Manuel Alejandro Cardenete, presidente de la Cámara de Cuentas de Andalucía

«Trabajamos para introducir la Cámara de Cuentas en el siglo XXI a todos los niveles»

–¿Qué ha cambiado en la Cámara de Cuentas desde su llegada?

–Algunas cosas. Uno de los tres pilares sobre los que pivota mi presidencia es dar visibilidad a la Cámara de Cuentas. En esa línea nos hemos abierto a las redes sociales, donde nuestros informes se explican brevemente mediante pequeños vídeos con infografías y hemos cambiado nuestro logotipo para que pueda ser reproducido en esas redes sociales. Además estamos sacando la Cámara de Sevilla para celebrar plenos en otras provincias. ¿Con qué objetivo? Con el de acercarnos a las instituciones que fiscalizamos y especialmente a los ayuntamientos, puesto que otro de los pilares de mi gestión es aumentar la rendición de cuentas de los municipios ya que en Andalucía tenemos la peor ratio de rendición de cuentas de los ayuntamientos al situarse por debajo del 50%.

–¿Por qué es baja esa rendición de cuentas de los ayuntamientos?

–A diferencia de otras comunidades, caso de Madrid, Navarra o Galicia, en Andalucía no tenemos una ley que vincule la rendición de cuentas con la recepción de subvenciones. También hay comunidades que no tienen esa ley, pero tienen unos ratios mejores que Andalucía. ¿Qué es lo que ocurre aquí? Andalucía es muy grande y tiene muchos ayuntamientos, un gran número de ellos muy pequeñitos, donde los interventores están a tiempo parcial y no tienen capacidad para presentarlos en tiempo y forma. Lo que tenemos que hacer es intentar ayudarles a esa rendición de cuenta. Por eso venimos a las diputaciones al ser las que tienen pulmón para ayudar a los pequeños pueblos.

–En el caso de Málaga, ¿cuál es la situación de la rendición de cuenta de los ayuntamientos?

–Ha aumentado en el último año un 6% hasta alcanzar el 26% en el periodo voluntario y llegar al 52% dentro de los plazos establecidos en el marco legal. Creo que la labor que estamos haciendo desde la Cámara de difusión, de actividad, de entrevistas, participación en foros,... está haciendo que haya una nueva sensibilidad por parte de los municipios. Creo que esa labor de acercarnos a los órganos que fiscalizamos va calando poco a poco y si Málaga ya llegó al 52% me hace pensar que en el siguiente año podemos llegar al 60%. Hay un compromiso de la Diputación de ayudar a los pequeños municipios a esa rendición, que consiste en presentar las cuentas, los convenios y los contratos realizados.

–En el resto de instituciones que fiscalizan, ¿cuál es el nivel de rendición de cuentas?

–Ahí prácticamente se alcanza el 100%. Hay algunas excepciones siempre con causa justificada.

–¿Es partidario de cambiar la ley en Andalucía para vincular la rendición de cuentas con la recepción de ayudas?

–El no carácter sancionador tiene trampa porque sí lo tenemos de forma indirecta. Todas las cuentas que analizamos se elevan al Tribunal de Cuentas del Reino de España para su revisión. Si ellos detectan, o nosotros hemos remitido el trabajo con una alerta, lo revisan y si hay una sospecha de responsabilidad contable, tienen una sala de enjuiciamiento y abren diligencias.

–Citó que algunas comunidades vinculan la no rendición de cuentas a no recibir subvenciones. ¿Cree que si en Andalucía se introdujera esa vinculación aumentaría la rendición de cuentas?

-Lógicamente que incrementaría el nivel de rendición, pero creo que de momento no tenemos por qué vincular por ley la recepción de subvenciones a la rendición de cuentas. Habrá tiempo para cambiar esa normativa. Ahora considero que debemos realizar un trabajo proactivo, ayudando y teniendo a la mano a los ayuntamientos para aumentar esa rendición de cuentas. Una vez terminado ese proceso, será el momento de evaluar lo que se ha conseguido y analizar si podemos seguir o no creciendo y se tomará una decisión.

–¿Por qué es importante para los ayuntamientos esa rendición de cuentas?

–Primero porque lo marca la ley. Pero es más importante una segunda razón: porque les ayudaría a tener sus cuentas en orden. Y me explico. Ese asesoramiento que le podemos prestar tras el análisis de sus cuentas les ayudaría a tomar decisiones que no hipotequen al ayuntamiento cara al futuro y evitar que puedan producirse problemas que se vayan de control. A las pruebas me remito, ya que algún ayuntamiento (caso de Burguillos en Sevilla) su patrimonio pertenece a fondos buitres y eso arreglarlo es muy complicado. Nosotros queremos evitar esas situaciones con esa labor de análisis de las cuentas. Es una labor ímproba con el personal que tenemos (121 funcionarios) pero no nos da miedo. De hecho, una de las cuestiones, y sería el tercer pilar que quiero pivotar este mandato, es la introducción de inteligencia artificial en nuestro trabajo. ¿Por qué? Porque eso nos facilitará nuestro trabajo y simplificará nuestras tareas. Hay tareas puramente mecánicas que puede hacer la inteligencia artificial.

–En ese sentido, ha expuesto alguna vez la falta de medios humanos, ¿puede la tecnología suplir esa falta de personal?

–Vamos a sacar media docena de plazas y soy consciente que los crecimientos de plantilla que podemos hacer van en esa línea. El equipo de auditores de la Cámara de Cuentas es muy especializado y no es tan fácil tener ese nivel de funcionario. Además no se puede sacar trabajo adelante solamente incrementando plantillas. Vamos a seguir incrementando plantillas, pero lo que buscamos también es que nuestra plantilla se vaya adaptando a los nuevos tiempos. El auditor del siglo XXI no es el auditor del siglo XX, que venía con formación puramente contable. Ahora se necesitan auditores de sistemas que analicen procesos informáticos.

–Le quedan dos años de mandato ¿cómo le gustaría que se recordara su paso por la presidencia de la Cámara de Cuentas?

–Pues que se impulsó un cambio de ritmo de la Cámara de Cuentas y fue el presidente que hizo introducir la Cámara de Cuentas en el siglo XXI a todos los niveles. En esto trabajamos. Como he dicho los tres pilares sobre los que pivota mi mandato son el incremento de rendición de cuentas a entidades locales, la introducción de la inteligencia artificial y la visibilidad de la Cámara de Cuentas. Y todo creo que dará resultado en la mejora y visualización por parte del ciudadano de la utilidad que tenemos para que el ciudadano sepa que cada euro que entra en el sector público andaluz hay alguien que lo vigila, que es la Cámara de Cuentas.