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Momento de la reunión este miércoles de la mesa del agua. Francis Silva
La oposición logra que se estudien otras vías para evitar el canon del agua en Málaga

La oposición logra que se estudien otras vías para evitar el canon del agua en Málaga

El equipo de gobierno acepta buscar alternativas de financiación para una parte de las obras, pero insiste en que tendrá que aumentar el recibo

Ignacio Lillo

Málaga

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Miércoles, 16 de agosto 2017

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La mesa técnica del agua, que reunió ayer al equipo de gobierno con representantes de Emasa, de los grupos de la oposición y de las asociaciones de consumidores, logró arrancar un acuerdo para que se estudien todas las fórmulas posibles de financiación para evitar el canon planteado por la empresa municipal, y que la oposición rechaza en bloque. Todos los grupos coincidieron en reclamar otras vías alternativas de financiación pública. Pese a aceptar la propuesta, el equipo de gobierno insistió en que seguirá siendo necesaria una cuota –todavía sin un cálculo definitivo– para determinados trabajos, tales como la sustitución de las viejas tuberías de fibrocemento, que ya están prohibidas. Las conclusiones se pondrán en común en un nuevo encuentro dentro de un mes.

El concejal de Sostenibilidad Medioambiental, Raúl Jiménez, explicó que se va a estudiar que algunas de las infraestructuras del listado puedan ser asumidas directamente por el Ayuntamiento, porque se entienda, por ejemplo, que son para la defensa de la ciudad frente a las inundaciones; «pero hay otras que no se pueden interpretar y las tiene que financiar Emasa al 100%, y lo más lógico es que sea vía canon porque es más transparente, ya que sólo se puede gastar en obras y el plazo está muy fiscalizado por la Junta». Aunque dejó la puerta abierta a explorar otras vías, puso de relieve que 130 millones es «difícil» que se obtengan del presupuesto municipal.

Por parte del PSOE, su portavoz, Daniel Pérez, asumió el resultado de la reunión como un éxito de su grupo. Así, valoró que tanto el equipo de gobierno como el resto de grupos han dado luz verde a las propuestas que ha presentado su formación, tales como el rechazo a un nuevo canon a los usuarios domésticos, aunque sí se podría aplicar a los grandes consumidores; acometer las actuaciones mediante la modificación de crédito para inversiones sostenibles, a razón de 13 millones durante los próximos diez años; y ajustar el presupuesto de Emasa para que no se produzcan gastos desmesurados en subcontratas.

Alejandro Carballo, viceportavoz de Ciudadanos –partido que sería clave para aprobar la medida– volvió a poner de manifiesto su negativa al aumento de la tasa y aseguró que muchas de esas obras tienen alternativas de financiación; al tiempo que reivindicó conocer el destino de la fuerte deuda de Emasa (158 millones). «Los vecinos no pueden pagar los platos rotos de la mala gestión del alcalde, subir impuestos a la clase media y trabajadora no es la fórmula».

¿Dónde ha ido la deuda?

Ysabel Torralbo, portavoz de Málaga Ahora, estuvo de acuerdo en que hay que hacer las infraestructuras, pero no en que la tengan que pagar los ciudadanos, por lo que coincidió en buscar diferentes formas para afrontarlas sin subir las tarifas. Por ejemplo, mediante recargos a los grandes consumidores y el control de los apartamentos turísticos y, sobre todo, del presupuesto para inversiones sostenibles. «Si la red es municipal y Emasa paga un alquiler, el Ayuntamiento sí puede acometer una renovación de las infraestructuras».

Eduardo Zorrilla, portavoz de IU-Málaga para la Gente, coincidió en que las obras son necesarias, «pero ya llevamos varios cánones a cambio del endeudamiento de Emasa, y el Ayuntamiento ha derrochado ese dinero y no lo ha invertido en obras». «El resultado son infraestructuras tercermundistas, y ahora pretenden que los ciudadanos vuelvan a pagar. Antes de eso tienen que informar en qué se han gastado los 169 millones que se han embolsado. Hasta entonces, no volveremos a la mesa del agua».

En la reunión también participaron las asociaciones de consumidores. Lola García, de Facua, salió satisfecha. «En este momento, el canon no está encima de la mesa sino como una propuesta más; hay otras alternativas y debemos hacer un esfuerzo de estudio de éstas antes de cargar a los consumidores en la factura». «Lo que estaba inicialmente previsto, de 20 céntimos por bloque, es una barbaridad», añadió. Teresa Martín, secretaria general de Al Andalus, coincidió en que las obras «se tienen que acometer, pero no por la vía del canon sino con otras alternativas».

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