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Al menos 10 trenes de alta velocidad entre Málaga y Madrid (en ambos sentidos) están afectados este lunes por la doble incidencia que se produjo ayer por noche en la Línea de Alta Velocidad (LAV) a la altura de Toledo: primero el sabotaje, con el robo del cable de las instalaciones de seguridad, y además, el enganche y arrastre de la catenaria por un tren.
Esta es precisamente la incidencia que se está terminando de solventar, para lo que Adif está trabajando. De ahí que se hable de retrasos, y no de cancelaciones. En su última actualización, informan que la operativa está ya plenamente restablecida, «tras una noche muy difícil para los viajeros y para el personal de Adif y Renfe que han tenido que actuar en circunstancias tremendamente complejas», ha escrito en la red social X el ministro de Transportes y Movilidad Sostenible Óscar Puente. «El robo de cable de señalización ha sido finalmente en cinco puntos, no en cuatro como informamos ayer. En zonas de acceso a través de pistas forestales entre olivos. Iremos informando de los datos que vayamos recabando», ha añadido. Según Puente, a las 11.30 horas el servicio se encuentra normalizado en el entorno del 70%, «con previsión de llegar al 100% entre las 14.00 y las 16.00 horas».
El alcalde de Málaga, Francisco de la Torre, ha sido uno de los viajeros de tren afectados por los retrasos. Así, ha incidido, al igual que con el apagón eléctrico, en «saber las causas bien y poner remedio». «La cuestión es aprender de los fallos y que no se repitan», ha apostillado.
La mayor parte de los afectados han estado precisamente en el trayecto desde María Zambrano hacia Atocha: cinco composiciones de Renfe y una más de Iryo han estado a la espera (todos lo que tenían previsto hacerlo hasta las 8.30). A falta del dato oficial, con un cálculo sobre la capacidad, teniendo en cuenta que no es previsible que los vagones fueran llenos, es previsible que la afección haya alcanzado al menos a unos 1.200 viajeros.
En el sentido opuesto, desde la capital de España hacia la Costa del Sol, han sido cuatro los ferrocarriles que han estado sin salida: tres de Renfe y uno de Iryo, con al menos 800 pasajeros afectados. Según ha podido saber SUR, la idea es que, una vez que el Administrador de Infraestructuras dé luz verde, se irán completando los trenes con todas las plazas disponibles e incluso se habilitarán dobles composiciones, para tratar de llevar a los damnificados hasta su destino lo antes posible.
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