
Secciones
Servicios
Destacamos
A los espectadores que el otro día acudieron a ver su documental 'Reasons for Hope' (Esperanza en acción) en el cine Albéniz les recomendó salir de la ciudad y respirar hondo. «Tenemos que pasar más tiempo con la naturaleza». Y lejos de ser un lema, Jane Goodall (Londres, 1934), la etóloga y Mensajera de la Paz de la ONU lo ha puesto en práctica este sábado durante su visita a Málaga paseando por el Jardín Botánico de la Concepción, ese pulmón que es algo más, el corazón verde de Málaga. Y para esta naturalista acostumbrada a vivir entre chimpancés en África, lo más parecido a nuestra selva. Aunque a ella le ha rememorado otro sitio: «Me ha encantado. Los mirlos, el olor y las fragancias son espectaculares y me recuerdan a mi hogar, a Inglaterra».
Noticia relacionada
En su ajetreada agenda de los últimos tres días en Málaga, la experta y los miembros del Instituto Jane Goodall España han tenido tiempo este sábado de conocer de primera el vergel de los Heredia-Loring y en el paseo no solo pudo interesarse por los pájaros que veía volar entre los árboles, sino que también compartió charla con SUR sobre la ciudad que la ha acogido estos días. De riguroso verde esperanza, de los calcetines a la chamarreta acolchada con el logotipo de su organización conservacionista -se la ha puesto hace un minuto porque tenía un poco de fresco-, la etóloga despliega su sonrisa y unos ojos interesados que escuchan con atención y reaccionan con agilidad. Como si no tuviera 91 años recién cumplidos.
De la experiencia de estos días malagueños se queda, naturaleza obliga, con el Jardín Botánico, aunque le pedimos que nos amplíe lo que le ha gustado de la ciudad… y lo que no. La pregunta la traduce su principal colaborador en España, Federico Bogdanowicz, director general del Instituto Jane Goodall, y lo primero que nos cuenta es que le ha sorprendido el pasado de Málaga y la recuperación que está haciendo con los últimos descubrimientos de los orígenes fenicios. «He disfrutado de la visita a la muralla antigua que pasa por debajo del edificio de la Universidad de Málaga», apunta Jane Goodall, que confiesa que tuvo además un cicerone muy singular: «Fui a verlo con el alcalde que incluso nos hizo de guía y nos contó la historia de la ciudad y la muralla».
Precisamente, el regidor Paco de la Torre ha acompañado a la activista e investigadora a algunos de los actos protagonizados en Málaga y, junto a su equipo, le ha explicado también algunas de las cosas que a la visitante no le ha agradado ver. «No me han gustado los coches de caballos que llevan a los turistas y que utilizan a los animales para el transporte», cuenta esta animalista que vivió entre chimpancés y que fue la primera en documentar que usaban herramientas en su vida diaria. No obstante, apunta que ha sabido «a través de las autoridades que eso va a terminar muy pronto», en referencia a la intención del Ayuntamiento de acabar con las licencias municipales de este servicio este mismo año.
La otra cosa que ha visto en la ciudad y que le produce más rechazo todavía es algo muy común en grandes ciudades portuarias mediterráneas y del resto del mundo. «Otra cosa que odio son los cruceros, que no solo le afecta a Málaga, sino a todos los lugares a los que llegan estos grandes barcos que contaminan muchísimo», lamenta Jane Goodall que asegura que nunca ha puesto un pie en estos gigantescas naves ni lo piensa hacer: «De ninguna manera. Es la peor forma de viajar y no me puedo imaginar por qué la gente lo hace».
Las ciudades tienen precisamente el reto de la sostenibilidad, por lo que le pedimos unas cuantas acciones prácticas para que, como ciudadanos, contribuyamos también a ese desafío en el día a día. Y lo que nos recomienda no solo está presidido por el sentido común, sino que está al alcance de la mano. «Lo primero de todo es no ensuciar, no tirar basura por ahí, no gastar energía de más, ni agua, no desperdiciar y también pensar en las decisiones que tomamos cada día para que sean correctas a la hora de comprar, de comer o de vestirnos pensando en el futuro», asegura Jane Goodall que, para terminar, alude al título de su documental y cierra la charla con un mensaje positivo para el planeta que apela precisamente a la responsabilidad individual: «Hay esperanza si nos unimos entre todos y cada uno hace su parte».
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Encuentran a una mujer de 79 años muerta desde hacía varios días en su domicilio
El Norte de Castilla
Publicidad
Publicidad
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.