Sin techo y mayor de 60 años: así funciona el hogar de Emaús
Las viviendas, que se pusieron en marcha el pasado mes de julio, tienen capacidad para 19 personas mayores gracias a un convenio suscrito entre el Ayuntamiento de Málaga y Cáritas
Se han convertido en uno de los colectivos más vulnerables de la pandemia, por eso no es difícil imaginar la triple carga que representa el ... ser mayor de 60 años, vivir solo y, además, hacerlo en la calle. Para mejorar esa situación y tratar de que puedan optar a una salida a través de la red asistencial que funciona en la ciudad, el Ayuntamiento de Málaga puso en marcha el pasado mes de julio el proyecto Emaús, dos viviendas unidas en calle Cuarteles con capacidad para 19 personas donde se comparten habitaciones, servicios, cuidados y, en definitiva, hogar.
Ahora, este recurso pasa a manos de Cáritas, que desde ahora se encargará de gestionar el funcionamiento de esta casa que esta mañana visitaban el alcalde de Málaga, Francisco de la Torre y el Delegado Episcopal de Cáritas Diocesana de Málaga, Antonio Collado, acompañados por el edil de Derechos Sociales, Francisco Pomares, y el director de Cáritas, Francisco José Sánchez Heras.
El convenio suscrito entre ambas organizaciones incluye, en paralelo, la financiación por parte del Ayuntamiento. En este sentido, su coste en el año 2020 ha sido de 100.000 euros, de los que el consistorio aportó 95.000 euros; y está previsto que los presupuestos municipales de 2021 incluyan una partida de 210.000 para el hogar. Por su parte, Cáritas aporta recursos materiales (como los equipamientos del hogar necesarios para hacer posible la vida de las personas), y personal propio (1 terapeuta ocupacional, 7 cuidadores y 4 voluntarios).
El centro tiene 19 plazas, de las que actualmente están 16 ocupadas, y está destinado a hombres de 60 años o más, que se encuentren en situación de calle, que se desplacen con cierta autonomía y con una salud mental que le permitan la convivencia con otras personas y su integración en la casa. Por la disposición de las instalaciones, por el momento sólo está previsto que se admitan hombres (que es el género más numeroso entre este colectivo y en estas circunstancias).
Además, estas personas tienen que estar siendo atendidas previamente por especialistas sociales y deben haber solicitado previamente una vivienda plaza residencial por exclusión social o un recurso de alojamiento alternativo. En este sentido, los residentes del proyecto Emaús son derivados desde el Centro de Atención a Personas sin Hogar a través de Puerta única, entrada de atención a personas sin Hogar.
Una de las características más relevantes de este proyecto es la temporalidad de la estancia, que tendrá una duración media de cuatro meses, ya que se ha concebido como un espacio de transición en el que los acogidos puedan retomar su propio proyecto de vida: incorporándose a otros recursos residenciales o recuperando la convivencia con familiares o amigos. Sus 19 plazas se incorporan, además, a la red de asistencia a personas sin hogar, que en la actualidad cuenta en la capital con 338 plazas -las más numerosas, las del albergue.
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