
Las empresas de la gran depuradora en la Vega de Mestanza paran las obras por amenazas a trabajadores y sus familias
Los trabajos sobre el terreno del gran proyecto metropolitano, con una inversión de más de cien millones de euros, tenían que haber empezado esta mañana
Los trabajos sobre el terreno del gran proyecto metropolitano de la depuradora EDAR Norte, con una inversión de más de cien millones de euros, tenían que haber empezado en la mañana de este 19 de junio. Sin embargo, finalmente, las empresas de la gran depuradora en la Vega de Mestanza han decidido paralizarlas por amenazas a trabajadores y sus familias.
Según ha podido saber este periódico, las empresas subcontratadas no han arrancado los trabajos por el miedo a las amenazas que han recibido los trabajadores y sus familiares, algunos de ellos con residencia en el entorno donde iban a empezar los trabajos. Entre ellos, en Málaga y Alhaurín de la Torre.
La UTE (Unión Temporal de Empresas) compuesta por Sando, Dinotec y Aquambiente ha denunciado ante la policía estos altercados, desde la quema de máquinas de hace unas semanas hasta la rotura de la pasarela sobre el río y la obstaculización del paso de las máquinas y colocación de barreras, entre otros contratiempos.
Además, desde la Dirección General de Infraestructuras del Agua de la Consejería de Agricultura de la Junta de Andalucía ha puesto todo en manos de la policía adscrita. Esta, a su vez, lo ha traslado a la Policía Nacional, competente en la zona.
En el ánimo de lo contratistas del área de influencia de Málaga, a los que la UTE recurre para cuestiones como la maquinaria necesaria para los movimientos de tierra o la colocación de tuberías, pesa lo ocurrido, el pasado 8 de mayo, cuando ardieron 5 máquinas, de una de las subcontratas relacionada con este nuevo equipamiento, Excavaciones Alejasa, una compañía con unos 70 empleados, con Salvador González Martín al frente.
«Un día alguien dijo en las redes que mi empresa iba a hacer la depuradora y a arrancar los árboles de la Vega Mestanza y, desde entonces, todo son problemas», relata. «Conozco a la gente de aquellas tierras personalmente, yo me he criado allí al lado y estoy convencido de que no han sido, pero sí alguno de los que ha hecho causa de esto, aunque no tengan nada que ver», relata.



Además de los daños a las máquinas, que suponen millones de perdidas, entre el propio valor de los equipos o el tiempo de trabajo perdido, sufre, como ha denunciado ante la Policía Nacional, coacciones a través de internet, en las que invita a «recibirlos con piedras» o a emplear el fuego, además de llamadas a su oficina con amenazas.
Lo más irónico, como explica González, es que las labores que están realizando nada tienen que ver con los campos de frutales, ya que se desarrollan a varios kilómetros, en Campanillas, para los futuros colectores.
Otra de las subcontratas, que prefiere no desvelar sus datos, ante el riesgo de represalias, a pesar de que tampoco interviene ni intervendrá directamente en la obra de la propia depuradora, ya que está dedicada a labores auxiliares, reconoce que la situación «es tensa» y que será complicado que alguna firma local asuma tareas como arrancar los árboles.
Desde Sando, que forma parte de la UTE, no hacen declaraciones al respecto del escenario actual de los trabajos, marcados por este freno.
La Junta, por su parte, insiste en que el proyecto proseguirá su curso, una vez que se ha desarrollado la labor previa de búsqueda de especies animales de interés en la zona de arbolado, que ha arrojado resultados negativos, tal y como era previsible, en un terreno de labranza.
Mientras, en la zona de la Vega Mestanza, continúa el «campamento» base en el que vecinos de esta barriada y personas llegados de otros puntos de España hacen «guardia» para estar atentos a cualquier movimiento que implique la entrada en los cultivos. En paralelo, la plataforma de afectados por la depuradora ha emprendido una batalla legal y administrativa que pretende frenar el proyecto.
Mari Carmen Mestanza, portavoz de este colectivo, relata que, a primeras horas de la jornada de este jueves, han llegado a la zona tres vehículos de antidisturbios de la Policía Nacional, con apoyo de la Unidad Adscrita de la Junta y de la Local. «En un momento, sobre las once, se han marchado diciendo que iban a desayunar. Nosotros seguimos aquí», deja claro.
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.