Málaga reclamará a la Junta que los pisos de VPO públicos nunca dejen de serlo

También parecían estar de acuerdo los partidos políticos con pactar y negociar en el ámbito del Consejo Territorial el próximo Plan Estatal de Vivienda con las comunidades autónomas e instar a la Junta a aceptar la propuesta de financiación del Gobierno, que sería de un 60%. En esto estaba muy de acuerdo el concejal de Vivienda, quien indicaba que las comunidades autónomas podrían poner un 25% y el otro 15% provenir de los municipios. Aunque de este último punto se modificaba la redacción, populares y socialistas asentían. Parece que todo no está perdido, y entienden, poco a poco, que la crisis habitacional es un asunto de calado en el que tienen que convenir los máximos puntos posibles para mejorar la situación de la ciudadanía.

Como la corrupción está que echa chispas en todos los ámbitos y en la Casona no es menos, uno de los puntos que los socialistas incluían era, con un exceso sobrado de valentía, que el Ayuntamiento de Málaga reconociese y apoyase las propuestas presentadas por el presidente del Gobierno en la reciente Conferencia de Presidentes «como hoja de ruta imprescindible para afrontar el drama habitacional que vive nuestra ciudad», que no salía adelante y que sacaba a flote el debate sobre la corrupción en España.

El portavoz de Con Málaga, Nico Sguiglia, aprovechaba para darle estopa al PSOE, y de paso al PP, por la corrupción de los dos grandes partidos, «es un modo de gestión sistémico del Gobierno; los grandes grupos privados, de las oligarquías, constructores y promotoras, atraviesan íntegramente los grandes partidos». Y Pomares le recordaba, a su vez, que cuando miembros de Podemos obtienen una VPO como el ex político de esta formación Ramón Espinar la venden en el mercado libre. El concejal de Vivienda se lanzó, como si estuviese en la tribuna de oradores del Congreso de los Diputados a decir lo siguiente mirando a Ruiz Araujo: «Permítame, el único apoyo que va a tener el presidente del Gobierno es el apoyo a su dimisión por los casos de corrupción de su equipo más cercano en el momento que presente su dimisión y convoque elecciones, por supuesto que va a tener nuestro apoyo; otro apoyo va ser difícil».

Ruiz Araujo le decía, sin querer apartarse del objetivo de la moción, que no compartía su valoración política, «por supuesto» y le rebatía a Pomares que hubiera dicho que en Cataluña hubiese 10.000 viviendas menos en alquiler por haberse declarado zona tensionada toda la comunidad y se hayan topado los precios de la vivienda, y le argumentaba que había 11.807 hogares más en alquiler en la comunidad, y 1.202 en Barcelona. Lo explicaba a colación de que este miércoles visitaba Málaga el alcalde socialista de Barcelona, Jaume Collboni, por lo que volvía a pedir por enésima vez que Málaga se declarase «zona tensionada conforme a la Ley Estatal de Vivienda, permitiendo así el control de precios abusivos del alquiler», propuesta que volvieron a tumbar el equipo de gobierno del PP, con su mayoría absoluta, y Vox.

«¿Qué le parecería si buscamos acuerdos sin sectarismos, sin apriorismos y sin vetos en materia de vivienda?», que le interpeló Ruiz Araujo a Pomares, a lo que éste le contestó que la moción socialista le había gustado mucho y que esperaba que el Plan Estatal de Vivienda «de verdad venga a ayudarnos a la construcción de vivienda en Málaga». Algunos principios de acuerdo hay; no está todo perdido.