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Antonio Benítez, en el homenaje que recibió en Torrox hace unos años.

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Antonio Benítez, en el homenaje que recibió en Torrox hace unos años. BORJA GUTIÉRREZ

Fallece Antonio Benítez, el hombre de los récords en la historia del Málaga

Fallece el mítico técnico blanquiazul y hombre de los récords del club, al que estuvo ligado más de 60 años en casi todas las facetas

Domingo, 23 de enero 2022

El Málaga perdió a última hora de la noche del sábado a una de las personas más relevantes de su historia. En realidad, la historia misma del Málaga por sus más de 60 años de servicio al club. Antonio Benítez, el hombre de los récords, falleció a los 79 años después de un largo periodo con problemas respiratorios. Junto a sus 12 temporadas como jugador (con un balance de 222 partidos) destaca especialmente su registro en el banquillo, con 311 encuentros en el Club Deportivo Málaga y 69 en el Málaga Club de Fútbol.

Antonio Fernández Benítez nació en Alicante, pero muy pronto se desplazó a Málaga para convertirse en uno de los mitos del club de La Rosaleda. De hecho, tras la última reordenación de las puertas que llevan los nombres de exjugadores, es la suya la que figura en el frontal del recinto de Martiricos con el número 0. Asimismo, el pasaje por el que se accede a las oficinas del estadio, lindando con el río Guadalmedina, cuenta con la denominación del que ha sido para muchos malagueños «el mejor entrenador de la historia».

Y es que no ha habido en Málaga una persona con los conocimientos de fútbol y con la capacidad para interpretar los partidos como Benítez. «Yo podría haber jugado cuatro o cinco años más, incluso con una silla de ruedas. No era muy rápido y no era muy fuerte, pero siempre sabía colocarme. Intuía dónde iba a ir la pelota, aunque fuera en el saque del portero, y allí estaba yo preparado», confesó en una de las decenas de conversaciones que manteníamos regularmente. Hace sólo tres semanas, en la última –y después de pasar el 'filtro familiar' y que él accediera a ponerse al teléfono–, ya acusaba más que nunca esos problemas respiratorios que, como él decía, «me tienen aburrido porque no puedo salir de casa». La llegada del coronavirus lo obligó a permanecer recluido durante un periodo interminable para él dadas sus dificultades pulmonares. «Cuando pasen las fiestas, a ver si estoy mejor y hablamos más tiempo». Quedó pendiente esa llamada a la espera de que se produjera la deseada mejoría.

Siempre el Málaga...

No era el primer contratiempo físico de Benítez. Al comienzo de la temporada 2007-2008, la del último ascenso, también le dio un aviso el corazón. Pero él sólo pensaba en el Málaga. Apenas 24 horas después, en la clínica El Ángel, recibió la visita de un grupo reducido de amigos. Entre ellos estaba el entrenador, Juan Ramón Muñiz, recién llegado del partido de Copa en Tenerife. «¿Has pensado ya en cómo frenar a los dos que tienen arriba? Porque son dos balas...», nos espetó sobre el próximo rival, el Elche. No tardó en recibir el reproche de su mujer, Toñi, y sus dos hijos.

Sus datos

  • Trayectoria como jugador. Atlético Andalucía (1959-60), Atlético Malagueño (1960-64) y Málaga (1964-76).

  • Temporadas como jugador malaguista. 12. Segundo de la historia, con Arias, sólo por detrás de Migueli, con 13. Medio de cierre o en la defensa.

  • Partidos como malaguista. 222 (106 en Primera, 83 en Segunda, 31 en Copa y dos de promoción). Vivió cuatro ascensos (en 1964-65, 1966-67, 1969-70 y 1975-76). Marcó dos goles, ambos en Segunda.

  • Trayectoria como entrenador. Atlético Malagueño (1976-80), Club Deportivo Málaga (cuatro etapas distintas entre 1981 y 1990) y Málaga Club de Fútbol (1994-comienzos de 1996). Además, el Murcia (1987-88).

  • Partidos como entrenador del Málaga. 311 con el Club Deportivo (158 en Primera, 99 en Segunda, 40 de Copa, 12 de Copa de la Liga y 2 de promoción) y 69 con el Club de Fútbol (40 en Tercera, 19 en Segunda B, 4 de Copa y 6 de promoción).

Porque Benítez lo fue todo en el Málaga, «menos presidente, que ahí sí que no me van a pillar». Ha pasado mucho desde que en su primer partido en Málaga jugara con una ficha falsa, en el Hidroeléctrica El Chorro, porque no tenía la edad. 'El alicantino', como le llamaban entonces, participó gracias a que en la licencia de «un tal Villalba», que estaba en el servicio militar, fue pegada la foto de aquel joven futbolista. Su trayectoria en categoría sénior incluye el paso por el Atlético Andalucía (en la temporada 1959-60), el Atlético Malagueño (entre 1960 y 1964) y el Málaga (hasta 1976). Llegó al primer equipo y ya no se marchó. Fueron 12 temporadas con 222 partidos (de ellos, 106 en Primera y 83 en Segunda) para convertirse en el segundo con más años en el primer equipo blanquiazul en un podio junto a otros dos mitos, el 'gran capitán' Pepe Arias (también con 12) y su inseparable 'hermano', también perchelero, el inigualable Migueli, con 13. Vivió cuatro ascensos (en 1965, 1967, 1970 y 1976) y se le rindió un inolvidable homenaje el 11 de agosto de 1976 con una goleada al FAR Rabat marroquí por 8-0.

La presencia del equipo de Rabat en su despedida no es una casualidad. La gestión corrió a cargo de otro de los 'hermanos' de Benítez (o sin comillas), Ben Barek, la única persona ajena a la familia que hablaba regularmente por teléfono con él en los últimos tiempos. Y fue el hispanomarroquí una persona decisiva en la llegada al banquillo del 'Tigre' (como lo apodó el inimitable Sebastián Viberti). Porque él fue quien recomendó en 1981 que se hiciera cargo del primer equipo, cuando él dejaba el puesto, para que completara la labor de ascender a un buen puñado de canteranos desde el filial.

Benítez se convirtió en entrenador del Atlético Malagueño nada más retirarse, en 1976, y allí siguió hasta 1980, cuando pasó a ser el segundo de Ben Barek en el primer equipo. Después de este año sin ejercer como primer entrenador pasó a llevar las riendas del Málaga. Lideró un ascenso memorable y, posteriormente, tres años en los que aquel equipo plagado de canteranos fue la revelación en Primera División y consiguió las históricas goleadas frente al Real Madrid (6-2) y contra el líder de la competición, el Atlético de Madrid (5-1). «Este fue para mí un partido más completo, pero meterle seis al Madrid no ocurre todos los días...», apuntaba cuando echaba la mirada atrás. El terrible descenso en la 'tarde del Betis' cerró aquel ciclo brillantísimo. Siempre destacaba que no hubo pacto en el vestuario y que incluso cerró la caseta para evitar que llegaran comentarios del exterior. Con ese fuerte carácter que le caracterizaba les mandó un mensaje contundente a los futbolistas que se resumía en una frase: «Si no ganamos, no nos salvamos».

Salida... y regreso

En 1985 permaneció en el Málaga unos meses más y fue relevado por Antonio d'Accorso. La desastrosa experiencia con el argentino y la fallida apuesta por José Luis Fuentes, otro fiel hombre de la casa, hicieron que la directiva presidida por Eduardo Padilla le pidiera que regresara. Benítez ni lo dudó. Como tampoco en 1989, ya en Primera, cuando el Málaga no terminaba de arrancar con su amigo Luis Costa. O en 1994, cuando se puso en marcha el nuevo proyecto ya con la denominación de Club de Fútbol. Con el 'nuevo' Málaga logró que la entidad diera el primer paso, subir de Tercera a Segunda B, pero a mediados de la temporada siguiente vivió quizá otro de sus peores momentos como malaguista, cuando La Rosaleda pidió su destitución. Sin el más mínimo reproche, dio un paso al costado y dejó el cargo. También cabe recordar que sólo tuvo una experiencia lejos del Málaga, en Murcia (en la temporada 1987-88), pero de las promesas que le hicieron se cumplieron muy pocas.

Vídeo.

En el banquillo malaguista Benítez completó 380 partidos (311 con el Club Deportivo y 69 con el Club de Fútbol) y también es el entrenador blanquiazul con más encuentros en Primera (158). Fue recuperado posteriormente por Fernando Puche para ser el ojeador de los rivales del Málaga. Mantuvo una gran sintonía con Joaquín Peiró –«la edad hace que nos miremos y sepamos por dónde va todo», decía–, pero sobre todo con Juande Ramos. Después, en un momento crítico, se unió a Juan Ramón Muñiz por deseo de Fernando Sanz para evitar el descalabro del club. Y allí, junto al asturiano y como responsable de la cantera, volvió a demostrar su firmeza y defensa del Málaga. «Mira, si el chico no quiere renovar y tú no vas a dejar de ponernos problemas, ahí tienes la puerta. Si no quiere jugar en el Málaga, él se lo pierde. Aquí sólo queremos jugadores que quieran ser del Málaga», le espetó cierto día a un representante.

En la última etapa Benítez pasó a ser consejero consultivo junto a Francisco Martín Aguilar y Ben Barek. De Benítez pasó a Antonio y de ser 'Tigre' pasó, como él decía, a «gatito». No faltaba a los partidos de la cantera y siempre hablaba con los jóvenes para explicarles en qué faceta del juego debían mejorar. Era poco de homenajes y menos aún de actos protocolarios, pero sí de cualquier encuentro por más que los achaques no ayudaran. Los problemas físicos lo fueron apartando de su Rosaleda para sufrir en casa, junto a Toñi, los complicados últimos años del Málaga. El hombre de los récords y el más grande defensor de la cantera, la persona con más conocimientos de fútbol de Málaga, el insuperable compañero y amigo, nos dejó el sábado. Benítez deja este mundo, pero también su impresionante legado, una legión de admiradores y, por supuesto, el mejor interlocutor para hablar de fútbol. Y ahora pasará a estar con otras leyendas blanquiazules, desde su 'hermano' Migueli a dos jóvenes a los que vio irse demasiado pronto, Aracena y Gallardo. Adiós a Benítez, la historia del Málaga.

Antonio Benítez, en distintas etapas con el Málaga. SUR
Imagen principal - Antonio Benítez, en distintas etapas con el Málaga.
Imagen secundaria 1 - Antonio Benítez, en distintas etapas con el Málaga.
Imagen secundaria 2 - Antonio Benítez, en distintas etapas con el Málaga.

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