Trump autorizó el asesinato de Suleimani en junio

Ocurrió a final de junio, casi tres meses después de que John Bolton reemplazase al general H.R. McMaster al frente del Consejo de Seguridad Nacional. Cuando el último de los generales abandonó la Casa Blanca, los 'halcones' pusieron a Irán en la mira. Como secretario de Estado adjunto para Control de Armas, Bolton fue clave para instrumentar la invasión de Irak con la excusa de las armas de destrucción masiva. Lejos de entender aquel error, en 2015 volvió al ataque con un artículo de opinión con el que intentaba convencer al Gobierno de Barack Obama de que «Para detener la bomba en Irán, hay que bombardear Irán», tituló. Pero no era tan fácil para un 'halcón' republicano llegar a los oídos de Obama ni por las páginas de 'The New York Times'. Sí pudo colarse en los aposentos de Trump a través de Fox.

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Una vez instalado en el Ala Oeste, el derribo de un dron estadounidense en aguas internacionales trajo la primera oportunidad de defender, junto al secretario de Estado Mike Pompeo, que había que frenar a Irán a bombazos. Trump se resistió. No bromeaba cuando dijo que era él quien tenía que atemperar los ánimos bélicos de Bolton. Acabó por firmar la orden para ejecutar al general de la Guardia Revolucionaria con una cláusula de activación: si moría algún estadounidense, mataría a Suleimani, publicó el lunes NBC. Y con todo, sólo él tendría la última palabra.

El 27 de diciembre las milicias de Hezbolá cruzaron esa línea roja al atacar una base estadounidense cercana a Kirkuk en la que murió el traductor iraquí de 33 años, nacionalizado estadounidense en 2011. El Pentágono contraatacó con furia sobre los campamentos de las milicias, dejando 25 muertos y medio centenar de heridos. Esa masacre provocó las protestas contra la Embajada estadounidense en Bagdad. El vídeo que el coronel Myles Caggin tuiteó de los manifestantes escalando los muros de la legación diplomática bajo el haz de luz de un helicóptero Apache se grabó en la memoria de Trump. Pero también las palabras de Bolton, que al haber sido despedido en septiembre puede testificar contra él durante el juicio de 'impeachment'. Para algunos, la cabeza de Suleimani tendría como objetivo apaciguar sus ánimos y recuperar su lealtad. Para otros, era cuestión de tiempo que Trump eligiese la opción más extrema de entre las que le muestra el Pentágono desde junio cada vez que hay una crisis con Irán.