Afenes deja de atender a más de 700 personas con problemas de salud mental en Málaga
La asociación malagueña se ve obligada a cesar parcialmente su actividad por tener «financiación insuficiente» y hace un llamamiento urgente a autoridades sanitarias, políticos y sociedad civil
Son más de 33 años los que Afenes, Asociación de Familiares y Personas con Problemas de Salud Mental, lleva trabajando en la provincia de Málaga ... atendiendo a millares de usuarios. Pero ahora su situación no es la más favorable para poder ayudar a estas personas. Siete despidos y 700 usuarios que se quedan sin ser atendidos, concretamente los que venían derivados de programas del SAS. Ahora trabajan con los usuarios que llegan directos de Afenes, que son atendidos por cuatro profesionales que siguen contratados -aunque a media jornada- y por los voluntarios.
«Nos hemos visto obligados a cesar parcialmente la actividad porque llevamos años recibiendo una financiación insuficiente para los programas que ejecutamos», denuncia la presidenta de Afenes, Carmen Sibaja, en una conversación con SUR. Desde el equipo directivo de la asociación llevan varios años luchando por recibir «un reparto basado en criterios objetivos» de la financiación de la Federación Salud Mental Andalucía. Pero este curso, la situación continúa sin respuesta positiva para la asociación malagueña. «Tenemos 137.000 euros mientras en la provincia de Jaén tiene básicamente lo mismo que nosotros atendiendo a muchas menos personas», reclama Sibaja.
En Afenes atienden a toda la parte de Axarquía, Comarca de Antequera y Málaga capital; ya que en las otras zonas de la provincia está Afesol, asociación dedicada también a personas con problemas de salud mental. «Tenemos ocho unidades de Salud Mental y dos unidades de Gestión Clínica, no estamos nada de acuerdo con el reparto porque atendemos a un colectivo enorme y que nos necesita a diario», detalla la presidenta de la asociación, a lo que añade: «A pesar de atender a una de las poblaciones más amplias de Andalucía con programas consensuados con nuestras Unidades de Gestión Clínica de Málaga, no tenemos el dinero suficiente. Hemos intentado durante cuatro años llegar a una solución consensuada con criterio de las subvenciones que realiza la Federación Salud Mental Andalucía, con el conocimiento de la Junta de Andalucía. Pero no nos han escuchado, por eso hoy las consecuencias son gravísimas».
Llamamiento urgente
El reparto que reclaman desde la asociación malagueña está basado en el número de personas atendidas, dispersión geográfica o carga asistencial. «Es decir, apostar por un modelo que fomente la optimización e invertir recursos alineados con el Nuevo Plan de Salud Mental Pública», concretan. Es por eso que en Afenes hacen un «llamamiento urgente» a las autoridades sanitarias, representantes políticos y sociedad civil para evitar que este programa de ayuda desaparezca. «Llevamos tres meses sin cobrar y no podemos seguir así», lamenta la presidenta.
Justo hace unos días, SUR se hacía eco de la historia de Emilio Bandera, uno de los trabajadores que se ha visto afectado por los recortes en Afenes. Ahora sigue colaborando de forma parcial y voluntaria en los talleres de la asociación, que van desde actividades deportivas, grupos de apoyo mutuo, talleres de pintura o salidas de ocio y cultura para los usuarios. «Ellos se sostienen día a día gracias a nosotros», asegura Carmen Sibaja, que explica que también reciben ayudas de Diputación y Ayuntamiento de Málaga, Junta de Andalucía o algunas gracias proyectos esporádicos con Fundación 'la Caixa' o Unicaja. «Pero son ayudas muy puntuales que nos duran tres o cuatro meses como mucho para poner en marcha las iniciativas.
«La salud mental no puede depender de votaciones internas ni de intereses particulares. El reparto debe ser justo, transparente y centrado en las necesidades reales de los pacientes. Esto es cosa de todos, no hay salud sin salud mental», concluye Carmen Sibaja.
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