Damián Caneda quemó sus cartuchos discrepando por el 'caso Raqueta'

Hubiesen sobrevivido todos juntos si Caneda hubiese cuidado sus declaraciones;discrepar, decir siempre lo que pensaba contra viento y marea (en muchas ocasiones teniendo razón) hacía saltar por los aires cada dos por tres la difícil armonía del equipo de gobierno. Aveces trascendían los asuntos y otras, no. Pero la escisión en las últimas semanas se había hecho insoportable. Como muestra un botón. Tras batirse el cobre el portavoz popular, Mario Cortés, en la comisión de Transparencia para intentar hacer ver que no había nada ilegal en la adjudicación del centro de raqueta un viernes, Javier Imbroda, ni corto ni perezoso, se despachaba durante el fin de semana en Twitter:«Zapatero a tus zapatos. Ahora centro de raqueta, antes Campanillas, Puerto de la Torre el Skate Park. Problemas cuando Deportes no decide».

Que Imbroda siempre ha tenido arrestos es algo que nunca nadie ha negado, ya lo demostró en su etapa como entrenador de basket y como seleccionador nacional, pero el mensaje de marras encendía de nuevo la mecha de la discordia, que seguía caliente y a punto de arder como los campos secos en verano. El WhatsApp de los populares quemaba, como no podía ser de otra manera. Y entre las muchas lindezas que le dedicaban, una de ellas publicada en esta sección parecía ser premonitoria:«Uno que está pidiendo a gritos que lo cesen».

Esos movimientos, esa revuelta soslayada a punto de estallar creando una nueva crisis de gobierno parecía que se había aminorado en la última semana. Caneda seguía sonriendo a diestro y siniestro, pero mascullaba en su interior su salida. Llamaba la atención que en la remodelación del Mupam, el concejal de Cultura dejase solo al alcalde con el director Elías de Mateo mientras repasaban las salas superiores, y él se marchase con Susana Martín con un simple adiós. Los concejales nunca se comportan así con el alcalde. Si De la Torre inaugura cualquier cosa de sus áreas, ellos culminan la visita con él hasta el final. La falta de empatía entre ambos empezaba a ser muy evidente.

Otra de las llamativas ausencias de Caneda fue en la última inauguración del Thyssen. El edil había asistido al Patronato de la Fundación Palacio Villalón, el que sustenta el Museo Carmen Thyssen, pero luego, sin embargo y sorpresivamente, no apareció en la exposición, algo que se comentó en el evento. En la Casona, señores, los flujos de información se cuecen entre bambalinas. Al parecer, a sus discrepancias generales también se une la distancia que mantenía en los últimos tiempos con el gerente del museo, Javier Ferrer.

Tampoco se quedaba en el tintero la marejadilla que creó el verano anterior al decir su opinión, sin ambages, sobre los chiringuitos del paseo marítimo Pablo Ruiz Picasso, que le enfrentó abierta y mediáticamente con la edil de Playas, Teresa Porras. Después se uniría el enfado con la Federación Malagueña de Peñas antes y durante la Feria hasta que se firmó la paz.

La noticia-bomba la daba después de la comida

Caneda siempre tuvo madera de alcalde, no servía para ser segundo ni siquiera tercero (detrás del portavoz), como publicó esta sección hace dos semanas cuando se informaba de los concejales populares que ya estaban amortizados en esta legislatura y que tenían pocas probabilidades de aparecer de nuevo en las listas para las elecciones municipales de 2015. El edil de Cultura estaba entre ellos al igual que el concejal de Movilidad, Raúl López;la responsable de Comercio, Ana Navarro;y la edil de Ciudad Jardín, Mariví Romero. Pero una cosa es que no fuese a repetir y otra muy distinta es que auto-amortizase un año antes. De hecho, el alcalde no preveía ningún cambio más en su staff, a no ser que hubiese causas de fuerza mayor, y Caneda, obviamente, ha sido una de ellas. Su good-bye au revoir o arrivederci se produjo ayer después del almuerzo conjunto que tienen los populares cuando hay pleno en el grupo municipal de la segunda planta

Eran las cinco de la tarde. Hora del café cuando el ex jugador de baloncesto en su juventud se descolgaba con la noticia-bomba. Lo que se dice en mitad de la sobremesa, para cambiar de tema, vamos. Lo mantuvo en un pulcro secreto hasta ese momento. Ymientras se echaban el azúcar, los más golosos, y la sacarina, los demás;Caneda contaba sin alterarse su decisión. La sorpresa se dibujaba entre las caras de sus compañeros. Una vez más, el verso suelto del equipo popular tomaba sus propias decisiones.

Cambios en el tablero se abre otro melón de crisis

Se va Damián Caneda y entrará como nueva edil la actual directora de Puerto de la Torre, Eva Sánchez Teba, que ya antes fuese directora de Medio Ambiente cuando era concejal la siempre missing Araceli González. De buen carácter y bajo perfil político, Sánchez dejará libre el puesto de Teatinos. Primer cambio. Pero, sobre todo, el alcalde deberá repartir la megacartera de Caneda:Turismo, Deportes, Cultura y Fiestas.

Ni que decir tiene que ayer ya se hacían cábalas entre todos para ver cómo se reparte el pastel. Ylos ingredientes solo están en la cabeza del alcalde. De la Torre tiene hasta el 15 de julio para mover las fichas. Las bromas ayer no se hacían esperar:«Si quieres cargarte a alguien, di que se postula a algo», contaba alguien entre risas a esta sección. El primer edil gusta de contradecir a los medios, pese a que la juada que cuenten por adelantado sea la suya. Lo único que está claro es que hará los menores cambios posibles:es decir, no parece probable quitar áreas a los que ya las tienen.

Teresa Domingo. Saltan chispas en Urbanismo

Cinco meses después de que el equipo de gobierno remodelara la estructura interna de uno de sus principales organismos, la Gerencia de Urbanismo, no sin cierta convulsión interna, vuelven a saltar chispas. Según ha podido confirmar este periódico, en los últimos días se ha producido un conflicto entre el gerente, José Cardador, y la responsable del departamento de Licencias y Protección Urbanística, Teresa Domingo, de tal virulencia que una vez más parecía estar diciendo adiós ésta última. El concejal de Urbanismo, Francisco Pomares, la volvía a salvar ayer de la quema pero advertía:«No la vamos a cesar en su puesto ahora, pero nadie se puede dormir en los laureles».