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Una diputada canadiense consuela a una mujer en la ceremonia celebrada en Toronto por las víctimas del avión ucraniano derribado en Irán. Carlos Osorio/ Reuters
La Policía iraní ordena «moderación»

La Policía iraní ordena «moderación»

Teherán asegura que sus agentes no usan armas de fuego ante los manifestantes, que mantienen sus protestas por el derribo del avión

mikel ayestaran

Corresponsal. Jerusalén

Lunes, 13 de enero 2020, 23:41

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El Gobierno de Irán defendió su papel tras el derribo del avión de Ukranian International Airlines (UIA) y su portavoz, Alí Rabiei, declaró que «algunos funcionarios han sido incluso acusados de mentir y de encubrimiento pero, con toda honestidad, ese no fue el caso». Durante tres días, las autoridades iraníes mantuvieron que el avión sufrió un «fallo técnico» y negaron la hipótesis del misil, que el propio Rabiei calificó como «parte de la guerra psicológica de Estados Unidos», pero que el sábado se confirmó como cierta.

El portavoz argumentó que «lo que dijimos estaba basado en las informaciones que habían sido presentadas al conjunto del Gobierno y según las cuales no había ningún vínculo entre el accidente y un disparo de misil». Una versión que contradice a la que presentó la Guardia Revolucionaria, responsable del programa balístico en el país, que aseguró haber informado desde el primer instante del «grave error humano».

En medio de las distintas versiones ofrecidas por políticos y militares, las calles de Teherán volvieron a registrar movilizaciones para recordar a los 176 fallecidos y protestar contra las mentiras. Resulta complicado conocer la magnitud de estas acciones que, como se vio durante el fin de semana, por el día tienen su foco en universidades y al caer la noche pasan a las calles y plazas de la capital. En los vídeos que los manifestantes compartieron a través de las redes sociales se percibía el fuerte despliegue policial, incluso con unidades a caballo, y se escuchaban eslóganes como «¡Clérigos, perdeos!», en alusión a la cúpula religiosa que lidera el país.

Un clérigo iraní pasa delante de un cartel de homenaje.
Un clérigo iraní pasa delante de un cartel de homenaje. AFP

Circularon también imágenes de manifestantes que habrían sido heridos por fuego real, pero el jefe de la Policía, general Hosein Rahimi, negó el uso de armas de fuego y declaró a la televisión nacional que ordenó a los agentes «actuar con moderación». El recuerdo de la fuerte represión de las manifestaciones de noviembre, en las que murieron 300 personas según Amnistía Internacional (AI), cifra que no admitió Irán, llevó a Donald Trump a lanzar un mensaje vía Twitter para pedir a Teherán que «no mate a sus manifestantes».

Esta enésima escalada de tensión regional estalló el 3 de enero cuando Trump ordenó el asesinato del general Qasem Suleimani, líder de la Fuerza Quds, brazo exterior de la Guardia Revolucionaria. Después de tres días de luto nacional, los iraníes se vengaron con el lanzamiento de 21 misiles contras dos bases de Irak que usan las tropas estadounidenses. Fue en esa noche de venganza en la que el encargado de una batería antiaérea al sur de Teherán disparó contra el avión ucraniano al confundirlo con un misil de crucero enemigo. El presidente, Hasán Rohani, promulgó este lunes una ley que fue aprobada en abril de 2019 y que incluye en la lista de organizaciones terroristas al Departamento de Defensa de Estados Unidos y al Pentágono, una nueva respuesta al asesinato de Suleimani.

Problemas con Reino Unido

En medio del aumento de tensión en las calles de Teherán la Policía detuvo brevemente el sábado al embajador de Reino Unido, Rob Macaire, a quien acusó de participar en una «protesta ilegal». El diplomático lo negó y se defendió diciendo que tomó parte en una de las vigilias en homenaje a los fallecidos y recordó que tres de ellos eran ciudadanos británicos. El Gobierno de Reino Unido convocó este lunes al embajador de Irán en Londres para trasladarle su malestar por esta «inaceptable» detención, «una violación inaceptable de la Convención de Viena». Londres exigió garantías de que algo así no volverá a repetirse.

Reunión de ministrosde Exteriores de lospaíses de las víctimas

Cinco países cuyos ciudadanos murieron al derribar Irán el avión en el que acababan de despegar del aeropuerto Imán Jomeini de Teherán se reunirán en Londres el jueves para discutir una posible acción legal. Lo adelantó ayer el ministro de Relaciones Exteriores de Ucrania, Vadym Pystaiko, quien añadió que también discutirán la compensación y la investigación del siniestro, que las autoridades iraníes atribuyen a un «error humano».

«Hemos creado un grupo de ministros de Exteriores de las naciones afectadas. El 16 de enero nos reuniremos en persona en Londres para discutir las formas, incluidas las legales, cómo estamos siguiendo esto, cómo los estamos procesando», dijo Prystaiko. Además de Ucrania, el grupo incluye a Canadá, Suecia, Afganistán y Reino Unido. Muchos de los fallecidos eran iraníes con doble ciudadanía.

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