Las últimas lluvias en Málaga no evitan que se pierda la aceituna, pero dan esperanzas a la almendra

No es mal dato si se tiene en cuenta que la precipitación media del mes es de poco más de 20 l/m2; además, según los agricultores, en muchos puntos del interior se han recogido del orden de 30-35 l/m2, que han supuesto un alivio para los árboles, pero que no evitarán que se pierda la mayor parte de la cosecha de aceituna. En cambio, sí ha servido para dar ciertas esperanzas a los productores de almendra, que podrán salvar algo de la producción. El campo mira ya a la siguiente temporada (la del año que viene) y clama por más infraestructuras hídricas para dejar de depender tanto del cielo.

Antonio Luque, presidente de Dcoop, la mayor cooperativa agraria de España y líder en la producción de aceite a nivel mundial, da la bienvenida a los aguaceros, aunque han sido muy dispares, y explica que este riego servirá sólo para «salvar los árboles». De hecho, afirma que la mayor parte de la cosecha de este año ya está perdida. «Hay que mirar al futuro, a la del año siguiente, si es que hay agua».

Luque advierte de que el 2024 va a ser «muy complicado en el campo: vamos a llegar sin stock y con una cosecha igual de mala o peor que la anterior». Por ello, el empresario clama por más inversiones para dejar de depender de la meteorología. «Tenemos que seguir dando la lata con la falta de infraestructuras hidráulicas en Málaga».

En la misma línea, Rafael Sánchez de Puerta, director general de Dcoop, considera que, salvo que las precipitaciones sean muy importantes en los próximos días, las limitaciones de riego continuarán en los meses siguientes. «A los cultivos de secano estas lluvias no los saca de pobres, no va a permitir dar un vuelco a la campaña».

Por tanto, este episodio ayudará más a la recuperación de la planta que a la cosecha. «En todo caso, agua bendita, que permite salvar los árboles, que estén sanos y mantengan el fruto que tienen». El directivo también se felicita porque haya nevado en Sierra Nevada, pues parte de esas escorrentías irán a parar al pantano de Iznájar (Córdoba). «Alivia algo, pero es que la situación era tan extrema que no se va a arreglar ahora, y tampoco es que haya caído un disparate».

Baldomero Bellido, presidente de Asaja Málaga, se lamenta de que buena parte de los olivos ya habían perdido la flor con anterioridad a este episodio por la falta de humedad: «A ese árbol aunque le caiga agua ahora ya no va a producir. Además, tampoco ha sido tanta». Aunque algunos agricultores ya dan por perdida el 80% de la aceituna, el presidente de Asaja todavía no concreta datos y prefiere esperar al menos hasta final de junio, cuando se sabrá realmente la cantidad de fruto consolidado que queda en los árboles.

«En zonas donde es muy tardío, donde está ahora mismo cuajando la flor, estas lluvias les ha venido bien porque está empezando a abrir», indica, y señala a la parte que linda con Granada y el sur de Córdoba. «Allí ha podido llegar a tiempo, pero en la mayoría de las zonas los secanos se han perdido casi en su totalidad, tan solo quedan algunos olivares jóvenes que requieren menos humedad o que están en zonas mas frescas, y al que haya recibido algún aporte de agua en el momento de la floración, y esta lluvia le ayuda a consolidar». Por eso, Bellido recalca que todavía es muy pronto para decir qué cosecha habrá, «aunque seguro que será menos que la que hemos tenido este año, por desgracia».

En cuanto al resto de cultivos, hay cosechas que ya están perdidas, como la del cereal. En cuanto al almendro, mejores noticias, aunque sin lanzar las campanas al vuelo: «Algunos agricultores nos dicen que ha cuajado el fruto y está empezando a engordar; si no hubiera llovido nada, se habría secado». «Ahora tienen alguna esperanza porque la almendra crece muy rápido y toma el tamaño, es un cultivo al que no le ha llegado tarde la lluvia, pero esto no quiere decir que vaya a ser una buena cosecha».

Al contrario de lo que ha ocurrido en Almería, donde se ha recogido mucha más agua que aquí (hasta 200 l/m2) y ha cuajado mucho fruto, en Málaga el empresario calcula unos 20 l/m2 de media en las explotaciones (según la zona), por lo que la cosecha no será «para tirar cohetes». «Al menos se ha salvado una parte».

Coincide en su apreciación Francisco Moscoso, secretario general de UPA Málaga y responsable de agricultura de la entidad en Andalucía. «La lluvia nunca viene mal pero ha llegado tarde para todos los cultivos», y especialmente para el olivar tradicional de secano. Aunque han caído 30-35 l/m2 en la comarca de Antequera (de manera muy desigual), según sus estimaciones se ha perdido el 80% de la cosecha.

En cuanto al cereal, la campaña ha sido «nefasta, no merece la pena recogerlo ni para los animales, porque alpacar el trigo y la cebada vale dinero y no tiene tamaño». En los subtropicales también se ha secado y ha caído mucha fruta.

La única esperanza la pone el almendro. «Esos 30 l/m2 hacen que el fruto cuaje, pero necesita más agua porque llevamos tres años de sequía y déficit acumulando». Por tanto, Moscoso valora que no está todo perdido para este cultivo, y a mediados de junio se llevará a cabo un aforo para saber cómo queda la cosecha. «Es corta, pero gracias a este agua se ha medio salvado la que estaba en los árboles».

Diferente opinión tiene Ángel Lanzas, agricultor de Cuevas de San Marcos que trabaja este producto. «La almendra se ha perdido casi toda, sólo queda alguna en la Vega de Antequera». Y es que la lluvia favorece únicamente a los pocos árboles que todavía tenían algo de fruto en sus ramas: «El 80% de la cosecha de la almendra y el olivar se ha perdido; la lluvia ha venido muy tarde, favorece a las plantas pero no a la producción. Y ya no se puede recuperar porque no volverán a florecer hasta el año que viene».