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El Málaga resurge en el momento crucial (2-0)
Liderado por Juanpi y Tete, rozó la perfección en la faceta defensiva y siempre tuvo el partido controlado
Quería soltarse el Málaga y lo hizo a costa de un aspirante a todo, el Girona. De nuevo con un equilibrio muy destacable, el equipo ... ofreció su mejor versión, firme atrás, más decidido en las salidas y, sobre todo, con dos referencias claras en el juego: Juanpi por dentro y Tete por fuera. El claro y convincente triunfo debe disparar obligatoriamente la confianza del equipo en el momento crucial de la Liga, aunque sigue con tres puntos de ventaja sobre el descenso.
Tras la notable imagen defensiva en Lugo no había razones para variar la estructura atrás y Pellicer huyó de experimentos. Bajo el paraguas de tres centrales en la cobertura, los jugadores del Málaga también asumieron el mensaje de su entrenador y se soltaron desde el pitido inicial. Que en los compases iniciales Keidi apareciera en posición de extremo y buscara el disparo a puerta suponía un claro síntoma de que el equipo iba a mostrarse menos encorsetado. Y aunque en el Girona no resolvió poco después en una segunda jugada porque el bote de la pelota perjudicó a Borja García en el área pequeña, no sólo se veía a los blanquiazules con el equilibrio adecuado, sino además con más chispa a la hora de salir.
La clave estuvo, sin duda, en la posición de los carrileros, no precisamente en línea con los centrales, sino incluso más adelantados en la presión. Fue algo así como un 3-6-1 cuando el adversario trataba de poner en marcha su maquinaria de juego. Cuando no se cumplía ese objetivo se activaba el plan B: evitar que Borja García y Samu Saiz, claves en el circuito gerundense, recibieran con comodidad. Y como colofón, se buscaba la falta táctica para frenarlos y ahorrarse apuros.
Málaga
Munir; Cifu, Juande, Lombán, Diego González (Mikel Villanueva, m. 90); Tete Morente (Renato Santos, m. 84), Adrián, Keidi Bare (Rolón, m. 90), Juankar; Juanpi (Benkhemassa, m. 78) y Sadiku (Buenacasa, m. 84).
2
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0
Girona
Riesgo; Calavera, Juanpe, Ignasi Miquel, Brian Oliván (Jonatan, m. 81); Rivera, Granell (Gumbau, m. 69), Aday Benítez (Zeballos, m. 57), Borja García; Samu Saiz (Diamanka (m. 69) y Stuani.
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goles. 1-0, minuto 20: Cifu. 2-0, minuto50: Sadiku.
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árbitro. Muñiz Ruiz (Comité Gallego). Amonestó a los locales Diego González (m. 43), Keidi Bare (m. 53), Cifu (m. 82), Buenacasa (m. 90) y Benkhemassa (m. 90). Mostró tarjeta roja a Adrián (m. 74). También amonestó a los visitantes Granell (m. 43) y Juanpe (m. 86). Roja a Cristian Rivera (m. 22).
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incidencias. Partido correspondiente a la trigésima sexta jornada de la Liga SmartBank disputado en el estadio La Rosaleda de Málaga a puerta cerrada.
Pero el partido cambió al filo del ecuador con dos acciones que desnivelaron la balanza a favor. Primero, precisamente por esa referida presión a Borja García, se produjo por partida triple lo que ha tratado de inculcar Pellicer estas semanas: robo de Juanpi en la medular, transición rápida y, como colofón, centro de Tete al segundo palo con aparición del 'carrilero' de la banda contraria, Cifu (encima el gol llegó de cabeza). Casi a renglón seguido, Keidi se llevó un pisotón inexplicable de Rivera, merecedor de una justísima expulsión.
El Málaga supo interpretar a la perfección el nuevo guion y no cayó en la precipitación. La experiencia vivida ante el Huesca, también con superioridad numérica (aunque entonces con desventaja en el marcador), llevó a jugar con cabeza, sin exponer lo más mínimo y siempre aprovechando las líneas de pase frente a un rival vulnerable por la ausencia de su medio más defensivo. Las oportunidades iban a llegar tarde o temprano, pero ni Tete ni Adrián acertaron en vísperas del descanso.
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Un buen triunfo en el momento más oportuno
En la reanudación Martí siguió sin poner coto al desorden de su equipo con nuevas piezas en el campo y el Málaga volvió a castigar al Girona en otra acción de Tete, que le hizo un roto a su par (Calavera) cada vez que lo encaró. El centro fue perfecto y Sadiku tuvo que tocar lo justo con la cabeza para desviar la trayectoria. Paradójicamente, esa clara ventaja pudo verse reducida a la mínima expresión apenas minuto y medio más tarde en un despiste de Cifu. Dejó desprotegida la zona de rechace en una falta lateral, pero Munir estuvo providencial en el disparo de Samu Saiz. Esos instantes de zozobra a balón parado llevaron al técnico visitante a apostar por otro punta. Ese cambio táctico le dio más frescura al Málaga porque su rival se desordenó aún más, lo que permitió que Juanpi recibiera con más libertad entre líneas.
En realidad, el conjunto de Pellicer, casi impecable en el orden, únicamente sufrió en esos cinco minutos tras el 2-0. Ni siquiera la expulsión de Adrián a un cuarto de hora del final –quizá influyera el cansancio al llegar tarde y pisar al contrario, pero debió medir mucho mejor– y la presencia de un tercer punta en el rival intranquilizaron a un Málaga inteligente y en el que su técnico repartió bien los cambios. Hasta Sadiku vio la quinta amarilla para llegar limpio a los duelos directos contra el Albacete y el Deportivo. Primero espera el jueves el Rayo, aunque la confianza tras esta clara victoria es innegable. Ojalá el Málaga se haya soltado de una vez porque la ventaja se mantiene en tres puntos.
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