La salud del obispo de Málaga mejora por tercer día consecutivo dentro de la gravedad
Jesús Catalá sigue evolucionando favorablemente, aunque continúa en la UCI tras ser operado de urgencia el pasado martes
El parte dominical sobre el estado de salud del obispo de Málaga, Jesús Catalá, vuelve a transmitir optimismo dentro de la preocupación. Así, por tercer ... día consecutivo, los médicos hablan de continuidad en la «evolución positiva y favorable» del prelado, que está respondiendo al tratamiento para combatir la septicemia que obligó a ingresarlo en la UCI. No obstante, el comunicado oficial se muestra cauto al hablar de que la situación es todavía de «gravedad», aunque un escalón por debajo del diagnóstico «muy grave» de hace unos días.
Catalá, de 75 años, continúa ingresado en la unidad de críticos del hospital Vithas Málaga (Parque San Antonio), donde entró el pasado martes tras varias operaciones y un cuadro de sepsis que necesitó un tratamiento de choque con antibióticos de elevado efecto. Así, la infección que preocupaba por afección a órganos vitales está remitiendo y los médicos esperan que continúe la evolución positiva.
El deterioro repentino del estado de salud del Obispo de Málaga se produjo tras la operación programada el pasado 22 de abril para retirar un pólipo de la vejiga del paciente. Sin embargo, las complicaciones en el postoperatorio obligaron una semana después, el martes 29, a intervenir de urgencia de la próstata a Catalá, el cual tuvo que volver a pasar por el quirófano ese mismo día al agravarse su estado de salud. Desde entonces, está ingresado en la UCI aquejado de una importante infección por la que se le tuvo que sedar.
Nacido en la localidad valenciana de Villamarchante, Jesús Catalá es obispo de Málaga desde el año 2008, cuando sucedió a Antonio Dorado Soto. Previamente, ocupó el cargo de obispo auxiliar de Valencia (1996-99) y, posteriormente, fue designado obispo de Alcalá de Henares (1999-08). El pasado 22 de diciembre alcanzó los 75 años, la edad de jubilación establecida para el cargo episcopal, por lo que presentó su renuncia al Papa Francisco, que falleció antes de designar su sucesor.
Así, el obispo ha seguido estos meses al frente de la diócesis, a la espera de ser relevado por un sustituto que designe la Santa Sede. Una decisión que ahora se tomará tras la elección del nuevo papa, cuyo cónclave arranca el próximo miércoles.
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