El enigma de un suelo de conchas fenicio: objetivo de las nuevas excavaciones del Cerro del Villar
A pico y pala. Bueno, más bien, a picola y brocha para hacerlo con delicadeza. La tierra vuelve a abrirse por tercer año consecutivo para ... desentrañar los secretos del Cerro del Villar, el antecedente de Málaga y uno de los yacimientos fenicios mejor conservados del extremo occidental del Mediterráneo. La razón de esta preservación a lo largo de casi 3.000 años es que esta isla hoy colmatada en la desembocadura del Guadalhorce no fue destruida por la siguiente civilización, sino que fue abandonada y olvidada. No obstante, esta certeza no es del todo cierta ya que, según se descubrió el pasado año, los romanos sí sucedieron aquí a los fenicios y estuvieron presentes en este sitio, al menos en parte del islote. Precisamente, ahondar en las épocas menos conocidas de este asentamiento, fundamentalmente la tardoimperial y la púnica, forman parte de los objetivos de esta nueva campaña a cielo abierto que busca explicación para el suelo de conchas aparecido hace ahora un año .
Alrededor de un centenar de personas, entre arqueólogos, investigadores, profesores, alumnos y voluntarios de las universidades de Málaga, Marburgo (Alemania) y Chicago (EE UU), ya se encuentran desde este lunes en los cortes abiertos de nuevo para descender un nivel más en el yacimiento durante las próximas tres semanas. Una de las prioridades será ese pavimento marino con restos de moluscos que se encontró en la zona cercana al puerto de la isla y que podría dar una explicación a uno de los grandes misterios de esta ciudad fenicia que sigue sin localizarse: su templo religioso. «Vamos a seguir trabajando en los edificios grandes de esta zona próxima al fondeadero y en el hallazgo del suelo de conchas que suele ser asociado a un espacio de culto o carácter simbólico», avanzó ayer a SUR el arqueólogo José Suárez, director de la investigación y responsable de la vuelta de las excavaciones tras dos décadas de abandono.
«Este pavimento puede ser un indicio de carácter religioso y no descartamos que el fragmento de ancla también encontrado aquí fuese una ofrenda», lanza la hipótesis el experto, que también relaciona este hallazgo con otro que causó sorpresa el pasado año y que apareció muy cerca de las conchas: un ungüentario en perfecto estado -solo fragmentado por su cuello, la parte más frágil- . «Este depósito estaba completo y probablemente fuera también una ofrenda por lo que buscaremos si hay más», confirmó Suárez, que adelantó que los análisis posteriores han confirmado que este recipiente de cerámica data de época púnica -tardofenicia-, entre los siglos III y II antes de Cristo, que precisamente coincide además con las etapas con menos información del yacimiento.
Más allá de los orígenes
Existe consenso entre la comunidad científica de que los orígenes del Cerro del Villar y del asentamiento de los fenicios en este punto cercano a la capital está entre finales del siglo VIII y comienzos VII antes de Cristo, por lo que está en discusión y revisión si la isla fue anterior a la llegada de los fenicios a la actual Málaga o se produjo de forma coetánea. Estos orígenes y los fenómenos naturales que provocaron el abandono de la ciudad por inundaciones en torno al siglo V a. C. han centrado buena parte de los estudios hasta que el pasado año los trabajos a pie de campo abrieron nuevas vías con las ocupaciones del sitio en época púnica y romana. «Estamos ampliando lo que sabemos con nuevas fases de este sitio que eran muy desconocidas», reconoce triunfante el director del yacimiento, que confirma que este año también se abrirá el corte 14, situado en la parte más occidental del asentamiento, donde apareció una pileta para la fabricación de salazones y de la popular salsa garum.
«Esa ocupación romana ha sido una de las grandes novedades», constata José Suárez, que sitúa entre finales del siglo IV y comienzos del V esta pieza, la cual presenta paralelismos con el complejo industrial de transformación pesquera desenterrado en calle Alcazabilla y aledaños. «En este caso, nuestro objetivo esta campaña es descender más para ver si también existen restos fenicios y si la huella romana se superpone o bien no hubo ocupación previa en este sector», adelantó el arqueólogo y responsable en la primera jornada de la nueva campaña, que se dedicó en su mayor parte a trabajos de preparación, como terminar de alcanzar los niveles de los dos años anteriores, montar las carpas sobre los cortes para evitar trabajar al sol y explicar los objetivos de la nueva campaña al centenar de colaboradores.
La investigación dirigida por la UMA está financiada por la Consejería de Cultura de la Junta de Andalucía, con la colaboración de varias áreas del Ayuntamiento de Málaga, como Cultura, la Gerencia de Urbanismo y el Distrito de Churriana, además de la Fundación Málaga y Diputación. La semana pasada ya comenzaron las máquinas con los trabajos previos para retirar la tierra hasta alcanzar la cobertura de plástico que separa la parte desenterrada los dos años anteriores de la zona virgen, aunque ayer todavía seguía una excavadora terminando esta fase.
En los trabajos también está muy presente este año la arqueóloga y catedrática María Eugenia Aubet, directora de las campañas realizadas los años 80 y 90 en este asentamiento y fallecida hace unos meses . «Estuvo al día de los trabajos y, aunque era su intención, no pudo venir estos dos años anteriores por su estado de salud», lamentó José Suárez sobre su antecesora, a la que se prepara un homenaje próximo que además sirva para presentar los últimos hallazgos realizados a partir de los estudios de esta gran experta en el mundo fenicio mediterráneo.
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