«Cuando la gente ve a alguien libre piensa que está provocando»
Eduardo Casanov, director de ‘Pieles’
Regina Sotorrío
Sábado, 25 de marzo 2017, 00:33
Eduardo Casanova habla a tal velocidad que diez minutos de charla con él dan para varias páginas. Ahora se entiende una de las frases que ... lanza en esta entrevista: «Toda la vida me han dicho:Eduardo, menos». Menos rápido, por favor. Imposible. Habla como piensa, a muchas revoluciones por minuto. El actor y director impactó ayer a la sección oficial destapando las Pieles de los diferentes en su debut en el largo. Una película producida por Álex de la Iglesia, Carolina Bang y Kiko Martínez donde el joven que justo ayer cumplía 26 años se atreve a todo: a tapar los expresivos ojos de Macarena Gómez, a colocar un ano en lugar de boca a Ana Polvorosa, a deformar los rostros de Candela Peña y Jon Kortajarena, a contar con actores con problemas físicos reales y a pintar de rosa y lila un mundo atormentado. El 9 de junio llegará al cine.
Esta película es un canto al diferente. ¿Usted se ha sentido así?
Claro que sí. Los que escribimos hablamos de las cosas que nos obsesionan, de nuestras experiencias. Pero creo que todo el mundo se ha sentido diferente alguna vez y por eso pueden empatizar con Pieles.
Coloca delante de la cámara a personas a las que no se suele enfocar.
Sin embargo, es curioso porque cuando la gente ve Pieles tarda escasos tres minutos en olvidarse de las malformaciones o bienformaciones, y empieza a ver lo que hay dentro de esas personas.
Dice «bienformaciones».
Sí, porque malformado es un concepto social. Que alguien te diga lo que está bien hecho o mal hecho es un constructo social, algo que nos han enseñado pero no es real.
¿Para quién es esta película?
Es una película que todo el mundo debe ver para vivir una experiencia que no ha vivido antes. Es una película de gente diferente para gente que le cuesta ver lo diferente.
Y para romper prejuicios.
Para romper prejucios e incluso para no juzgar a las personas que prejuzgan. Es una película que habla de la amplitud.
¿Es un riesgo salirse de la norma?
Es un riesgo, pero con bastantes garantías de éxito. Sobre todo porque te coloca en el lugar donde tú quieres estar, en un lugar más confortable. Salir de la norma o caminar hacia lo que tú crees que es tu norma, siempre es positivo.
A algunos les parecerá que quiere provocar.
Es una reacción. Cuando la gente ve a alguien libre piensa que está provocando o atacando, pero simplemente está siendo uno mismo.
¿Echa en falta una mirada diferente en el cine español?
Creo que el cine español está viviendo un buen momento en cuanto a contenido. Es difícil rodar en España proyectos diferentes, pero es que yo estoy aquí con un proyecto diferente... Me parecería de poco agradecido pedirle más a la industria.
Es joven, es su primera película y le hemos visto crecer en la televisión. ¿Le ha costado que le tomen en serio?
Bueno, un poco tal vez, pero no demasiado. Yo es que, como dicen En un travía llamado deseo, «Sea usted quien sea siempre he confiado en la bondad de los desconocidos». Entiendo que la gente tenga que tomarse su tiempo para los cambios, pero ahora mismo me siento muy querido.
Le habrán llamado loco más de una vez...
Totalmente. La palabra que me han dicho toda la vida es menos: «Menos Eduardo, menos maquillaje, menos fuerte, menos, menos, menos...».
Es muy intenso.
Sí y siempre tiendo arriba.
Aunque lo pinte así, no vivimos en un mundo color de rosa.
El rosa siempre se une a cosas cándidas, pero creo que es más interesante que rodee al horror. Me parece mucho más interesante Charles Manson de color rosa y el asesinato de los Kennedy con el vestido de Jackie de Chanel color rosa...
¿Ha hecho lo que ha querido?
No hay más que un sí, sin excepción.
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