos»
-¿Es la mejor temporada para el entrenador, en la que todo está más aparentemente controlado?
-Llevo muchos partidos, muchos años aquí, y creo que al final es cuando uno tiene que recordar cuándo llegó, cómo vino, de esa ilusión que siempre se tiene que mantener. Pero sí que es cierto que lo que nos mantiene vivos a los entrenadores es la ilusión y la pasión. Y es cierto que puede ser, sobre todo por la exigencia de este año, y por lo que venimos, por lo que representamos, de recordar de los dos años el grupo de jugadores que vino... Me acuerdo de todos. Y quiero transmitir eso, que es el año de la ilusión, el año de un objetivo que creo que está muy claro, un año sin lanzar campanas a vuelo. Siempre soy muy cauto, pero sí que es una temporada de confirmación, de mejorar lo del año pasado y de ambición. Ese es el objetivo que tenemos nosotros. El objetivo es mejorar lo del año pasado, pero con los pies en el suelo, porque los segundos años de equipos que ascienden son muy peligrosos.
-Faltan dos fichajes, un central por Nelson y un extremo. ¿Con estas incorporaciones estaría lista la plantilla?
-Sí, pero yo creo que no hay que tener prisa ahora. Es cierto que justamente por eso estamos cambiando cosas. Normalmente en las pretemporadas siempre se tienen muchos jugadores, pero tenemos situaciones por mala fortuna como el tema de Ramón, de Haitam y de Moussa. No los hemos podido tener diariamente, y son jugadores muy importantes. Es una cuestión que nos ha afectado. Tenemos la máxima ilusión para que nos ayuden en el futuro. El tema de Nelson ha sido un traspié. Era un jugador muy importante para nosotros, pero también hay que entender todas las situaciones. Sabemos que quien venga va ser complicado por la adaptación. Nelson conocía el grupo, nuestra forma de entrenar, la metodología, la manera de gestionar... Los jugadores que están con nosotros lo tienen ganado en relación otros que lleguen nuevos. No hay que tener prisa, buscaremos otras variantes, hemos subido a Recio y tenemos también a Luismi e Izan, que pueden hacer labores de central. El tiempo nos va a hacer más fuertes también en el mercado por no tener prisa.

-Pero dispone de un gran número de jugadores en la plantilla. Tendrán que llegar más bajas.
-Sí, es lo peor que lleva un entrenador, y sobre todo por lo que nos han dado. Más allá de que uno pueda jugar más o menos, llegaron hace dos años. Como otros anteriores que también nos dieron mucho. Estoy cambiando ciertos mecanismos, ciertas formas de entrenar también y, por tener esa empatía, tampoco quiero generar falsas expectativas a ciertos jugadores para que se lo vayan ganando poco a poco. Tiene que haber alguna salida. Los jugadores ya lo saben, pero es lo peor que llevamos, porque cuando uno ve que lo da todo, pero al final es una situación más técnica que profesional, o táctica, y es verdad.
-Aunque el primer amistoso no es una gran referencia, los nuevos empezaron bien, sobre todo Niño, que sólo jugó 30 minutos.
-Sí, tenemos que controlar el tema de las cargas. Por ejemplo, Jauregi ya ha tenido una molestia y va a estar un tiempo fuera. Hay que controlar mucho las cargas, y la parte emocional, porque al final Niño ha estado en una cantera como la del Atlético de Madrid, de primer nivel, pero ahora va a pasar al foco principal. Málaga es diferente en todo, por lo que genera, tanto en el fútbol como a nivel mediático. Ahora está ya en primera línea. Voy a tener una conversación con los tres delanteros, que un día jugará uno, otro, dos, y algunas veces, los tres. Quiero que tengan esa tranquilidad por lo que se genere fuera, y estén calmados. El rendimiento en el fútbol se actualiza, y el sábado nos olvidaremos del partido del Antequera.
-La plantilla estaría compensada con la llegada de los fichajes que faltan, pero el 'pivote' quizás sea una figura escasa, con Luismi y poco más. ¿Izan Merino sería el segundo en esta lista?
-Izan dará un paso hacia adelante. Lo he utilizado en situaciones de 'ocho' y a veces de 'seis'. También nosotros tenemos que darle una vuelta, hay que buscar mecanismos y posiciones. Puedo utilizarlo como central para ser más ofensivo, para tener mejor salida de balón, para diferentes estructuras tanto en ataque como en defensa. Y con Luismi estoy muy ilusionado, porque el año pasado fue el primero suyo. Llegó a un equipo nuevo, con entrenador diferente… El año pasado no pudo hacer una pretemporada, que le lastró, y este año ha llegado muy bien, junto con Izan, que viene de la sección española, donde ha jugado de 'seis'. Juanpe también tiene esa posición, porque Dotor es más 'ocho', junto con Rafa, Dani Lorenzo o Aarón, que pueden jugar por fuera y por dentro.
«Ha estado en una cantera como la del Atlético, de primer nivel, pero ahora pasa al foco principal»
-¿Entonces cuál será el objetivo del Málaga? ¿Mirar hacia arriba? ¿Estar entre los diez primeros..?
-Lo que está primero en el objetivo es la confirmación, pero ahora ya no nos vale con mantener la categoría, nuestro objetivo no es ese, tenemos que ser ambiciosos. El año pasado mi discurso era otro, aunque hay que saber que el primer paso siempre es hacer 50 puntos. Nuestro objetivo es mejorar lo del año pasado y ser ambiciosos y mejores. Lo que hicimos no nos tiene que valer ni al entrenador ni a los jugadores del año pasado ni a los jugadores que vengan, pero siempre con los pies en el suelo. Lo que no podemos hacer es darnos palmadas en el pecho y abrir mucho la boca pensando en cosas que ahora son difíciles, pero vamos a pelear por conseguir lo máximo. Y hay que saber la situación que vive este club. Cuando venga una inversión y sea como el Almería o el Granada, entonces nos daremos palmadas en el pecho.
-Un tema que no es muy técnico, pero que debe importarle. No habrá Mundial y el Málaga seguirá en esta Rosaleda. ¿Esto puede frenar el crecimiento del club?
-A ver, yo creo que esto no va de siglas políticas ni nada. Lo único que quiero aportar es sentido común desde nuestra parcela. Málaga se merece un Mundial, pero también hay un sentido común. Estuve de vacaciones en Aragón justamente y pasé por el campo del Zaragoza, y no va a perder masa social. Creo que La Rosaleda, además de lo simbólico es amor, belleza, superación de obstáculos y tiene algo divino. Esto es un sentimiento, Sería importante para la ciudad, pero también hay que aportar un sentido común para que los socios no perdieran sus asientos. Málaga merecía estar ahí, sí, pero ya son situaciones que se nos escapan a nosotros. Como está el club, si te vas a un sitio y pierdes sobre todo tu masa social, pierdes poder económico y devalúan el equipo. Entonces creo que ahí se tenía que haber gestionado por parte de todos de una manera diferente.
«Sería importante para la ciudad, pero también que los socios no perdieran sus asientos»
-Los cambios han sido importantes en su cuerpo técnico, pero la mayor sorpresa ha sido la separación de Manolo Sánchez, con el que estuvo desde la cantera del Málaga. ¿Qué ha ocurrido?
-Esto es mucho más fácil. Esto es como cuando un hijo se te hace mayor. Como mi hija se me ha hecho mayor a los 18 años. Este verano estoy perdiendo dos hijos. Mi hijo profesional, que era Manolo, que se me ha hecho mayor, y mi hija, que cada vez la veo menos en casa. No pasa nada. Ha sido recíproco de los dos. Hablamos. Han sido dos años muy duros, porque Manolo llevaba muchísimo trabajo junto conmigo. Es como un hijo para mí. Además, es un profesional y tiene unos conocimientos. Creo que nos ha hecho mejorar a todos. He aprendido de él y él también ha aprendido mucho de mí. Y se ha hecho mayor y creo que ha sido algo mucho más natural. No ha habido ningún tipo de discusiones. Hemos discutido mucho. Muchísimo. Con el que más he discutido ha sido con él, pero siempre pensando lo mejor. Llegó un momento en el cual queríamos hacer cambios. Y necesitaba descansar. No sé lo que va a pasar en el futuro, a lo mejor nos volvemos a reencontrar. Si firma en un equipo grande, ya le he dicho que me puede llevar de segundo, que yo le puedo ayudar. No ha habido ningún tipo de problema, sino simplemente cosas de dos personas que se quieren y que hay que separar los caminos antes de que se hagan daño. Eso es muy importante. Luego se ha incorporado Dani del filial (preparador físico). Es un mensaje para los técnicos de la cantera, que el trabajo tiene su recompensa. Subían jugadores del segundo equipo y estaban bien preparados. Luego está la vuelta de 'Capa' (analista). Trabajaba con Atlético y con Simeone, y luego estuvo con Guede. Queremos implantar un modelo de trabajo diferente. 'Capa' se va a encargar del rival y Juan (Roldán, el otro analista), de situaciones concretas. Era Manolo el que se encargaba del rival, y Juan le ayudaba. Y luego, la incorporación de Ale (Acejo, el segundo técnico). Otro entrenador de la casa. Con muchísimas experiencias. Estuvo aquí en el San Félix. Y luego cuatro años en el Sevilla, en Juveniles y con el Sevilla B. Después, con Pablo Machín. Es un entrenador muy preparado, con muchísima experiencia. Y que nos va a aportar, sobre todo, el ayudarme día a día.
-La afición, los abonados, volverá a llenar el estadio. Siempre dijo que La Rosaleda gana puntos.
-Sí. La Rosaleda o en otro estadio, con sus abonados y su afición, da puntos. Lo tengo muy claro. Porque el jugador lo siente. A mí me gustaría que alguna vez el club, cuando acaben los partidos por la noche, que hiciera unos sorteos de los aficionados y que luego bajaran a La Rosaleda y se pusieran en el centro del campo, por la noche, y en silencio, para ver lo que se siente. En silencio. Yo lo hago mucho. La Rosaleda da puntos. Y los datos están ahí. Exige concentración, atención y nivel físico. Hay que tener muchísima personalidad.
«La Rosaleda, con sus abonados y su afición, da puntos, lo tengo muy claro, porque el jugador lo siente»
-¿Qué mensaje le lanzaría ahora a la afición?
-Simplemente quiero darle las gracias, que nos sigan animando como lo han hecho hasta ahora. Que va a ser un año, sobre todo, de muchísima ilusión, de exigencia. Esa ilusión que se ha generado en estos años. Queremos dar pasos hacia adelante. El otro día, creo que en el último partido, cuando sacaron ese tifo 'de padres a niños'. Eso es lo que nos representa, lo que representa la afición. Y cada vez hay más niños con la camiseta del Málaga. Y cuando sales de aquí, del estadio, ves a gente pidiendo autógrafos a los jugadores como si fueran estrellas de rock. Somos unos afortunados. La gente especial son otras personas. Vamos a dar lo máximo para que se sientan orgullosos. Y sobre todo con honestidad.
-Usted baja a La Rosaleda en silencio y en otros campos lo hace, pero antes de los partidos y para medir los campos...
-Sí (ríe). Me parece bastante curioso lo de medir a pasos. No me fío, no me fío. Son manías que tenemos. Normalmente miro el ancho, con mis pasos. Ya tengo mi metro y mi paso. Es un poco la manía mía, también de concentración. A nivel personal el día de partido soy complicado.
-¿Echa de menos a alguno de los jugadores que se marcharon?
-A todos. Me han hecho crecer a mí, con nuestras diferencias. Pero por encima del trabajo hay una gente y está el Málaga. Los jugadores hacen su trabajo vocacional. Somos unos privilegiados de tener 30.000 personas cada quince días. Tenemos que darlo todo.
-Una de las claves de cada temporada es comenzar bien.
-Sí, sobre todo en clubes como el nuestro con tanta exigencia, con tanta historia. El año pasado comenzamos con buenas sensaciones y bien de mentalidad. Nosotros vamos a ser ambiciosos. Mi mensaje no es que nos vale con mantener la categoría. Mi mensaje es de un año de confirmación, de mejorar el nivel de los jugadores, que la gente disfrute con su equipo, de pelear cada partido y de ser los más exigentes, sabiendo cada uno dónde estamos al final. Queremos seguir dando pasos hacia adelante. Si desde el principio la gente piensa que tienes que estar entre los seis primeros, sería un grave error, y quien piense que sólo salvarnos es un objetivo, también es un grave error. Nuestro objetivo es competir como el año pasado, como hicimos casi el 90% de los partidos, y ser muy exigentes, muy ambiciosos, porque creo que la gente lo quiere. Que nos marque el objetivo en el día a día, pero siendo ambiciosos.
«Este año quiero que todo el que esté tenga la posibilidad de jugar»
-Centrándonos en los canteranos, se supone que muchos de ellos van a formar parte definitivamente de la plantilla, aunque alguno no pueda llevar el dorsal. ¿Ellos pueden marcar el crecimiento del equipo?
-Sí, pero el crecimiento del equipo es de todos. Vamos a ser una plantilla muy joven, pero tenemos otra gente con más experiencia para que nos ayuden. Es cierto que ellos tienen ese proceso. Lo del dorsal nos tiene que dar igual, y a los jugadores, también, pero sí que van a ser parte de esa plantilla. El año pasado teníamos 25 fichas y tres chavales, que eran Aarón, Izan y Cordero. Luego aparecieron Chupete y Rafa, y entonces con el tema de las lesiones teníamos casi 30 jugadores. Creo que, no sé el dato exacto, pero participaron más de 30 jugadores. La fortaleza nuestra es la plantilla y tener a todos los jugadores enchufados, y este año creo que va a ser así, incluso con más competencia. Queremos que los jugadores entiendan que todos puedan jugar partidos. El pasado año había momentos en los que no podían participar todos, pero quiero que este año todo el que esté tenga esa posibilidad de jugar. Este año vamos a cambiar cosas, de trabajos diarios, de metodología, como en el tema cuerpo técnico, pues el desarrollo del jugador, su desarrollo a nivel individual, tiene que dar un paso hacia adelante.
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