Los agricultores claman por agua

Aprovechar el excedente de este río y su afluente, el Genal, respetando siempre el caudal ecológico para garantizar la biodiversidad; y el de otras cuencas que también vierten sus aguas no es una demanda nueva de los agricultores malagueños. Coincidiendo con la revisión del Plan Hidrológico de las Cuencas Mediterráneas Andaluzas, que elabora actualmente la Junta de Andalucía, en la que se encuentra incluida Málaga y provincia, el sector agrícola vuelve a demandar que se ejecuten las infraestructuras necesarias para almacenar los excedentes y avanzar de manera decidida en la interconexión de las cuencas.

La directiva europea Marco del Agua obliga a realizar este documento cada seis años. Sus objetivos generales deben ser conseguir el buen estado y la adecuada protección de las masas de agua de la demarcación; junto a la satisfacción de las demandas y el equilibrio y armonización del desarrollo regional y sectorial, desde criterios de sostenibilidad.

En plena fase de revisión y tras dos años de escasas precipitaciones en la provincia, el agro malagueño vuelve a levantar la voz para que el plan hidrológico contemple las medidas que sean necesarias para garantizar las demandas de regadío y facilitar el desarrollo del sector. Entre los sectores que llevan tiempo demandando que se coja de una vez por todas el toro por los cuernos está el tropical, uno de los que más ingresos genera y más competitivos de la agricultora malagueña.

José Lorca, presidente de la sociedad Trops, la principal empresa comercializadora de aguacates y mangos de producción nacional (que agrupa a más de 2.000 agricultores de toda la provincia, la Costa Tropical granadina e incluso el Algarve portugués), lleva tiempo reclamando que se avance de manera decidida en la idea de la «autopista del agua»: un concepto que se basa en aprovechar los recursos excedentes de otras cuencas que actualmente son vertidos al mar, y almacenarlos para cuando sean necesarios. «Los productores de tropicales pedimos que se hagan pequeños embalses o azudes en las cabeceras de los ríos que vierten sus excedentes para almacenarlos; que se trabaje en el trasvase de agua desde la presa de Rules, en Granada, y desde el Guadiaro o el Genal», dice Lorca.

Bajo rendimiento

El presidente de Trops advierte de que, debido a la baja dotación para regadío que tiene asignado el sector, «España es el país productor de aguacate con menos rendimiento por hectárea. La producción media en nuestra provincia está en unas 7.000 kilos, frente a unos 21.000 kilos en otras zonas productoras como Israel y California (Estados Unidos), con unas condiciones climáticas muy similares a las nuestras, pero con unas dotaciones de regadío mucho mayores, hasta 10.000 metros cúbicos». A lo que añade: «En la Axarquía, en cambio, la dotación de regadío es de 5.200 metros cúbicos por hectárea y año. Antes era de 7.000, pero hace dos años que la Junta decidió rebajarla».

La agricultura de la Axarquía consume 20,5 hectómetros cúbicos anuales del agua embalsada en La Viñuela, considerada una hiperpresa, la gran despensa de la provincia; a los que hay que sumar otros 15 hectómetros cúbicos de abastecimiento a la población.

Juan Antonio Aguilar dirige la Asociación de Regantes del Guadalhorce, colectivo que agrupa a la mitad de éstos. Lleva años quejándose de las infraestructuras obsoletas del sistema de regadío del Guadalhorce; de la mala calidad de agua (alta salinidad) y del escaso control de los pozos ilegales. Para Aguilar, el trasvase del Guadiaro es clave, teniendo en cuenta que el sistema del Guadalhorce es deficitario.

Desde Asaja Málaga, su secretario general, Benjamín Faulí, se suma a la petición general para poder utilizar los excedentes. «Defendemos que se puedan utilizar para solucionar el déficit hídrico que tenemos. En las Cuencas Mediterráneas Andaluzas hay recursos suficientes, aunque mal repartidos», asegura Faulí, que considera necesario que la Administración realice una buena planificación hidrológica. «No puede ser que el Guadalhorce tenga una infraestructura de riego obsoleta, que no tengan seguridad y además el problema de la salinidad del agua.

En el Norte de Málaga, sobre todo en la zona de Fuente de Piedra, hacen falta entre 15 y 20 hectómetros cúbicos para no sobreexplotar los recursos del acuífero y se debe contemplar otra fuente de suministro, como es el embalse de Iznájar», apunta. Asimismo, insiste en que la Axarquía requiere un planificación que no puede esperar otros seis años.

Para el secretario general de UPA-Andalucía, Agustín Rodríguez, el regadío en la región y en la provincia es «absolutamente imprescindible» para el desarrollo económico, porque genera más del 65% de la producción final agraria y el 70% del empleo agrario. La UPA reclama la ordenación y consolidación de los regadíos de Fuente de Piedra; que se tenga en cuenta el estudio sectorializado del acuífero, por un lado, y de La Laguna, por otro; y la intercoexión con el río Genil, o lo que es lo mismo, con la presa de Iznájar.