La empresa que gestionará el centro de menores en El Olivar en Churriana defiende la legalidad del proyecto

Cabe recordar que los residentes de la zona, a través de la asociación de vecinos de El Olivar, han presentado una batería de alegaciones al Ayuntamiento de Málaga y a la Junta de Andalucía. La empresa rechaza que haya incumplimiento urbanístico alguno y se ampara para ello en la LISTA. «El proyecto no modifica ningún parámetro urbanístico, conforme a lo establecido en la Ley 7/2021, de Impulso para la Sostenibilidad del Territorio de Andalucía (LISTA)», reza el comunicado.

Además, Meridianos contrarresta a los vecinos que esgrimen que el CIMI de Churriana sería el único centro de este tipo en Andalucía que operaría en una zona residencial. «Existen precedentes de centros de similares características situados en zonas residenciales en otras ciudades españolas, como el CIMI El Molino, en Almería».

Más allá de regulaciones, la empresa defiende también la utilidad de este tipo de centros a nivel social. «Un CIMI como el de Málaga es una institución destinada a jóvenes que cumplen una medida judicial derivada de la comisión de un delito. Su finalidad es educativa y de reintegración social, y no debe confundirse con un Centro de Menos Migrantes No Acompañados», se precisa. «El centro contribuye a la reeducación y reinserción social de los menores, ofreciendo un entorno seguro y supervisado donde puedan retomar su trayectoria personal y formativa», añade el comunicado.

En un principio, la Consejería de Justicia aseguró que la apertura de este centro está prevista para este mes de mayo. En estos momentos, el edificio que acogerá este centro, en la calle Asunción 14, antiguo hogar de retiro para monjas, se encuentra en obras. La adecuación del mismo hace prever que la apertura se retrase sobre la fecha establecida. A preguntas de SUR, un portavoz de la empresa no se atrevió a dar una fecha concreta.

El centro en cuestión tiene capacidad para 50 menores. Según la licitación, se prevé que esté funcionando, al menos, hasta 2029. Este proyecto ha generado malestar y una sensación de inseguridad en los vecinos de la zona. Meridianos señala que esta sensación puede ser «comprensible», pero insiste en que cuentan con una experiencia de más de 20 años en la gestión de este tipo de centros.

No habrá, aseguran, a jóvenes 'merodeando' por el barrio, como temen algunos vecinos. «Los jóvenes se encuentran privados de libertad. En caso de salidas autorizadas, éstas se realizan siempre acompañadas por el personal del centro, garantizando en todo momento la seguridad y el cumplimiento de las medidas judiciales», se asegura.