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Salvador Salas
La oposición cede ante Ciudadanos y no pedirá el cese de Porras, Pomares y Cardador hasta que no se abran diligencias previas

La oposición cede ante Ciudadanos y no pedirá el cese de Porras, Pomares y Cardador hasta que no se abran diligencias previas

El alcalde insiste en su defensa cerrada a sus concejales de confianza: «Ustedes están dando por hecho los delitos. ¿Qué ocurrirá si el juez sobresee el asunto?»

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Miércoles, 6 de febrero 2019

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Había dudas al principio de la sesión ordinaria del pleno en torno a la unanimidad de los grupos de la oposición que exigen responsabilidades al alcalde, Francisco de la Torre, en el denominado 'caso Villas del Arenal'. Con un acuerdo en el fondo -todos menos el PP están a favor de pedir la destitución de los concejales Francisco Pomares y Teresa Porras y del gerente de Urbanismo, José Cardador-, hay sin embargo diferencia en las formas: mientras que Málaga para la Gente defendía la dimisión inmediata de los tres implicados, el PSOE reclamaba el cese de los tres sólo en las competencias de Urbanismo y Ciudadanos pedía el tiempo necesario para que el juez abra diligencias previas y entonces proceder a la petición de cese. Con estas diferencias en los matices, los responsables de la oposición también eran conscientes de que la mejor estrategia era visualizar un bloque único frente al equipo de gobierno, que con el alcalde a la cabeza insiste en defender «el buen hacer y la honorabilidad» de sus tres personas de confianza. Y para construir ese frente común, había que ceder en ciertos matices: el más importante se lo ha anotado Ciudadanos, que ha conseguido que Málaga para la Gente y PSOE acepten como enmiendas en sus respectivas mociones que la petición de destituciones no se produzca hasta que el juez no abra diligencias previas tras la denuncia de la Fiscalía. Así han conseguido que el voto no se fracture y el pleno ha aprobado, sólo con los votos en contra del PP, que una vez que se dé este momento procesal se solicitará el cese de Pomares, Porras y Cardador. No en vano, los tres votos de Ciudadanos son vitales en la gestión de este caso de presuntas irregularidades urbanísticas que no sólo hunden sus efectos en el plano político, sino también en el judicial; y esos tres 'síes' o 'noes' podrían terminar de inclinar la balanza en el caso de que el procedimiento judicial avance y haya que pedir responsabilidades en firme al equipo de gobierno del PP con el alcalde a la cabeza.

Hasta que llegue ese momento, en el caso de que llegue, el debate ha vuelto a reproducir las posturas que ya defendieron los portavoces de los partidos durante las comparecencias ante los medios del día anterior, con la diferencia de que justo esta mañana llegaba a manos de los concejales el escrito de la Fiscalía que desarrollaba los presuntos delitos que afectan a Pomares, Porras y Cardador. Entre ellos se contabilizan la prevaricación, la malversación de caudales públicos, el tráfico de influencias y la falsedad en documento oficial. Y el primero en referirse al texto era el alcalde de la ciudad, que ha asumido la defensa de los suyos interviniendo en todo momento como portavoz de los populares frente a las acusaciones que la oposición exponía en sus mociones: «Lo he leído (decía en relación al escrito del fiscal), pero también se hace referencia a si se confirman los hechos denunciados (…). Es decir, que ustedes dan por hecho los delitos y eso excluye la presunción de inocencia, que no sólo es un derecho fundamental, sino también un derecho humano».

Así respondía el alcalde, visiblemente molesto, a las peticiones de cese del resto de los grupos y entrando de lleno en el debate sobre el momento justo en el que los responsables implicados en la denuncia de la Fiscalía pasarán a ser investigados (antes imputados) y por lo tanto tendrían que ser «apartados de su cargo». Se lo recordaba a De la Torre el viceportavoz de Ciudadanos, Alejandro Carballo, quien ha llegado a mostrar un escrito con la firma del propio regidor y del ya expresidente de la Diputación, Elías Bendodo, previo al pacto de investidura en ambas instituciones, en el que ambos se comprometían, literalmente, a «separar de inmediato de cualquier cargo, público o de partido, a imputados por corrupción política hasta la resolución completa del procedimiento judicial». Y Carballo le pedía: «Esto lo firmó usted. No devalúe su firma».

Respondía rápidamente el alcalde, rechazando en primer lugar que el 'caso Villas del Arenal' sea «un caso de corrupción. ¡No lo es!», dijo molesto. Y también aportando su opinión sobre ese momento procesal en el que el imputado debería dar un paso atrás: «No debería ser hasta que no termine el juicio. ¿Qué ocurriría si el juez sobresee el asunto?», se preguntaba el regidor, quien insistió en su defensa de Pomares, Porras y Cardador como «esforzados servidores públicos».

Pero entre el resto de grupos de la oposición sólo están dispuestos a ceder el tiempo que pide Ciudadanos (que se abra la diligencia previa), y por una cuestión de pura estrategia política. Los reproches no se hicieron esperar, y el portavoz socialista, Daniel Pérez, consideró que «lo que está pasando en Urbanismo es porque el PP lleva 25 años en el Ayuntamiento y porque el alcalde ha confundido esto con su chiringuito». Pérez se dirigía directamente a Pomares y a Porras, anunciándoles que ellos serán «los dos damnificados de este chiringuito que ha montado el alcalde (….). Se quedarán por el camino y no irán en las listas al igual que hizo en su día con Manolo Díaz». Igual de contundente se mostró el portavoz de Málaga para la Gente, Eduardo Zorrilla, quien volvió a insistir en su decisión de exigir incluso la dimisión del alcalde «si no asume las responsabilidades en este asunto». «Tiene usted un marrón», le recordaba al alcalde. Por su parte, la portavoz de Málaga Ahora, Ysabel Torralbo, quien anunció que su grupo estaba dispuesto a votar a favor de las tres mociones independientemente de los matices de partida, le dejaba un último mensaje al alcalde: «Es una irresponsabilidad que siga poniendo la mano en el fuego por ellos».

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